Las urgencias del Hospital del Sureste, en cuidados intensivos pese a las medidas de la Comunidad de Madrid
Profesionales sanitarios y vecinos del hospital ubicado en Arganda del Rey protestan por la renuncia de la mitad de los profesionales y por cómo funcionan las urgencias extrahospitalarias en municipios vecinos
Un efecto dominó está poniendo contra las cuerdas a los servicios de urgencias en el sureste de la Comunidad de Madrid. Esa es la denuncia que ha hecho este martes más de un centenar de personas en una protesta frente al Hospital Universitario del Sureste de Madrid, en Arganda del Rey, donde en los últimos seis meses renunciaron 13 de los 25 médicos de Urgencias tras vivir meses de sobrecarga laboral causada, en parte, por el aumento de pacientes de municipios aledaños que no encontraban en sus centros de salud un doctor que los atendiera. “¡Esto tiene que cambiar, esto tiene que cambiar! Defendamos las Urgencias y toda la sanidad” cantaban al mediodía de este martes profesionales sanitarios y vecinos de Arganda y otros municipios del sureste de la Comunidad. La preocupación es tal que plataformas ciudadanas locales han convocado una segunda protesta para el jueves 26 de octubre a las 19.00 frente a la estación de metro de Arganda.
Los médicos y sindicatos alzaron la voz por primera vez el 4 de octubre, cuando publicaron un comunicado alertando de que el cansancio físico y psicológico había pasado factura al equipo de urgencia del Hospital del Sureste, que presta servicios a más de 200.000 personas de 20 municipios. Ocho médicos renunciaron en septiembre y otros cinco se sumaron después, dejando al área solo con 12 de los 25 profesionales. La Consejería de Sanidad reconoce que “desde el pasado mes mayo se han producido, de manera progresiva, varias bajas de médicos”. “Algunos han decidido continuar su labor profesional en otros hospitales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), en centros de atención Primaria de la Comunidad o en la sanidad de otros países”, señala un portavoz.
La doctora Clara Fernández, una de las profesionales que aún resiste en el servicio de urgencias, explica que la renuncia de sus compañeros es doblemente crítica porque el Hospital del Sureste es catalogado por la Consejería de Sanidad como “un centro de difícil cobertura”, es decir, como una institución donde es difícil que lleguen profesionales de la salud por estar ubicado en la periferia. “La primera semana de octubre fue horrible. La estrategia fue ‘reducir presencias’. Es decir, si en un turno de mañana éramos nueve, pasábamos solo a estar cinco en el turno. Luego de eso, a mediados de octubre, hubo medidas, pero no ha sido suficiente”, relata Fernández. Desde la Consejería de Sanidad se confirma que la dirección del hospital ha tenido que “reorganizar el servicio” priorizando las patologías urgentes, emergentes y graves “de manera que el resto de pacientes con patologías de menor gravedad puedan ver incrementado en algunas ocasiones el tiempo de espera para ser atendidos”.
Aunque la doctora Fernández reconoce que se contrataron nuevos médicos, agrega que estos renunciaron pronto por la sobrecarga. Otra de las medidas ha sido que los médicos internos –de traumatología, por ejemplo– atiendan directamente a los pacientes que llegan a urgencias, pero profesionales como Fernández temen que eso “desplace el problema a otras áreas”.
También, como aseguraron varios profesionales y usuarios del hospital durante la protesta, se han repartido octavillas donde se indica que las patologías que no son urgentes pueden ser atendidas en uno de los seis centros de atención del sureste de la Comunidad. “Está bien informar de los servicios que hay, pero el problema es que algunos de los Centros de Atención Continuada a los que derivamos no siempre tienen un médico”, asegura Fernández. Una enfermera, que pidió reservar su identidad, explica que en Morata de Tajuña (a 12 kilómetros de Arganda) el centro de salud no tiene médico de primaria ni de urgencias entre las 18.00 y las 21.00. “No sabemos cuál va a ser la solución real del problema, porque de momento vamos con parches. Si no te atienden en Morata, vienes a Arganda y si acá tampoco, tendrías que ir a Madrid”, aseguró Eva Castillo, de la asociación de vecinos de Morata del Tajuña. Patxi, un joven que vive en Tielmes y que ha llegado hasta el hospital para protestar por la calidad de la sanidad pública, explica que en su pueblo, ubicado a 20 kilómetros de Arganda, no hay médicos de atención primaria todos los días de la semana. “No tienen reemplazos cuando hay bajas o, también, hay días en que los mueven a otro pueblo porque allí los necesitan”, cuenta y agrega, “luego, vienes al Hospital del Sureste de urgencia y puedes echar la mañana o la tarde entera. Los profesionales te tratan muy bien, pero no trabajan en las condiciones que deberían”.
Los cantos continúan en la protesta frente a la entrada principal del hospital. “¡No vamos a parar, no vamos a parar! Estamos defendiendo nuestra sanidad”, corean varios vecinos. Milagros Prieto, la madre de una de las profesionales de urgencia, lee el manifiesto que interpela a la Consejería de Sanidad: “La paciencia se acabó, exigimos una zona sureste con los médicos necesarios”. No es la primera vez que se “tensionan” los servicios de sanidad pública en Arganda. Guillermo Hita, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento municipal y exalcalde de Arganda, afirma que el tema se ha denunciado varias veces en el pleno, pero que insistirán ahora con una moción en el pleno de noviembre. “El Hospital del Sureste ha pasado por varios altos y bajos. El problema de las urgencias se mezcla con el de las urgencias extrahospitalarias de los otros municipios donde no hay médicos todos los días. Los vecinos ya no saben a dónde acudir”, dice Hita, que ha asistido a la protesta de este lunes. La moción que ha registrado el PSOE exige no solo una solución al servicio de urgencias, sino que pide saldar deudas, como “acometer de forma urgente la ampliación del Hospital Universitario del Sureste prevista para 2017″. La doctora Clara Fernández confirma que se prometió esa ampliación beneficiaría a áreas como la de Urgencia, que pasaría a tener seis consultas abiertas.
El doctor Javier Ortega, presidente de atención hospitalaria del sindicato Amyts, afirma que la Comunidad de Madrid tiene sobre su mesa una de las soluciones. “Hay un acuerdo de la mesa sectorial para fidelizar médicos y atraer nuevo talento a los hospitales de difícil cobertura. Este incluía medidas que, hasta ahora, no se han ejecutado”, sostiene Ortega en una entrevista telefónica. Entre las estrategias está dar puntuación extra en los procesos de selección del Sermas a los profesionales que hayan trabajado en centros de difícil cobertura y un menor tiempo de permanencia –tres años y no cinco– para ascender de nivel en la carrera profesional. Ortega, que es cirujano general del Hospital del Tajo (Aranjuez), también de difícil cobertura y donde se vivió una crisis en urgencias hace un año, alerta de que “hay que parar ya el problema en el Sureste”. De lo contrario, dice, “puede producirse un efecto contagio en otros servicios de urgencia porque los facultativos están al borde”.
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