La estatua del Oso y el Madroño se muda por tercera vez

Ojo a los turistas y madrileños, porque para hacerse la foto ante la icónica estatua del Oso y el Madroño hay que buscar su nueva ubicación en la Puerta del Sol. El símbolo del madrileñismo ha sido trasladado la mañana de este viernes de lugar en el marco de las enésimas obras de remodelación de la Puerta del Sol, que José Luis Martínez-Almeida no podrá inaugurar esta legislatura porque no estará terminada antes de la convocatoria de las elecciones municipales.

La estatua había amanecido protegida con maderos y con su peana dentro de un cajetón metálico para facilitar la operación de traslado, que se ha desarrollado pasadas las 8.30, por lo que no había ni curiosos mirando. Mediante una grúa pluma de la empresa Aguado, varios operarios han levantado con sumo cuidado y lentitud la escultura en volandas, atada a varias correas, y la han movido parsimoniosamente unos 10 metros, después de que tres obreros terminaran de retirar las sujeciones provisionales que se habían colocado. Según informa un portavoz del área de obras del Ayuntamiento, “no ha habido problema ninguno”.

Así, la escultura ocupa ya el extremo oriental de la nueva alineación de bancos situada en el arco norte de la plaza, a escasos metros de donde se situaba hasta el momento. Este es el tercer traslado de la escultura, diseñada por Antonio Navarro, desde que fue colocada en la plaza en enero de 1967. Según la web Monumenta Madrid, el 19 de enero de aquel año se inauguró, en el lugar donde había estado la fuente de la Mariblanca, la escultura en bronce del Oso y el Madroño, que representa el escudo de armas adquirido por la ciudad en 1967.

Su primera ubicación estuvo entre la calle Alcalá y la carrera de San Jerónimo. Posteriormente, en 1986, fue movida al inicio de la calle del Carmen y, en 2009, después de dormir varios días en un almacés, volvió a su emplazamiento original. La estatua, que cuenta con un pedestal de granito de la sierra madrileña, tiene un peso aproximado de 20 toneladas, mide cuatro metros y está elaborada en bronce.

Las obras de reforma en la plaza, que mide 205 metros de largo por 70 de ancho, comenzaron el 2 de marzo de 2022 y suponen una inversión municipal de 10,7 millones de euros. El proyecto recupera la propuesta del estudio de José Ignacio Linazasoro y Ricardo Sánchez, que ya en 2014 ganó un concurso convocado por el Ayuntamiento junto con el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

El alcalde ha restado este viernes importancia al retraso en las obras. “Las obras de la Puerta del Sol avanzan a pesar del nerviosismo de algunos y pese a que a algunos les gustaría que la Puerta del Sol no estuviera acabada, lo estará, y va a ser un icono de la ciudad, el kilómetro cero de España”, ha señalado.

“Será una Puerta del Sol más renovada, más ordenada, e, insisto, que va a estar acabada a pesar de los deseos de algunos de que no acabara nunca esta obra. Dentro de ese cronograma está previsto el traslado de la estatua del Oso y el Madroño que se ha hecho sin ningún tipo de incidencia significativa, y que está ubicada en el nuevo emplazamiento que ha sido diseñado”, ha declarado ante los periodistas desde una de las Cuatro Torres, según recoge Europa Press.

Aunque en principio se anunció que se iba a abrir al público el 3 de abril, Almeida reconoció la semana pasada que se abrirá al público más tarde de lo previsto, sin terminar y sin su presencia. La apertura de la Puerta del Sol no contará finalmente con la nueva ubicación de la estatua de Carlos III, ahora en el centro y en las próximas semanas en un rincón de la plaza.

Tampoco se abrirá con la única y nueva fuente de la plaza ―las dos actuales desaparecerán―, que será una lámina de agua, y se ubicará a los pies de la Real Casa de Correos, al haberse hallado restos arqueológicos. Un carril bici cruzará la plaza por la carrera de San Jerónimo hasta la calle Mayor. Los estancos, los quioscos de prensa y la pequeña administración de lotería ya están distribuidos en su nueva ubicación, en los extremos de la plaza. De momento, seguirá ahí la actual estación de Metro y Cercanías, conocida popularmente como “tragabolas” o “ballena”.

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