La reforma estrella del mandato de Almeida no llega a tiempo: el retraso de las obras impide inaugurar la nueva Puerta del Sol

Cambio de planes. El calendario estaba fijado. Todo estaba previsto para la celebración de un gran acto inaugural en el Ayuntamiento de Madrid. Un evento soñado para cualquier alcalde. La plaza más icónica de la capital de España, la Puerta del Sol, en obras desde el 2 de marzo de 2022, se iba a abrir al público el próximo 3 de abril, coincidiendo con en el inicio de la Semana Santa. La fecha, además, encajaba con el límite marcado por la ley electoral, que indica que no se pueden inaugurar ni hacer balances desde la convocatoria de cualquier cita con las urnas, en este caso con la publicación en el Boletín Oficial del Estado de las elecciones municipales el 4 de abril. Pero —siempre hay peros en cualquier obra― no habrá acto de inauguración. Almeida ha reconocido este jueves a preguntas de la prensa que, finalmente, sí, se abrirá al público, pero más tarde de lo previsto y sin su presencia:

—¿Se inaugurará la Puerta del Sol el 3 de abril como estaba previsto?

—Inauguración como tal no va a haber, en el sentido de que estamos en el periodo electoral.

Almeida, sin embargo, ha obviado que el pasado 22 de febrero, durante un acto, sí se fijó una fecha: el 3 de abril. Este jueves, el alcalde ha cambiado el discurso. “Queremos ser extremadamente respetuosos con la ley electoral”, ha dicho. “Lo que sí puedo decir es que va a estar [inaugurada] a partir de la semana del 3 de abril, salvo la estatua [de Carlos III], que el traslado se puede producir 10 o 15 días después. En ese sentido, no va a haber inauguración como tal, queremos ser respetuosos. Disfrute de los madrileños, estoy seguro de que sí se va a producir”.

La apertura de la Puerta del Sol no contará finalmente con la nueva ubicación de la estatua de Carlos III, ahora en el centro y en las próximas semanas en un rincón de la plaza. Tampoco se abrirá con la única y nueva fuente de la plaza ―las dos actuales desaparecerán―, que será una lámina de agua, y se ubicará a los pies de la Real Casa de Correos, el edificio de la presidencia de la Comunidad de Madrid y donde cada 31 de diciembre suenan las campanadas.

“Por circunstancias sobrevenidas, al haberse encontrado restos arqueológicos, la fuente que albergará la estatua de Carlos III no estará en funcionamiento la primera semana de abril”, cuenta un portavoz del área de Obras del Ayuntamiento, “ya que requiere de un tiempo de fraguado y de la construcción de un complejo sistema hidráulico. Dicha fuente, además, requiere de una nivelación muy precisa y, asimismo, hay que garantizar la seguridad y estanqueidad de las infraestructuras subterráneas de Adif y Metro”.

Un carril bici, eso sí, cruzará la plaza por la carrera de San Jerónimo hasta la calle Mayor. Tampoco habrá terrazas ni bares. Los estancos, los quioscos de prensa y la pequeña administración de lotería ya están distribuidos ahora mismo en su nueva ubicación, más ordenados que antes. Han sido colocados en los extremos de la plaza. La inversión municipal de esta obra es de 10,7 millones de euros.

Sin nueva estación de Renfe

La actual estación de Metro y Cercanías, conocida popularmente como “tragabolas” o “ballena” por su forma, también será eliminada. La nueva, sin embargo, tendrá que esperar. La futura estación tendrá una forma más ovalada y acristalada, de manera que no se formarán ángulos que impidan la vista. Será totalmente transparente. La intención de los responsables es que el vidrio realce la sensación de una plaza mucho más abierta. “Este vidrio va a tener un tratamiento para mitigar el calor”, dijo la delegada de Obras, Paloma García Romero, durante la presentación del proyecto. “Esto se está poniendo por Europa, es la estructura más moderna. Esto es la arquitectura del siglo XXI”. Sin embargo, los permisos del Ministerio de Fomento no han llegado a tiempo. La reforma de la nueva plaza se inaugurará sin la nueva estación.

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