La centralita del Summa 112 de Madrid irá a la huelga a partir del 30 de enero

Al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso le ha surgido un tercer foco de conflicto laboral en la sanidad pública de Madrid. Ahora le ha tocado a la centralita del Servicio de Urgencia Médica (Summa) 112 convocar una nueva huelga que empezará el 30 de enero de forma indefinida. Según ha explicado Vladimir Valentín, secretario del comité de empresa del servicio, afectará a las operadoras y operadores del 061, teléfono de Emergencias y Urgencias sanitarias de todos lunes y los sábados de cada semana y hasta que se resuelva el problema. “La reciente notificación de que seremos trasladados al Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal ha sido la gota que colmado el vaso. Con el único propósito de justificar su existencia, para capricho de la Señora Ayuso”, ha justificado el comité de empresa en una nota en la que anunciaba el inicio de la huelga.

Hasta ahora los alrededor de 150 trabajadores prestaban el servicio en la calle Antracita de Madrid, en Legazpi. El Zendal se encuentra 16 kilómetros al noreste. “Está en una zona muy mal comunicada y poco conveniente para la mayoría de la plantilla, que vivimos en el sur de Madrid”, dice la presidenta del comité laboral, Eva Rodríguez. Los empleados, que ganan 1.240 euros brutos al mes, llevan tiempo demandando mejoras en sus condiciones.

Tras los paros intermitentes que comenzaron tras el verano que afectaron a las urgencias extrahospitalarias, y los que continuaron (y siguen vigentes) después que afectan a los servicios de la atención primaria, ahora se suman estos, que afectarán a todas las llamadas que se produzcan a urgencias durante esos dos días de la semana. Enrique Ruiz Escudero, Consejero de Sanidad, ha avanzado que el traslado del personal al hospital cree que es un “salto de calidad en cuanto a los puestos de trabajo y sobre todo en cuanto a la actividad que pueda desarrollar el Summa”, aunque ha matizado que “las resistencias” vienen de una empresa “que ofrece apoyo externo” al Summa 112 en el control de llamadas. “Nosotros hemos tratado por todos los medios que ese traslado cuente con el mayor apoyo posible por parte de los trabajadores y siempre en la línea de dar un mejor servicio con una instalación con mucha mejor dotación, con más capacidad que incluso tiene una base del Summa que es un salto de calidad importante”.

Los trabajadores pertenecen a dos empresas, Servitel Multiservicios y Servitelco, que han sido compradas recientemente por el gigante Ilunion, dedicado a los servicios públicos y el turismo. La plantilla protesta porque creen que les corresponde un convenio colectivo distinto al que rige para teleoperadores de otros sectores, como la venta comercial. De hecho, aseguran, Madrid es la comunidad autónoma que peor paga a sus trabajadores. “Por ejemplo, en Castilla y León, donde también está Ilunion, los operadores trabajan unas 1.500 horas al año en lugar de 1.764 y cobran unos 1.500 euros al mes, más pluses”, insiste Valentín. “Y eso es gracias a que los pliegues que impuso el Gobierno regional. Aquí se escudan en que no es problema suyo, que es un servicio privado, pero no es cierto, somos un servicio público, a nuestra empresa le paga el Summa y al Summa la Consejería de Sanidad. En Andalucía, en la Comunidad Valenciana, en todos los sitios, las condiciones son mejores...”.

“Somos la plantilla de un Servicio de Emergencias y Urgencias con las peores condiciones laborales de todo el Estado español. Se nos aplica el Convenio de Contact 2 center puro y duro, que no nos representa, sin ningún tipo de mejora, yendo al cómputo máximo anual y con unos sueldos de miseria, que nos dejan en la estricta subsistencia. Es el nuestro un servicio privatizado, con unos pliegos de contratación a la baja, de donde las empresas solo pueden sacar su beneficio de nuestras costillas (menos los recursos humanos todo lo demás lo pone el Summa 112)”, han explicado los afectados en una nota de prensa.

Al tiempo de publicar esta noticia no había sido aún posible obtener la versión de Ilunion o de las dos empresas recientemente adquiridas.

La huelga cuenta con un apoyo limitado. Solo el 35% de los trabajadores apoyó la medida en una encuesta realizada por el comité recientemente. La presidenta del comité, Rodríguez (del sindicato mayoritario CNT), explica que muchos empleados no pueden permitirse perder parte de un sueldo que de por sí es escaso. “Una huelga implica lo que implica y hay múltiples situaciones personales”.

Mala salud laboral

El secretario del comité de empresa, Valentín, ha explicado que la última evaluación de riesgos psicosociales que se les realizó a los trabajadores “fue desastrosa, altos niveles de estrés, falta de expectativas, mala remuneración, carga laboral excesiva...”.

“Sin olvidar que todo esto finalmente repercute en la salud y en la calidad del servicio. Llevamos mucho tiempo reclamando mejoras sustanciales a nuestras condiciones laborales, refuerzos adecuados de la plantilla, disminución de horas anuales y mejoras salariales. Sin resultados y viéndonos en la necesidad de acudir reiteradamente a la Inspección laboral para intentar corregir mínimamente nuestra situación”.

Los trabajadores recibieron la noticia del traslado al Zendal por parte de la gerencia del Summa 112 a finales de diciembre y trataron de evitar la huelga negociando medidas compensatorias como un autobús de ruta o que se considerase como horario laboral el tiempo de traslado al trabajo. La falta de acuerdo ha provocado que finalmente los trabajadores hayan decidido convocar una huelga. Los trabajadores piden que se les integre en la plantilla Summa 112, además de la reducción de la jornada máxima anual, mejoras salariales sustanciales y que no se les traslade al Hospital de emergencias Isabel Zendal “con las precarias condiciones actuales”.

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