Feijóo y Ayuso unen fuerzas para neutralizar a Vox y a Ciudadanos: “O nosotros, o Sánchez”

La cena de Navidad del PP de Madrid arrancó este lunes con aires de boda. Nada más llegar, Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso han ido de mesa en mesa, saludando a los invitados, repartiendo besos, abrazos y sonrisas, igual que si fueran una pareja de recién casados. Es un espejismo. Cuando han tomado la palabra, los dos líderes han evitado cualquier aire festivo y han entonado un discurso durísimo con un objetivo primordial: neutralizar la moción de censura que ha propuesto Vox contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para impulsar al PP como única alternativa al ejecutivo de coalición formado por el PSOE y Podemos. “O nosotros, o Sánchez”, ha resumido el presidente del PP, que ha urgido a concentrar el voto de la derecha en su candidatura. “O Sánchez o España (...) Esta es tu casa, este es tu ejército”, le ha completado Ayuso, que plantea el ciclo electoral de las municipales, autonómicas y generales de 2023 como si fuera una guerra a todo o nada, buenos contra malos, la “España fiel” contra la que a su juicio no lo es. Inmediatamente, y sin que a nadie le extrañara lo que sucedía, ambos han felicitado la Navidad a los comensales, y han resonado las copas de cristal chocando de brindis en brindis.

“No piensan en los intereses generales quienes quieren promover una moción de censura abocada al fracaso”, ha espetado Feijóo sobre Vox, y, también, Ciudadanos. “No vamos a brindar a Sánchez una victoria parlamentaria cuando sabemos que tiene perdida la mayoría social del país”, ha añadido. “Sería un inmenso error”, ha subrayado, descalificando como “basura política” los proyectos del Gobierno. “Cuanto más se divida el voto de centro y el voto de derechas, más posibilidades tiene [Sánchez] de seguir en el poder”, ha insistido, llamando a concentrar el voto en el PP. Y ha rematado: “No se trata de que voten 360 [diputados] en una urna, queremos que voten todos los ciudadanos de España mayores de 18 años en todas las urnas de España”.

“El proyecto [de Sánchez] si ahora mismo fuera a unas urnas se caería estrepitosamente”, ha agregado Ayuso. “No creo que sea la mejor solución refrendar lo que es ilegítimo en la casa donde reside la soberanía nacional del pueblo español, que es el Congreso de los Diputados”, ha criticado a Vox, un partido al que ha dejado en fuera de juego en Madrid, y a cuyos votantes intenta atraer el PP en toda España. “Muchas personas nos preguntan que qué vamos a hacer, que qué largo se va a hacer esto. No os preocupéis, son cinco meses, una primera parada y después vamos a expulsarles de absolutamente todas las instituciones del Estado, de todas”.

Porque eso es lo que intenta el PP: protagonizar un in crescendo electoral que convierta las autonómicas y municipales de mayo en el trampolín de Feijóo para las generales de mayo, en las que su líder necesita absorber cuantos más votantes de Cs y Vox mejor. Por eso, el presidente del partido dice que la organización de Madrid desempeñará un papel “clave” en el próximo ciclo. Por eso. a nadie le extraña que se decore el escenario con la bandera de España y la de Madrid, igual que si la cena fuera del PP nacional y no únicamente del PP de Madrid. Y por eso, Feijóo permite que sea Ayuso quien entone el discurso más duro contra Sánchez, en lugar de él.

“Si el Partido Popular y el apoyo del pueblo español no lo remedian, será un 2024 lleno de referéndum ilegales, o ya se encargarán de que parezca que son legales, para acabar teniendo al frente del País Vasco al señor Otegi y al frente de Cataluña a los nacionalistas, a los independentistas, para después llevarnos a unos países catalanes o a la adhesión de Navarra al País Vasco para romper la soberanía del pueblo”, ha dicho la presidenta de la Comunidad de Madrid, a la que la plana mayor del PP nacional y regional escuchaba tildar de “tirano” al presidente del Gobierno, o decir que este encabeza “un proyecto ilegitimo”. Y ha rematado: “Vamos a expulsarles de todas las instituciones del Estado”.

Para cuando se sienta la pareja, que protagoniza la primera cena de Navidad en sus actuales responsabilidades, les esperan las botellas de vino Cune crianza, y el menú de 40 euros que han pagado los más de mil asistentes: embutido, picos de jerez, crema de roquefort con crudités, ensalada, tortilla de patata, carrillera con patatas paja, tarta del chef y dulces navideños. Como ocurre en muchas bodas, la comida suena mejor de lo que sabe. Nadie se queja. Los asistentes no han venido a comer. Han venido a escuchar a Feijóo y Ayuso, que en estos momentos es lo mismo que auscultar la evolución de un enfermo que ha bordeado la muerte y ahora se empeña en convencer al médico de que está listo para correr un maratón.

Fecha de caducidad

Porque nadie en el PP se ha olvidado aún de que el partido se arriesgó a la autodestrucción durante la guerra civil entre Ayuso y Pablo Casado, que estaba en pleno apogeo a principios de este mismo año. Eso ha servido para fomentar una unidad interna cuya vigencia está tasada en el tiempo. La meta es llegar sin protagonizar traspiés no forzados a las próximas elecciones generales, que se celebrarán a finales de 2023. Ver si Feijóo es capaz de gobernar España. Y en función de ese resultado, reevaluar la situación. Quizás por eso Ayuso parece en ocasiones acotar el tiempo en el que mantendrá su posición actual como subordinada.

“No son tiempos para abrir unos debates que no proceden”, dijo en la mañana de este lunes sobre la posibilidad de optar al liderazgo nacional. “Ahora lo que hay que hacer es remar en esta dirección, a manos del presidente del Partido Popular”, añadió en la cadena Cope sobre Núñez Feijóo.

Por precisar: “No son tiempos (...) ahora”. O lo que es lo mismo, en 2023, ya se verá: las elecciones municipales, autonómicas y generales examinarán a todos los pesos pesados del partido, y darán y quitarán razones. Una realidad que mantiene en vilo al PP.

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