El Ayuntamiento de Madrid pide a la dirección de la EMT que asuma responsabilidades tras el escándalo del comisionista del 3%

El escándalo de Pablo Pradillo, el jefe de División de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que cobró una comisión del 3% (150.000 euros) por ayudar a una constructora a ganar una adjudicación de la propia compañía pública, ha llegado al pleno mensual del palacio de Cibeles. Más Madrid ha pedido este martes que se asuman responsabilidades por parte de la dirección, incluido el posible cese del gerente de EMT, Alfonso Sánchez, por no aplicar ninguna sanción al trabajador en el momento en que fueron conocedores de su actuación irregular. También han solicitado que se abra un expediente disciplinario al propio Pradillo y, por último, que se tomen medidas para evitar en el futuro situaciones similares de incompatibilidades. La petición ha salido adelante con los votos a favor de Más Madrid, PSOE, Grupo Mixto y Vox. El PP ha votado en contra y Ciudadanos, que también forma parte del Gobierno municipal, se ha abstenido.

EL PAÍS publicó la exclusiva el pasado 3 de mayo, pero la Administración municipal no arrancó su investigación interna hasta siete días después. Cuatro meses más tarde, la Oficina Anticorrupción del Ayuntamiento y la propia EMT llegaron a una conclusión: Pradillo, jefe de División y también hijo de un exalto cargo de Esperanza Aguirre, cometió una “falta muy grave”, pero se descarta cualquier sanción porque habría “prescrito”.

En el pleno de este martes, Esther Gómez, edil de Más Madrid y consejera de la propia EMT, ha defendido la propuesta con una cronología de los hechos. “Pradillo entró en la EMT sin ningún proceso previo”, ha dicho. “Pradillo se ha llevado una comisión del 3% por asesorar a una empresa desde la EMT. ¿Y qué ha hecho la EMT? Nada”. Gómez ha denunciado el silencio informativo por parte del equipo de José Luis Martínez-Almeida desde que estalló el escándalo. “Se ha incumplido el código ético y la ley de incompatibilidades. La EMT ha ido dilatando los plazos a sabiendas”.

El edil de Movilidad, Borja Carabante, ha respondido que este contrato se concedió en 2019, el último día de mandato de Manuela Carmena como alcaldesa. “Usted tira piedras sobre su propio tejado”, ha espetado a la edil de Más Madrid. “¿Por qué no le despidieron ustedes si tan mal lo hizo Pradillo?”. El concejal del PP también ha anunciado que, en la mañana de este martes, ha dado instrucciones a la propia EMT para que requiera a dos ediles de Más Madrid explicaciones sobre el procedimiento de adjudicación del contrato. La oposición, sin embargo, se ha colocado del lado de Más Madrid.

El Grupo Mixto ha sido tajante: “Cuando la Oficina Antifraude dice que ha cometido una falta grave, tiene toda la pinta que haya hecho lo que no tiene que hacer. Este es un listillo [en referencia a Pradillo]”. Vox ha defendido que este tipo de conductas no son asumibles en el Ayuntamiento de Madrid: “No se puede apelar siempre a la honorabilidad de los trabajadores y funcionarios porque estos elementos empañan a los buenos trabajadores. Esto crea un precedente”. En el PSOE, el edil Ignacio Benito ha recordado al propio Carabante sus palabras cuando estalló el caso: “Dijo que iría a la Fiscalía Anticorrupción si se encontraba alguna irregularidad. ¿A qué le tiene miedo? Ha quedado probado. Usted ha tardado tiempo en reaccionar, su objetivo ha sido dilatar el proceso. Cese al gerente. De lo contrario, ratificará su complicidad. Puro legado Esperanza Aguirre”.

Minutos después, el secretario del pleno ha dado la orden de votar. Para sorpresa de todos, Ciudadanos, que gobierna en coalición con el PP, se ha abstenido. Un movimiento que ha ratificado un duro golpe para Almeida: todos los grupos políticos piden el cese del gerente de la EMT. La pelota, nuevamente, está en el tejado de los populares.

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