Almeida estudia pagar la reforma del antiguo centro financiero de Madrid con su privatización: 40 años para explotar los bajos de Azca
El Ayuntamiento, que recuperó en 2009 la gestión de estos 58.000 metros cuadrados, ha iniciado los trámites para que un grupo privado convierta una jungla de cemento en una pradera con río
El Ayuntamiento de Madrid estudia que un grupo de inversores agrupados bajo la marca Renazca financie con 44.059.846 euros la reforma de los bajos de Azca, un complejo empresarial en declive en el corazón de la capital, a cambio de explotar luego durante 40 años sus 58.594 metros cuadrados de titularidad pública. Así lo detalla la documentación recogida en el portal estatal de contratación, adelantada por eldiario.es, que refleja la apuesta por transformar esa jungla de cemento en una pradera con río, según el proyecto de los estadounidenses Diller Scofidio + Renfro. Los proponentes, que son las empresas propietarias de los edificios de la zona, querrían comenzar las obras el 1 de enero de 2023, para acabarlas en dos años y explotar el resultado hasta el 31 de diciembre de 2062: calculan que con eventos, alquileres y patrocinios ingresarían 245.129.301 euros durante las cuatro décadas de concesión, en las que los costes serían de 148.754.998. Ahora todo queda en manos del Ayuntamiento de José Luis Martínez Almeida (PP), que tendrá que esprintar si quiere tramitar antes de las elecciones de mayo de 2023 un proyecto que afecta a la zona delimitada entre la calle de Orense, el Paseo de la Castellana, la calle de Raimundo Fernández Villaverde y la avenida General Perón.
Todo arranca en 2020. Entonces, el Ayuntamiento y Renazca firman un convenio que describe en los términos más duros la zona sobre la que quieren actuar. “Desde el punto de vista de su consolidación con el entorno en el que se integra, [Azca] sigue apareciendo como un espacio aislado e inacabado”, se lee. “Ese rasgo, acompañado de la obsolescencia de las propias infraestructuras que le dan servicio y de las peculiaridades de la urbanización ha llevado a que nunca se hayan cumplido las expectativas con las que inicialmente se concibió, ni haya conseguido irradiar el potencial de su actividad más allá de su propio perímetro”, sigue. “Todo ello ha ido acompañado de un deterioro, derivado de determinados usos que se han ido instalando sobre todo en algunas zonas del ámbito, con afecciones negativas tanto para el uso residencial como el comercial y terciario, lo que ha generado una imagen impropia de un Centro de Negocios”.
Madrid se abría así a explorar una fórmula ya empleada en Londres o Nueva York para que la iniciativa privada corra con los costes de las obras a cambio de quedarse luego con el beneficio de la explotación del resultado. Una apuesta que entroncaría con el pasado de Azca. Los gestores privados ya se habían encargado de la conservación de estos terrenos de dominio y uso público entre 1977 y 2009. Aquel año, el Ayuntamiento recuperó la gestión, según documentación pública. Ahora Renazca plantea dar un paso más y asumir también la explotación, un modelo que el Ayuntamiento ya ha puesto en marcha, por ejemplo, con los aparcamientos que darán servicio al estadio Santiago Bernabéu.
Sin embargo, para recuperar la inversión Renazca no cuenta únicamente con tener ingresos por alquilar los nuevos espacios creados (1.325.880 de euros al año); por usarlos para organizar eventos (641.481), o por publicidad (365.649), según detalla en su propuesta. También espera que el Ayuntamiento haga un pago anual por disponibilidad de 1.944.488, y con que preste los servicios de jardinería y limpieza. Es decir, la reforma no será gratis para las arcas públicas, por mucho que todo pase a ser de titularidad municipal cuando acaben los 40 años de concesión.
“Una cosa es el estudio de viabilidad que presenta Renazca, que se encuentra en periodo de información pública para que cualquier ciudadano pueda hacer alegaciones, y otra cosa será un futuro proyecto”, puntualiza un portavoz municipal sobre esta iniciativa privada. “Ni siquiera es el anteproyecto”, insiste. “Nos encontramos en una fase preparatoria y previa a la decisión de licitar un contrato de concesión de obra”.
Con la misma prudencia se expresan los proponentes en la documentación pública: “[El estudio de viabilidad] Constituye una actuación preparatoria y previa a la decisión de licitar un contrato de concesión de obra que permita la construcción y posterior conservación y explotación de las obras de reforma que se lleven a cabo sobre la zona de titularidad y uso público (o Zona Pública Común) de la Zona AZCA con el alcance y en los términos que se proponen a lo largo del propio Estudio de Viabilidad, y que, en su caso, se definirán posteriormente en los respectivos pliegos de contratación que apruebe el Ayuntamiento de Madrid si así lo estima procedente”.
No obstante, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, abogó este lunes por “escuchar” y “valorar” el proyecto para revitalizar y reconfigurar Azca, la zona financiera de Madrid ubicada en el distrito de Tetuán, y defendió que el Gobierno municipal de PP y Ciudadanos lo que no quiere es que este espacio “en pleno corazón” de la ciudad siga “como está en la actualidad”.
“¿Qué tenemos en la actualidad?”, se preguntó. “Un espacio que está en pleno corazón de Madrid, un espacio muy amplio, que no se ha llenado de actividad”, se contestó. “Por tanto, a día de hoy es una zona donde en los bajos se aloja el sinhogarismo, tenemos problema de suciedad que tratamos de solucionar, pero no está bien configurada [la zona], y además ha habido incluso delincuencia por cómo están los bajos configurados”.
Sin embargo, esos argumentos no convencieron a la oposición municipal. Así se lamentó Rita Maestre, la portavoz de Más Madrid: “58.000 metros cuadrados a privatizar durante 40 años a cambio de nada. Lo único que ha hecho Almeida este mandato ha sido regalar el patrimonio de todos a unos pocos. Para ellos, la ciudad solo es un negocio”.
También reaccionó el contra el PSOE. “¡Oh, sorpresa! Ellos se quedan con las ganancias y nosotros con los gastos de mantenimiento”, criticó la edil Enma López en sus redes sociales. “Negocios redondos Almeida. Eso sí, siempre para los suyos nunca para los vecinos”, añadió. “Almeida se irá pero su destrozo lo pagaremos durante muchos años”.
En la misma línea se expresó Manuel Calvo, de Recupera Madrid. “Es un buen proyecto si son capaces de llevarlo a cabo”, valoró, lamentando que el Ayuntamiento se “desentienda” de su ejecución y la delegue en un tercero.
Esas reacciones fueron el reflejo de que la oposición ve en este asunto una oportunidad para alertar sobre la gestión del gobierno de coalición de PP y Cs justo cuando ya queda menos de un año para las elecciones de mayo de 2023. A esa cita se acerca el partido conservador con unas encuestas que le dan la victoria, la duda de si esta será suficiente para gobernar, ante la crisis de Cs, y la certeza de que sus rivales de izquierdas acaban de encontrar en Azca una bandera para la crítica en la campaña electoral.
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