Ayuso conquista el PP de Madrid entre ataques a Sánchez y planes para atraer el voto migrante

Isabel Díaz Ayuso intenta construir sobre el voto emigrante su doble sueño de lograr la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de 2023 y de recuperar en las municipales ayuntamientos que gobierna el PSOE en el sur de la región (Móstoles, Fuenlabrada, Leganés...). Tras lograr 65 diputados en los comicios de mayo de 2021, la líder conservadora ha abierto este viernes el congreso que la convertirá en presidenta del PP de Madrid con el himno de España, un vídeo en el que aparecen destacadas las banderas de Cuba (bajo el epígrafe “pluralidad”) y Venezuela, y un compromiso concreto: que el nuevo equipo directivo de la formación conservadora tenga una cartera específica centrada en los madrileños que viven en el extranjero, y otra para las familias que han emigrado de otros países para instalarse en la región. Toda una declaración de intenciones.

“Hay dos áreas nuevas, madrileños en el exterior, para que no se desvinculen de la casa, y que nos nutran con sugerencias y aportaciones”, ha dicho Díaz Ayuso durante una rueda de prensa a la que ha llegado perseguida por una nube de periodistas y afiliados. “Y recupero el área que existía antaño para los nuevos madrileños, que vienen desde todos los rincones del mundo, porque creo en el mestizaje”, ha recalcado. “Quiero que tengan un espacio definido”.

Al tomar el poder en el partido, Díaz Ayuso llena de contenido orgánico una parte fundamental de su discurso político. Durante la campaña electoral de mayo de 2021, la entonces candidata agitó el fantasma del comunismo y multiplicó las referencias a los venezolanos que han llegado a Madrid, advirtiendo a los electores de que, a su juicio, Madrid se arriesgaba a vivir la ruina de Venezuela si la izquierda de Ángel Gabilondo (PSOE) y Pablo Iglesias (Podemos) lograba gobernar. Una forma de atraer hacia las siglas del PP a los recién llegados que ya han adquirido la nacionalidad, y pueden votar en las autonómicas, además de a los descendientes, ya nacidos en España, de quienes les precedieron en ese viaje.

“Hay que abrir las puertas y las ventanas [para que se sumen al PP] a quienes quieren un cambio político en España”, ha dicho Díaz Ayuso, que ha avanzado una reducción de la estructura interna de la organización en Madrid, y la apuesta por nombres desconocidos para el gran público.

Al tiempo, la decisión de incluir una cartera “para los nuevos madrileños” en el nuevo organigrama del PP, que pretende replicar la distribución de funciones del Gobierno regional, retrotrae a la formación a los tiempos de Esperanza Aguirre: la baronesa ya tuvo una consejería de inmigración y cooperación, encabezada por Javier Fernández Lasquetty, hoy consejero de Economía, Empleo y Hacienda de Díaz Ayuso.

A Aguirre, precisamente, le ha dedicado el público del congreso popular una cerrada ovación, que también ha recibido el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida. El reconocimiento para la expresidenta, investigada en el caso de corrupción Púnica, y al regidor, desgastado por su labor como portavoz del PP de Pablo Casado, ha reflejado el intento de cierre de filas que busca el partido en el congreso.

“Comenzamos una aventura apasionante en 2019″, ha dicho Martínez Almeida durante su intervención ante el plenario, que ha llenado de referencias a su subordinación a Díaz Ayuso. “A esta aventura le quedan muchos capítulos”, ha añadido. “Aquí tienes a tu partner [compañero]”.

Su intervención, que refleja quién ha ganado y quién ha perdido la guerra interna del PP, ha servido como calentamiento para los dos discursos que protagonizará Díaz Ayuso durante el fin de semana. Convertida en referente único del partido en Madrid, la líder conservadora acumula ya el poder institucional (presidenta regional) y orgánico (presidenta del partido). Dos cosas son seguras: Díaz Ayuso ha esculpido una nueva organización a su imagen y semejanza, centrada en afrontar las elecciones municipales y autonómicas de 2023 alrededor de las críticas a Podemos, Más Madrid, el PSOE, y Pedro Sánchez, el presidente del gobierno.

Sin freno a la quiebra económica

“Además de gestionar, tenemos que atender a graves problemas en nuestro país”, ha recetado la nueva presidenta del PP de Madrid durante su rueda de prensa. “Tenemos el Gobierno más autoritario desde la dictadura”, ha seguido. “Erosionan las instituciones que nos hacen fuerte como país”, ha opinado. “España se dirige sin freno a una quiebra económica: el sectarismo del mal socialismo solo esta siendo superado por su incompetencia”, ha continuado. Y ha rematado: “La solución para España esta en el PP, y especialmente en el PP de Madrid”.

No ha sido una referencia menor. La convivencia entre Alberto Núñez Feijóo, el nuevo presidente del PP nacional, y Díaz Ayuso, entronizada ya como líder con poder omnímodo en Madrid, marcará el futuro de la formación conservadora. Tras la guerra civil abierta entre Pablo Casado y Díaz Ayuso, el partido mantiene heridas abiertas y no puede arriesgarse a un nuevo conflicto. Las elecciones andaluzas serán en junio. En menos de un año llegan las municipales y autonómicas. Y en el horizonte están las generales. Para todo ese ciclo electoral, el aviso lanzado este viernes por Díaz Ayuso a la nueva dirección del partido: el PP de Madrid debe jugar un papel clave, aportando el nervio de la batalla ideológica a la pausa centrada en la experiencia de gestión que ofrece el líder gallego.

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