Ayuso busca su sitio en el reino de Feijóo
Sin afines en la dirección del líder, la baronesa quiere presidir en mayo el PP de Madrid y lanzar una larga campaña para 2023 que medirá su relación con Génova
Marzo. Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, se ríe mientras Alberto Núñez Feijóo esboza una sonrisa rodeado por Alfonso Fernández-Mañueco y Fernando López Miras. Para cuando la presidenta de Madrid se une a sus homólogos de Galicia, Castilla y León, y Murcia, reunidos para la última conferencia de presidentes, la escena retrata cómo se repartirá el poder en el PP tras la caída de Pablo Casado. A falta de Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente de Andalucía, esa es la foto del quién es quién en la nueva etapa de la formación. Pero es un espejismo. Un mes después, Feijóo preside el PP y Ayuso no ha colocado a ninguno de sus afines en su dirección. “El trato no será de igual a igual, él es el presidente”, dice una fuente de su confianza. Así, el PP contiene el aliento igual que quien ve un thriller: la convivencia de dos líderes con muchas diferencias arranca con Díaz Ayuso decidida a seguir confrontando con Pedro Sánchez, con Vox al alza, un potente ciclo electoral a punto de empezar, y sin que se haya acabado la polémica por el contrato público que benefició al hermano de la presidenta.
“La presidenta es perdedora frente a sus ínfulas, no frente a la realidad: no se podía esperar otra cosa”, dice sobre las expectativas incumplidas de tener representación en la dirección una fuente que ha tenido responsabilidades de gobierno con el PP, y que conoce al detalle las entrañas del partido en Madrid. “Lo lógico es que Feijóo hiciera su equipo con quien le blindase y le ayude a llegar a La Moncloa. En los vicesecretarios no puede haber cuotas, deudas, ni leches. Fue uno de los problemas de Casado: a quienes hacen eso se los lleva el viento”, sigue este interlocutor. “Por eso Feijóo subrayó en su discurso que a los vicesecretarios los había elegido él, y eso dejó a algún consejero de Díaz Ayuso flipando, porque se esperaba estar en la dirección, a la que optaban Paloma Martín, Enrique Ossorio y Javier Fernández Lasquetty”, añade.
Una apreciación con la que coincide otro interlocutor con muchos quinquenios en el PP. “A Díaz Ayuso, con Feijóo, le va a pasar como a Esperanza Aguirre con Rajoy: tiene su territorio, pero nada más. Y ya se encargará el coordinador general, Elías Bendodo, de que no cree incendios”.
Pero en el PP nadie se llama a engaño, ni se hace el ofendido. Toca entenderse. El partido está instalado en una grave crisis. Vox está creciendo tanto que ha pasado de incómodo apoyo parlamentario a socio gubernamental: ha entrado en el Ejecutivo de Fernández Mañueco en Castilla y León y aspirará a hacerlo en el de Moreno Bonilla tras las próximas elecciones de Andalucía. Desde 2018, cuando triunfó la moción de censura de Pedro Sánchez, el PP ha tenido tres líderes: Mariano Rajoy, Casado y ahora Feijóo. Y la proximidad de las elecciones andaluzas, unida a los comicios municipales y autonómicos de 2023, no dejan espacio para más cuitas como la que acaba de desangrar el partido.
Feijóo sabe que necesita el tirón electoral de Díaz Ayuso. Feijóo sabe, además, que necesita el tirón electoral de Díaz Ayuso. La estrategia de la dirección nacional del PP con la líder madrileña es dejarle campo abierto en Madrid, apuntan fuentes de la cúpula. Ayuso liderará el PP de Madrid y hará sus equipos sin que el barón gallego trate de interferir, pero a cambio él hará su estrategia sin contar con la influencia de Ayuso, informa Elsa García de Blas. El líder se mantuvo firme a pesar de la voluntad que ella tuvo de aupar a su hombre fuerte, Alfonso Serrano, según fuentes conocedoras de las conversaciones para armar la cúpula de Feijóo
Díaz Ayuso, por su parte, sabe que la guerra con Casado le ha restado apoyos internos, y que aún está abierta la investigación de la Fiscalía sobre el contrato de la Madrid con una empresa que le permitió ganar más de 55.000 euros a su hermano. Toca arrimar el hombro a la causa común. Por ahora, ya que la política de pactos con Sánchez que explora Feijóo, y la de oposición frontal de Ayuso (”yo no pacto con el desastre”, dijo este jueves), puede que haga saltar chispas.
“No entiendo que (Díaz Ayuso) haya salido derrotada (en el congreso nacional)”, afirmó esta semana Bendodo, el nuevo coordinador y portavoz del PP. “Madrid es una plaza fundamental para construir una alternativa en España, y el primero que lo sabe es el presidente Feijóo: uno de los principales activos electorales que tiene este partido es Isabel Díaz Ayuso”
“Feijóo tiene experiencia e inteligencia y hará como presidente nacional lo que él pedía como autonómico”, predice un colaborador de Díaz Ayuso sobre el margen de acción que espera tener la presidenta regional en Madrid (”manos libres”, dicen en su entorno).
Así, la baronesa entiende que el líder nacional ha escuchado hasta ahora sus peticiones. El congreso de Madrid, en el que Díaz Ayuso asumirá la presidencia del partido regional, aunando el poder institucional y orgánico, será lo más rápidamente posible (previsiblemente, a finales de mayo). Eso, al mismo tiempo embarcará a la formación en una triple tensión.
Primero, el cónclave supondrá previsiblemente la salida de figuras clave hasta ahora en Madrid, como la secretaria general autonómica, Ana Camins, íntima de Casado.
Luego, la entronación de Díaz Ayuso como presidenta del PP regional la reforzará para discutir con Génova la elaboración de las listas electorales de 2023. Feijóo ya ha incluido en su Ejecutiva a las caras visibles del partido en municipios que el PP aspira a recuperar de manos del PSOE (como Alcalá de Henares, San Sebastián de los Reyes o Parla), pero son tradicionales los roces entre Génova y la Comunidad por la colocación de los afines en los puestos que aseguran un sueldo público.
Finalmente, Díaz Ayuso quiere usar mayo como el arranque de una larga precampaña camino de 2023: coinciden el acto del día de la Comunidad (2 de mayo), la celebración del primer aniversario de su triunfo electoral del año pasado (4 de mayo), el año santo jubilar de San Isidro (15 de mayo) y el congreso de Madrid (a finales de mes).
Un Feijóo opacado por Díaz Ayuso
Esa cadena de actos en primavera hará que la presidenta de Madrid acapare los focos como cara más mediática del PP, mientras el nuevo líder decide si da o no el salto a la política nacional como senador (lo que le permitiría confrontar con Sánchez en la Cámara Alta). Será la primera oportunidad para examinar cómo es la relación entre los dos líderes y sus equipos: Miguel Ángel Rodríguez y Alfonso Serrano (portavoz parlamentario del PP en Madrid) tendrán la misión de que con Bendodo y Cuca Gamarra (la nueva secretaria general nacional) no se reproduzca la malísima dinámica que hubo con Teodoro García-Egea, el número dos de Casado.
“La presidenta lo que quería es que la dejaran trabajar, sentir el apoyo de la dirección, y eso ya lo tenemos”, analiza otro político que dialoga diariamente con la baronesa regional. “No va a haber ningún problema, por mucho que se enrede”, añade, en referencia a las dudas internas que despierta el choque de estilos de los líderes; sus políticas distintas (en fiscalidad, colaboración público privada o presencia mediática); o la agenda nacional de la baronesa, que el viernes le llevó al País Vasco, como antes a Cataluña, para presentar un proyecto político que siempre ha defendido circunscrito a Madrid.
“En Galicia, Feijoo ha tenido agenda nacional e internacional, como otros presidentes autonómicos, constantemente. No habrá ningún problema con eso”, presuponen en el círculo de Díaz Ayuso, que reiteradamente ha negado la posibilidad de una crisis de gobierno destinada a marcar un punto de inflexión de cara a los comicios del próximo año, y que permitiría, además, sacar del Ejecutivo a los consejeros casadistas (como David Pérez y Carlos Izquierdo) con la excusa de hacerles candidatos municipales.
Queda apenas un año para las elecciones municipales y autonómicas de 2023. Nadie sabe cuál será el resultado. Pero una cosa es segura: todo indica que el ciclo electoral servirá para subrayar las diferencias entre Feijóo y Díaz Ayuso, porque el líder gallego ha llegado dispuesto a llegar a acuerdos con el presidente del gobierno, mientras que el gran motor de la campaña de la baronesa volverá a ser la confrontación con Sánchez.
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