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Matilde Ferrer, experta en rosas: “Los madrileños pueden estar orgullosos de tener rosaledas como la del Parque del Oeste y El Retiro”

La empresaria valenciana continúa con el negocio familiar, cuyo objetivo es cultivar y obtener nuevas variedades de este conocido grupo de arbustos espinosos

Matilde Ferrer en la rosaleda de L'Hay-les-Roses, cerca de París.
Matilde Ferrer en la rosaleda de L'Hay-les-Roses, cerca de París.Matilde Ferrer
Eduardo Barba

Matilde Ferrer (Alaquàs, Valencia, 73 años) es parte viva de la historia de la rosa en nuestro país. En su vivero valenciano, Rosas Ferrer, ha producido docenas y docenas de variedades de esta flor desde los años 40 del siglo pasado, que han engalanado los jardines de medio mundo. Llevada por esta pasión, se adentra un poco más en este maravilloso mundo delicado, lleno de perfume e historia.

Pregunta. ¿Por qué la rosa ha atrapado desde hace siglos el deseo y la imaginación del ser humano?

Respuesta. Sin duda, la rosa es la flor más bella del universo. Ha estado presente desde tiempos inmemoriales en los jardines, tanto para usos medicinales como con fines ornamentales.

P. Cuéntenos cómo es el proceso para obtener una nueva variedad ornamental de rosa.

R. En primer lugar, debemos partir de unos objetivos claros. Es decir, qué pretendemos conseguir con una nueva variedad, bien hibridando diferentes especies o mediante cruzamientos de variedades de la misma especie. Para ello, hay que disponer de los parentales o progenitores adecuados. Entonces, realizamos la fecundación manual de unas rosas con otras. Una parte muy importante es el proceso posterior de selección. Hay que dedicar mucho tiempo en las sucesivas selecciones de las plántulas obtenidas de dichas fecundaciones. Obtener una nueva variedad de rosas supone entre 5 y 10 años de trabajo. Y, después, que la suerte nos ayude.

P. Una frase muy repetida por la persona profana es la de “las rosas de ahora ya no huelen”. ¿A qué se debe la pérdida de esta cualidad en tantas variedades?

R. La pérdida del perfume de las rosas está, lamentablemente, provocada. Y esto tiene relación con las rosas que deben viajar grandes distancias, a diferencia de las rosas de proximidad que yo tanto defiendo. Las rosas que viajan en avión en cajas cerradas, si tuvieran perfume, exhalarían unas sustancias volátiles que las deterioran. Es decir, cuando las rosas están cerradas en cajas, perfume y durabilidad son casi contradictorios. Para el mercado de rosas de corte de procedencia lejana, se ha optado por la durabilidad, no por el perfume.

P. ¿Por qué hemos dejado de cultivar en los jardines las rosas antiguas, tan bellas y perfumadas?

R. William Robinson, en su libro The Wild Garden, publicado a finales del siglo XIX, ya propugnaba la utilización de las rosas antiguas, incluso rosas silvestres, en sus propuestas de un jardín salvaje. Es un gran tema, actual y muy interesante. Existe una gran diversidad entre las rosas antiguas. Yo soy muy partidaria de recuperar la utilización de las rosas antiguas en los jardines públicos.

P. En Madrid contamos con dos rosaledas en jardines públicos muy queridos por los madrileños, como son la del Retiro y la del Parque del Oeste.

R. Efectivamente, los madrileños pueden estar orgullosos de tener estas dos rosaledas. La Rosaleda del Parque del Oeste es ejemplar. Está situada en un entorno muy atractivo y además es muy completa, contiene todo tipo de rosales silvestres, antiguos y rosales modernos, y muy bien cultivados, gracias al buen trabajo de la responsable de la rosaleda, Rosa Fernández, y de su equipo. Es sede de un importante concurso Internacional de Rosas Nuevas, al que acuden anualmente obtentores de todo el mundo. Ha sido reconocida por la WFRS como Jardín de Excelencia. Recientemente se ha instalado una colección de rosales antiguos en un itinerario en la parte superior del recinto, de gran interés paisajístico. Conviene no perdérselo.

P. ¿Qué errores más comunes cometemos en el cuidado de nuestras rosas?

R. Tres muy sencillos: no regar adecuadamente, podar en exceso y, probablemente, no abonarlos en el momento apropiado.

P. ¿Y qué rosas nos recomienda que podamos cultivar en un macetón de una terraza en Madrid?

R. Hoy en día, existen muchas variedades de tamaño medio, de los llamados floribundas, que reflorecen la mayor parte del año y que son muy vigorosos, resistentes y de fácil mantenimiento. Por ejemplo, las variedades The Fairy, Concha Espina, Margarita Salas o Zepeti.

La rosa 'Setsuko Thurlow', obtenida por Matilde Ferrer.
La rosa 'Setsuko Thurlow', obtenida por Matilde Ferrer.Matilde Ferrer

P. ¿Cuál es el sueño de una obtentora de rosas como usted?

R. La actividad de una obtentora, al menos la mía, debe estar presidida por el realismo y la sensatez. Con mis nuevas rosas no voy buscando, específicamente, la “novedad”, sino obtener flores sencillas, que en su conjunto ayuden a reintroducir el color en los espacios verdes urbanos y que representen, sobre todo, la biodiversidad, el equilibrio, la sanidad y la resistencia. No se trata de “deslumbrar” sino de obtener un producto funcional, eficaz y sostenible. Cosa que hoy en día es fundamental.

P. Para terminar, ¿nos despide con alguna rosa muy querida por usted?

R. Como criadora de rosas, tengo muchas. A veces lo difícil es desprenderte de alguna nueva rosa que no cumple con todas las expectativas de nuestro programa de selección. En estos momentos de guerra, tengo especial cariño por una rosa obtenida por mí, dedicada a Setsuko Thurlow, superviviente de Hiroshima, activista por la paz y premio Nobel por su lucha contra las armas nucleares. A esta rosa, Setsuko la denomina cariñosamente la Rosa de la Esperanza.

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Sobre la firma

Eduardo Barba
Es jardinero, paisajista, profesor de Jardinería e investigador botánico en obras de arte. Ha escrito varios libros, así como artículos en catálogos para instituciones como el Museo del Prado. También habla de jardinería en su sección 'Meterse en un jardín' de la Cadena SER.

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