Retrato de Alberto García-Alix y una injusticia a miles de kilómetros de distancia
Dos documentales se proyectan estos días en la capital: uno dedicado al fotógrafo leonés y el segundo a la lucha de Arica (Chile) contra la multinacional sueca Boliden
El artista Nicolás Combarro (A Coruña, 42 años) conoció a Alberto García-Alix (León, 65 años) en el año 1999, en un cementerio, el de Bonaval de Santiago de Compostela, cercano al Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC). Casi un cuarto de siglo los separa, pero sus diferentes formas de entender la fotografía hicieron que se engancharan el uno al otro. Aunque fue pocos años después, cuando se hicieron íntimos amigos. Ocurrió en un momento en el que García-Alix se sometía a un doloroso tratamiento para salvar su hígado. Entonces, Combarro se convirtió, además de en su “ángel de la guarda”, en comisario de una de sus exposiciones. Fue la primera de muchas. Luego, ya siendo experto en su obra y en su persona, decidió rodar un documental sobre el que es su referente y con el que comparte una distinción profesional. Ambos son de los pocos españoles que han expuesto en la Maison Européenne de la Photographie de París.
La película Alberto García-Alix. La línea de sombra, rodada en el año 2017, da buena cuenta de esa cercanía entre los dos. Es una mirada cruda y directa a uno de los autores más importantes del panorama fotográfico nacional; un referente de toda una generación criada en la España de los años setenta y ochenta. Se proyecta de nuevo el viernes 21 de enero en el CaixaForum de Madrid, dentro de su ciclo Sala C: cine, creación y arte contemporáneo, que recupera, una vez al mes, un documental dedicado a un creador. El particular retrato de García-Alix de 82 minutos de duración es un testimonio de las luces y las sombras que el artista ha atravesado en su vida y su obra. Narrada con intimidad y desde su estudio, plantea un diálogo entre presente y pasado.
Qué: proyección de Alberto García-Alix. La línea de sombra. Cuándo: viernes 21 de enero a las 21.00 horas. Dónde: CaixaForum Madrid (Paseo del Prado, 36). Precio: 6 euros.
Regreso a Arica
Lars Edman, un joven sueco de origen chileno, y William Johansson se conocieron como estudiantes de la escuela de cine. Allí es donde supieron de los problemas que la multinacional Boliden, cuya sede se encuentra en su propia ciudad, estaba generando a miles de kilómetros de distancia. Desde la década de los ochenta, la compañía minera se desprende de los desechos tóxicos que genera trasladándolos a la otra punta del planeta. Los deposita en Arica (Chile). Allí, deberían ser procesados, pero muchos de ellos terminan enterrados a las afuera de la ciudad. Desde entonces, esa zona de América Latina ha sufrido un elevado incremento de cánceres, abortos y nacimientos de bebés con malformaciones.
Los dos cineastas decidieron trasladarse hasta allí y conocer de primera mano a las personas que sufren desastrosas consecuencias para que su región en Suecia genere riqueza. Lo resumieron en un documental titulado Toxic Playground, estrenado en 2010. Su investigación contribuyó a que la todopoderosa empresa terminara dando explicaciones en los tribunales sobre un hecho que había ocultado durante años. Ahora, el dúo de directores presenta una nueva película, Arica, que se proyecta este martes en la Cineteca. En ella regresan al mismo lugar para hacer seguimiento, tiempo después, de este enfrentamiento entre un humilde vecindario chileno y un gigante del capitalismo europeo. Esta vez registran el juicio interpuesto a Boliden que transcurrió en Suecia entre 2017 y 2018. En España, se conoce su nombre por el desastre ecológico en el parque natural de Doñana, que contaminó el río Guadiamar en 1998 tras un derrame tóxico de la multinacional.
Mientras que Johansson se mantiene en la sombra, Edman vuelve a ponerse frente a la cámara como inevitable nexo en común entre los dos países. Fue dado en adopción siendo muy pequeño y, cuando visitó Chile por vez primera junto a sus padres suecos siendo un adolescente, decidió aprender español, explica él mismo en conversación telemática a través de Zoom. En Arica, como ocurría en Toxic Playground, vuelve a ser un personaje más de esta lucha a todas luces desigual.
Este nuevo documental, “no es exactamente una secuela porque puede entenderse sin haber visto la película anterior”, puntualiza Johansson al otro lado de la pantalla. En él se reencuentran con Yoselin, la niña residente en Arica que conocieron en su visita anterior. También con Rolf Svedberg, el exresponsable medioambiental de Boliden que contribuyó a que los residuos terminaran en Chile y que les acompañó en ese primer viaje. Como recuerdan los directores, un grupo de relatores especiales de la ONU ha denunciado el abuso continuo contra los derechos humanos ante lo que expone esta película.
Qué: proyección de Arica. Cuándo: martes 11 de enero a las 19.30 horas. Dónde: sala Azcona de la Cineteca del Matadero de Madrid. (Plaza de Legazpi, 8) Precio: 3,5 euros.
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