Test de antígenos a 4,50 euros en el bazar chino, el producto estrella de venta ilegal

Las naves industriales conforman uno de los bazares chinos más grandes de Europa en el polígono Cobo Calleja, en Fuenlabrada (Madrid). Uno de estos grandes almacenes acoge a más de 60 importadores de la venta al por mayor. Las tiendas de ropa, juguetes, joyas y tecnología se han convertido en escaparates de mascarillas de colores infinitos y estampados inimaginables. Sin embargo, el nuevo producto estrella de estos bazares chinos son los test de antígenos a 4,50 euros. A primera vista, no hay indicios de que en este lugar se vendan las pruebas de coronavirus. Pero, solo hay que fijarse un poco para darse cuenta de que al lado del mostrador de uno de los puestos hay dos cajas de cartón con 600 test de la marca Hotgen, cuyo precio alcanza los 7,95 euros en las farmacias. Aquí, se venden de manera ilegal por la mitad. Si hay suerte y la encargada simpatiza con el cliente, puede incluso rebajar el precio a cuatro euros.

La mujer, que coloca las mascarillas en la estantería, dice que gana “muy poco” pero no especifica el precio por el que compra la mercancía. “Me da miedo decirlo porque no tenemos permiso para venderlos”, admite. “¡Así que shhh!”, ordena. Introduce los test en una bolsa de plástico y cuenta que hace unos minutos una mujer se ha llevado 60 pruebas: “Viene mucha gente que necesita test para su familia en Navidad porque en las farmacias son muy caros”. Las pruebas vienen de China y están homologadas por la Comunidad Europea, aunque el local no cuenta con la autorización para su venta.

Ella asegura que en otra caja tiene “muchos más” en paquetes de cinco. Cinco pruebas salen a 22,50 euros, 20 si hay suerte. En este punto de suministro ilegal, al regateo se le suman sus exclusivas ofertas. Si se compran cantidades más grandes, el precio por test se reduce 50 céntimos. Es decir, 20 pruebas saldrían a 80 euros. El negocio, en el que trabaja con sus dos hijos, está abierto hasta las siete de la tarde.

Las unidades se reponen cada día. Sin embargo, la empleada advierte de que se venden muy rápido. Por eso, apunta en un papel su número de teléfono para cualquier duda que le pueda surgir al comprador o por si tiene amigos que también estén interesados y quieran llamarla: ¿Cuándo llegarán más? ¿Cuándo puede venir? ¿Cuántos les quedan?

Aunque se puede pagar en tarjeta, ella prefiere que se pague en efectivo. Al realizar la compra, no entrega ningún recibo. Solo concede la copia del datáfono sin especificar el concepto. Pero, informa de que hace facturas si el cliente lo solicita.

Dar con uno de estos locales es como jugar al escondite. Todos saben quién vende, pero la mayoría no se atreve a delatar el negocio ilegal de sus vecinos. Para encontrar el lugar hay que callejear, entrar en los establecimientos y probar suerte: “¿Tenéis test de antígenos?”. La mayoría lo niega. Algunos fruncen el ceño y confusos contestan: “¿Test? No, aquí no hay”. Otros confiesan saber que sí hay locales donde se venden, pero dicen que se acabaron hace semanas.

En una de las tiendas de ropa de la avenida principal, la empleada asegura que todas las tiendas especializadas en mascarillas tienen test de antígenos. En esta zona industrial, a la que se accede por la carretera A-42 en dirección a Toledo, hay varias tiendas especializadas en mascarillas quirúrgicas y FFP2. Pero, ningún cartel indica que se vendan pruebas de coronavirus.

En una bisutería en la que el mínimo de compra al por mayor es de 500 euros también se venden mascarillas. Sin embargo, las dependientas responden con evasivas que no venden nada de eso: “Nosotras solo trabajamos. Eso en las farmacias”.

En esta área no hay ninguna farmacia, que es el único lugar autorizado por el Gobierno para la venta de pruebas diagnósticas sin receta médica. Aunque sí hay una parafarmacia, cuya empleada insiste en que ahí no se venden. A 300 metros, la calle de Bembibre, donde se encuentra el centro comercial China Center acoge locales de todo tipo, desde restaurantes hasta tiendas de ropa, juguetes y productos tecnológicos. Este es uno de los lugares más transitados del polígono industrial, donde se encuentra la tienda Ye Shouing, que vende test de antígenos a 4,50 euros. Los compradores entran y salen de la gran nave de techos altos cargados con grandes bolsas.

Luis González, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, asegura que se ha detectado la venta de estas pruebas en otros establecimientos: “No sabemos quién los fabrica ni cómo han llegado al mercado. La fiabilidad es totalmente desconocida”. El farmacéutico define la situación como preocupante, pero se aventura a declarar que “pasará lo mismo que con la mascarilla, que acabarán vendiéndose en todo tipo de negocios como supermercados y tiendas”. Sin embargo, los test de Cobo Calleja son los mismos que los que se venden en algunas farmacias, como ha podido comprobar este periódico.

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