Rancheras y boleros en ‘Crónico’, una terapia musical para superar el desamor
La comedia, dirigida por José Maya, recorre los grandes éxitos de Chavela Vargas en el teatro Fernán Gómez hasta finales de octubre
Sarapes coloridos, chupitos de tequila y rancheras mexicanas se presentan como la mejor medicina para recuperarse de lo que algunos consideran una enfermedad crónica, el desamor. Crónico se estrena este jueves en el Teatro Fernán Gómez de Madrid. La comedia, escrita por Mariano Rochman y dirigida por José Maya, representa un divertido viaje en la búsqueda de la sanación emocional del protagonista.
Un diván rojo preside el escenario. En un carrito con ruedas hay una botella de tequila, dos vasos de chupitos y una caja de pañuelos. ¿Quién no ha pasado por un amor incomprendido? Totalmente desvalido, Daniel intenta superar a su expareja. Para ello, acude a la terapia de Alejandra, interpretada por la actriz Gloria Albalate, que utiliza técnicas poco convencionales a través de la música y el baile bajo una única regla: “Hay que ser más bolero y menos tango”. El baile rioplatense con compás de dos por cuatro se convierte en una canción melódica y lenta de tema amoroso. La especialista utiliza una terapia musical que escenifica el mundo interior de Chavela Vargas, que según Maya “tenía una forma de vivir muy al límite y absolutamente pasional”.
Sentado en una silla dispuesta sobre un corazón negro gigante con trazos rosas en el suelo, Daniel se pregunta si lo ha hecho todo mal. Alejandra mueve una larga cuerda de colores con nudos y le pide al protagonista que elija un bolero. Su elección es Piensa en mí. Lee la letra en voz alta y se echa a llorar desconsoladamente porque quiere volver con Marta, su última novia. La terapeuta le obliga a cambiar la letra de los versos. La potente voz de Albalate inunda la habitación. “Acaríciame el sueño” pasa a ser “No me toques el pelo”. Técnica de impacto musical regresivo, así bautiza la terapeuta el tratamiento que se ha inventado y está probando con Daniel.
Rochman se desnuda emocionalmente en el escenario, mientras Albalate oculta una actividad extraña que conduce a episodios absurdos y disparatados. “La obra representa una crítica a las terapias alternativas”, explica el argentino. Sobre el escenario destaca una calaca blanca, una figura de una calavera típica del festival del Día de Muertos en México. Esta simboliza el estado de ánimo del protagonista, que se siente abatido por una dolorosa ruptura amorosa. Daniel, interpretado por Rochman, acude a terapia para recuperarse de un triste desamor. Pero, la médica utiliza métodos innovadores y desconcertantes para que este logre vencer su dolor.
Con un vestido de color verde y bordados geométricos, la actriz deleita a los espectadores con boleros y rancheras de una de las figuras más importantes de la música mexicana, Chavela Vargas. Alex Tatnell la acompaña con música en directo sobre el escenario. Junto a una guitarra y una trompeta, el músico interpreta los éxitos de la artista. La primera canción que se escucha en el escenario es Piensa en mí. La obra recorre la carrera musical de Vargas a través de La Llorona, Adoro, Las simples cosas y Volver, entre otras composiciones. El protagonista, interrumpido por su propio llanto, pronuncia la letra que tiene escrita en unas cartulinas blancas que sujetan sus manos: “Y a ti también te suelto y te me vas ahorita”.
Alejandra rompe los esquemas de Daniel. Un personaje muy organizado, estructurado y pulcro. Ella quiere trasmutar en Chavela Vargas a través de su misticismo. Ya lo decía la cantante: “El desamor siempre es un problema”. ¿Hasta dónde será capaz de llegar el protagonista para sobrepasar la soledad que le espera después del amor? Entre canciones que hablan de amor y desamor, el protagonista se da cuenta de que a veces está bien dejarse llevar y perder un poco el control. Albalate, que desfila con un rebozo a rayas de colores vivos amarillos y rojos, y Rochman, con un traje de charro negro y un sombrero de ala ancha, brindan a la vida con un chupito de tequila. “Salud, que el tequila se lleve lo que tenga que llevar”, recitan ambos entre risas.
Cuándo: del 14 al 31 de octubre. Dónde: De martes a sábado a las 20.30 horas o domingos y festivos a las 19.30 en el Teatro de Fernán Gómez (Plaza de Colón, 4). Precio: desde 15 euros.
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