Una galería de arte en el Metro de Madrid
El suburbano publica una guía por las más de 140 obras que desvelan la historia de la capital en los pasillos subterráneos en una app y en la web
Los pasillos, vestíbulos y andenes del Metro de Madrid esconden auténticos tesoros. Algunas de estas obras se conservan desde hace más de un siglo. Las más recientes convierten el suburbano en un gran escaparate del arte contemporáneo. Son más de 140 trabajos artísticos repartidos por la red del suburbano, con casi 300 kilómetros de extensión y más de 300 estaciones. Entre ellas, murales, esculturas, fotografías, mosaicos e incluso, estaciones tematizadas, que bien merecen la visita de los usuarios. Metro también cuenta con varios museos en el interior de sus instalaciones, como la Nave de Motores de Pacífico o la antigua estación de Chamberí, que trasladan al visitante a los años cincuenta con bajar unos escalones. Por eso, Metro de Madrid ha creado una guía de los principales puntos de interés cultural que estrena en la app oficial y en la web de Metro.
Los últimos murales se inauguraron a finales de septiembre en la estación de Colombia. La obra de varios artistas colombianos decora las paredes de la línea 9 del suburbano madrileño con colores alegres. El largo pasillo acoge pinturas inspiradas en la cultura colombiana con elementos característicos del país latinoamericano como un gran acordeón rojo, una bandola amarilla y granos de café. La obra Colombia diversa y vital pertenece al artista Gabriel Calle Arango. El artista ha realizado más de 500 murales en diferentes países. La pieza Origen de las manos es de Vértigo Graffiti, un colectivo formado por Camilo Fidel López, Ricardo Vázquez y Santiago Castro, que se dedica a proyectos de arte en espacios públicos y festivales internacionales.
Una viñeta de colores ocre de ocho metros de anchura adorna la estación de Plaza de Castilla. El mural, dispuesto en un largo corredor, representa una escena de la vida cotidiana con la que se busca homenajear a uno de los colectivos más castigados durante la pandemia, los mayores. La obra es del ilustrador valenciano Paco Roca. En él aparecen personas mayores de la mano de niños y familiares en un parque verde y frondoso.
Metro también incluye un espacio especial dedicado a la música. El gran mural de 300 metros que preside la estación de Paco de Lucía es un homenaje al compositor español. En él predominan las líneas curvas, los tonos pastel y los colores vibrantes de las figuras geométricas y formas estrelladas que rodean la imagen central de Paco de Lucía. La obra, realizada por Okuda y Rosch333, lleva por título Entre dos universos, en referencia al famoso Entre dos aguas del guitarrista.
Una de las estaciones más impactantes es la de Arganzuela-Planetario, decorada por Carlos Alonso y Luis Sardá. En referencia a su proximidad con el Planetario de Madrid, está encabezada por una gran esfera a semejanza de un cuerpo celeste. Acompañan a este planeta, varios astros de diferentes tamaños y colores suspendidos del techo de la estación y situados a distintos niveles.
Igual de llamativa es la obra de Carlos Alonso y Luis Sardá, en la estación Hospital 12 de Octubre, que reúne 12 figuras humanas, la mitad masculinas y la mitad femeninas, que, en una sobrecogedora holografía enlazan sus manos como si bailasen una danza inmersa en humores, tejidos, músculos y huesos. Se titula Humani Corpori y representa un cuerpo humano observado desde diferentes perspectivas para provocar en el espectador la misma sensación que tendría al mirar una escultura.
Aunque puede que el viajero que se mueve con prisas nunca haya reparado en ellos, Metro también esconde algunos objetos llamativos entre sus pasillos y vestíbulos. Es el caso del tranvía 447 que cubría el trayecto entre Serrano y Sol, y que se encuentra en el vestíbulo de Pinar de Chamartín. Perfectamente conservado, se encuentra sobre raíles instalados en pavimento adoquinado.
Entre los murales más castizos de la red, se aprecia el de la estación de La Latina, realizado por el arquitecto y dibujante David Cárdenas. Se trata de un homenaje a la actriz Lina Morgan, que nació y vivió en el barrio y fue dueña e impulsora del teatro que lleva el mismo nombre que la estación. Es una composición construida con 2.310 piezas de cerámica pintada, donde destacan diferentes localizaciones vinculadas a episodios de la vida de la artista, desde la calle de Don Pedro, donde nació, hasta el teatro de La Latina.
Otro de los tesoros más longevos escondidos en el suburbano es el mural publicitario de la estación de Sevilla. Esta obra, completamente restaurada, está realizada con azulejos blancos. Una mujer ataviada con ropa de los años veinte del siglo pasado anima a los viajeros a utilizar Jabón sales de Carabaña. Insuperable para la piel. Dentro de esta histórica estación, también se aprecian planos y fotografías antiguas de Madrid reproducidas a gran escala.
Los rincones más característicos del emblemático parque del Retiro, como el templete de música, el estanque o los columpios, se ven reflejados en las paredes de su estación. En esta composición los personajes se refrescan, pasean o juegan al dominó en alguno de los quioscos tradicionales. La obra es una creación del artista Antonio Mingote. Desde el año 2019, también la estación de Rubén Darío cuenta con una serie de viñetas que el dibujante dedicó a Metro a lo largo de su carrera. A partir de trazos en blanco y negro, el artista dibuja a varios viajeros saliendo de la parada del metro frente a una decena de coches parados en la carretera.
Las obras que esconde el suburbano hacen que las instalaciones del medio de transporte se conviertan en un gran museo, que ofrece un recorrido visual y colorista por la historia de la capital. Ahora, también desde Internet.
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