Puje para decorar su casa como el hotel Villa Magna
El establecimiento subasta 3.200 piezas de decoración y muebles, algunos conservados desde los años setenta
El hotel Rosewood Villa Magna subasta 3.200 piezas de decoración y mobiliario a finales de este mes. Su exposición estará abierta hasta el 25 de septiembre, dos días antes de la puja, en el número uno de la calle de Marqués de Villamagna. La suntuosa sala, que cuenta con una escalera tapizada con detalles florales, acoge muebles de hasta 50 años de antigüedad. La apertura del hotel, ahora cerrado por obras de reforma, se prevé el próximo mes de octubre. Mientras los operarios trasladan el nuevo mobiliario al hotel de lujo, los clientes asisten a la exposición de las piezas exclusivas de sus 150 habitaciones.
Este hotel de cinco estrellas se construyó en 1870 sobre los cimientos del Palacio de Anglada, obra del arquitecto Emilio Rodríguez Ayuso y residencia del Duque de Anglada y los Marqueses de Larios. Casi un siglo después, el edificio fue demolido. El hotel, inspirado en la funcionalidad y sencillez arquitectónica de Le Corbusier, abrió sus puertas en 1972 en el Paseo de la Castellana. De esa época, aún se conservan algunos cuadros, mármoles y telas de “una calidad excepcional”, según Jaime Mato, consejero delegado de Ansorena, la empresa encargada de la subasta.
Entre los muebles originales, se encuentra un biombo oriental de madera laqueada en negro. Sus 12 hojas están decoradas con formas florales y un enorme castillo japonés de trazos dorados. El precio de salida de esta pieza única es de 3.000 euros. El precio inicial de las piezas oscila entre los 40 y los 5.000 euros, aunque “lo lógico es que los precios suban notablemente durante la subasta, llegando incluso a multiplicarse por veinte”, explica Mato.
Un elegante piano de cola negro mate con ruedas doradas preside la entrada del establecimiento: “Hay rumores de que Lady Gaga tocó este instrumento”, comenta Belén Puente, la responsable de comunicación de Ansorena. El Villa Magna ha sido la residencia de varios famosos. En la boda de los Príncipes de Asturias se hospedaron aquí la Reina de Jordania, los Reyes de Bélgica, Guillermo y Máxima de Holanda. También, Julio Iglesias, Tom Cruise, Gregory Peck o Charlton Heston se han alojado en el establecimiento.
La empresa, dedicada a la venta de arte decorativo y joyas, abrió en 1845. Hace tres años, la casa organizó la subasta del mobiliario del Ritz en la Fundación Carlos de Amberes. “Los hoteles nos ceden las piezas. Nosotros hacemos la exposición y enviamos un catálogo a los coleccionistas”, explica Puente.
Desde hace más de 30 años, casi todo lo que compro son piezas de subastas. Yo compré los muebles para mi casa en la subasta del RitzJusto Rodríguez, asistente a la exhibición
La mayoría de los asistentes a la exhibición son clientes que participarán en la puja, que se celebrará el próximo 27 de septiembre en la calle de Alcalá. “Desde hace más de 30 años, casi todo lo que compro son piezas de subastas. Yo compré los muebles para mi casa en la subasta del Ritz, aunque también compro joyas, cuadros y relojes”, cuenta Justo Rodríguez mientras echa un vistazo a un cabecero de madera barnizada en caoba y realces dorados procedente de la suite real del hotel. Puente prevé que las piezas más solicitadas sean los muebles de estas habitaciones, además de las lámparas y las mesas y sillas de terraza.
Los productos se presentan por lotes. Entre los más de 650 conjuntos, se encuentran mesillas de noche y lámparas en forma de ánfora en resina. “Vengo a buscar muebles de jardín y lámparas pequeñas”, cuenta Concepción Albariño, que se considera una aficionada de las subastas. Aunque, no todos los curiosos tienen la misma experiencia que Albariño. “Yo soy novata en esto. Simplemente, quiero cambiar un sofá y estoy valorando si me sale más barato comprar uno aquí que tapizar el que tengo”, comenta Marta Ibáñez.
Los muebles proceden de distintas galerías y tiendas de antigüedades de Londres y París, entre otros países europeos. La reforma que se hizo en 2009 fue encargada al decorador de interiores Thomas Urquijo. El mobiliario original del Magnum Bar recuerda a Nueva York en los años 50, con el surgimiento de los estudios amplios de ladrillo visto con grandes cuadros y piezas metálicas. Algunas de las creaciones de arte fueron realizadas por artistas españoles como Javier Sol. De las paredes del salón, cuelgan varios cuadros minimalistas de colores pastel que en su día decoraron los pasillos del hotel Villa Magna.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.