Los 476 puntos que suponen una amenaza de muerte para el lobo ibérico en la A-1
La Fiscalía de Madrid denuncia a OHL y Construcciones Elsan S. A. por la “absoluta” falta de mantenimiento de la vía que provoca atropellos de especies protegidas del Parque Nacional de Guadarrama
Cada cierto tiempo y desde 2016 Raúl Ablanque y su equipo de biólogos, ambientalistas y “autodidactas” recorre el triangulo del Parque Nacional que queda encerrado entre la A-1, la nacional 110 y la M-608. Alrededor de 120 kilómetros. Lo hacen en busca de puntos que suponen una amenaza de muerte para el lobo ibérico y otras especies protegidas que viven en la zona. Inspeccionan en busca de vallado en malas condiciones por el que los animales cruzan estas vías y son atropellados. La entidad sin ánimo de lucro que él preside, Circinaria, Estudio y Conservación, ha documentado hasta 27 cadáveres de animales en los últimos cinco años. La Fiscalía de Madrid acaba de denunciar a las empresas encargadas del mantenimiento de la A-1, OHL y Construcciones Elsan S.A, por la “absoluta” falta de mantenimiento de la vía que, según su criterio, “genera un importante incremento del riesgo de muerte o lesiones no solo para los animales, sino también para los usuarios de la autovía”.
“El metal en algunos tramos está tan deteriorado que solo con tocarlo con la mano se destroza”, asegura Ablanque. “Desde hace algún tiempo, un par de furgonetas recorren la autovía para reparar algunas de ellas, pero eso no soluciona el problema, porque lo que hace falta es una reforma integral que, además, mejore las zonas de paso para los animales”, agrega. La mayor parte de los accidentes mortales se concentran entre el municipio de La Cabrera, que pertenece a Madrid y Cerezo de Arriba, en Segovia. En 2018, presentaron un informe con sus conclusiones al Ministerio de Fomento, encargada de las autovías, pero “cayó en saco roto”, asegura. En febrero de 2019, le hicieron llegar este análisis a la Fiscalía, que ahora ha decidido denunciar a las empresas concesionarias del mantenimiento.
En su escrito, el ministerio público les acusa de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y recuerda que, según el contrato firmado con Fomento, ambas compañías tienen “la obligación de revisar y mantener en buen estado el cerramiento o vallado de dicho tramo de autovía, reponiendo o reparando los elementos de la malla de cerramiento que se hubieran deteriorado”. La fundación Lobo Marley y el Observatorio de la Sostenibilidad identificaron a finales de 2020 los 50 tramos más mortíferos para los lobos, y el de la A-1 era uno de ellos.
Tras estudiar el informe de Circinaria, Estudio y Conservación, la Fiscalía pidió más información a la Dirección General de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Comunidad de Madrid. Esta le remitió un listado de atropellos de animales de los que se tiene constancia desde 2015. Según esta recopilación oficial, han muerto atropellados en el tramo que atraviesa el parque nacional siete lobos ibéricos, un gato montés y una gineta, así como caballos, vacas y otros animales domésticos.
También pidió más datos al Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid, quien informó de que, entre los meses de febrero y marzo de 2021, se habían detectado entre los términos municipales de Pedrezuela y de Somosierra, 476 puntos “con deficiencias en el cerramiento que permiten el paso de animales a la calzada de la autovía”. Para Circinaria, Estudio y Conservación, las salidas a los pueblos también son “un coladero por el que se meten los animales”. El lobo volvió a criar en esta zona en 2013 tras más de 60 años sin hacerlo.
“Nuestro listado, que incluye 27 atropellos fatales desde 2016, recopila lo que nos hacen llegar agentes forestales, el Seprona y los propios operarios de la carretera. Esta información muchas veces no llega a la lista oficial porque muchos cadáveres desaparecen. Cuando se embiste a un lobo ibérico hay que informar y hacer una autopsia y muchas veces esto no sucede. A veces también los confunden con perros”, detalla Ablanque, quien se lamenta de la falta de coordinación entre los diferentes agentes que operan en la zona que permitiría mantener un control sobre la problemática.
Problemas estructurales
“Esto se produce por una serie de problemas históricos de nuestras autovías: mal trazado, falta de pasos de fauna bien hechos y cerramientos en mal estado”, apunta Ignacio Martínez, presidente de la Asociación para la Conservación y el Estudio del Lobo Ibérico (Ascel). “El animal no es tonto y si quiere cruzar al otro lado de la autovía va a encontrar el modo de hacerlo, el problema es que se queda atrapado en medio”, señala Martínez.
El presidente de Ascel considera que la denuncia contra las empresas es un paso adelante, pero se pregunta por qué no se actúa contra las Administraciones encargadas de proteger a las especies. “Se debería exigir responsabilidades y preguntar al Estado y la Comunidad qué medidas se están adoptando, porque está claro que defender a la fauna no es una prioridad”, añade. Para esta asociación además, existe una infraestimación del número de accidentes mortales. “Cuando un animal se queda herido y muere días después, ¿quién lo contabiliza? Ni siquiera existe un listado oficial”, se queja.
La reparación de los cerramientos representa para los defensores del lobo ibérico la “solución más inmediata” para proteger a estos mamíferos y al resto de especies protegidas del parque. Pero aseguran que para evitar de forma más contundente los accidentes, hay que acometer una “reforma profunda”. Ablanque expresa un deseo: “Si el resultado del juicio es positivo, volveremos a presentar nuestro informe a Fomento, espero que esta vez sí nos atiendan”.
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