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KILÓMETRO CERO
Columna
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Ayuso y la playa

Aún no vemos el mar, pero ya hay chiringuito. Toni Cantó asume la misión de convertir a Madrid en “la capital europea del español”

Natalia Junquera
Toni Cantó e Isabel Díaz Ayuso se abrazan durante un acto de campaña electoral el pasado abril.
Toni Cantó e Isabel Díaz Ayuso se abrazan durante un acto de campaña electoral el pasado abril.Mariscal (EFE)

Hace unos días, sentada con Bertín Osborne, Isabel Díaz Ayuso dijo: “Madrid tiene de todo, salvo la playa. Bueno, ya lo arreglaremos con obras. A ver qué se me ocurre”. Parecía una broma, pero en cuanto salió de la entrevista se puso manos a la obra. Este miércoles, el Gobierno madrileño anunció la creación de la Oficina del Español, dependiente de la Consejería de Cultura. Aún no vemos el mar, pero ya hay chiringuito.

El objetivo, según el comunicado oficial, es “la promoción de Madrid como capital europea del español”. No será fácil. Habrá que competir con otras capitales europeas donde no se habla español, pero el Gobierno regional es optimista. “Tendría” – usan el condicional para no pillarse los dedos, por si fracasa- “grandes beneficios no solo en el ámbito cultural y académico, también en el turístico, económico y empresarial”.

Para la misión, el PP ha elegido al excandidato de UPyD y de Ciudadanos, así como exazote de “chiringuitos y enchufados” Toni Cantó. El también exactor se quedó el pasado abril fuera de las listas electorales y por tanto sin escaño porque renovar el DNI con dirección madrileña unos días antes del registro de candidatos era una treta audaz, aunque no lo suficientemente legal para formar parte del censo. Pero unos meses después vuelve a tener un sueldo público (75.000 euros anuales) para “reforzar el prestigio del español”.

La hemeroteca es cruel con todas las siglas, pero en el caso de Cantó, que cogió el carné de varias, podemos hablar de ensañamiento con ñ de España. Su timeline es una mina, un saco sin fondo de contradicciones: cuando criticaba a Ciudadanos desde UPyD; cuando criticaba al PP desde Ciudadanos; cuando criticaba a Ciudadanos ya vinculado al PP… Tiene el director de la flamante Oficina del Español incluso un discurso muy sentido explicando bien clarito a los populares sus condiciones para negociar un pacto; “Sobre todo, la eliminación de chiringuitos. Estamos cansados de ver cómo hemos tenido que pelear para retirar enchufados del PP y del PSOE y queremos que a partir de ahora lo que valga sea la meritocracia”. ¿Que la Generalitat valenciana hablaba de una agencia del cambio climático o un centro de control para la contaminación atmosférica? ¿Que alguien presumía del Instituto de la mujer para promover la igualdad efectiva? Allí estaba Cantó para gritar no pasarán.

Habrá aguafiestas que digan que ya existe el Instituto Cervantes, pero en puridad no se puede comparar ambas entidades. La oficina de Cantó, que intuyo que necesitará contratar a sus propios asesores, trabajará para que Madrid sea “la capital europea del español”, es decir, tiene un público distinto que el Cervantes, cuya misión es promover “universalmente” la enseñanza, estudio y uso del idioma desde las 88 ciudades en los cinco continentes en los que está presente. En todo caso, el comunicado del Gobierno regional ya anticipa “sinergias”.

Parece gracioso, y algunos memes y tuits de programas de humor sobre el asunto realmente lo son. Pero una vez reídos, conviene recordar a los verdaderos activos de la cultura, los que pelean a brazo partido para que una idea se convierta en película, obra de teatro, espectáculo, exposición o libro con los que aportar algo de alivio, un poco de luz en la negrura. Para ellos todo esto debe parecerse mucho a una broma pesada.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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