El álbum de los secretos más virales de Madrid se pasa al cine

Se dice que no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde, pero tal vez sería preciso anotar que tampoco se aprecia lo propio hasta que alguien más lo elogia. El blog escrito por Leah Pattem (35 años) ha propiciado ese efecto en Madrid desde su lanzamiento en el verano de 2016. Madrid No Frills (Madrid Sin Adornos) es un canal en el que Pattem retrata la capital desde su particular mirada, con un enfoque especial en el encanto y las historias de los bares tradicionales. Su estética y narrativa la han llevado a cultivar 23.000 seguidores en Instagram, tras 1.140 publicaciones, sin contar stories, que forman una hemeroteca de los rincones menos reseñados de Madrid. Ahora, sin embargo, se está diversificando. A través de una alianza con el medio digital Madrid Secreto ha lanzado Madrid Tal Cual, una serie de cortometrajes documentales para redes que replican la visión que la caracteriza.

La voz de Pattem introduce el primer video. Es, solo faltaba, sobre bares de barrio. Con un fuerte acento británico que no se borra con los años, la oriunda de Newcastle, pero madrileña por adopción, explica por qué la ciudad está llena de ellos. Muchos fueron montados por migrantes de todos los rincones de España durante la primera gran explosión de crecimiento de Madrid en los años cincuenta, relata. Luego se pregunta “si esos jóvenes pensaban, mientras bajaban las maletas del tren, que serían ellos quienes forjarían la personalidad moderna de Madrid”. La propuesta construye sobre el concepto más casual de videoblog y lo presenta como un meditado documental personal.

En cada uno de la media docena de videos, el equipo de seis personas de Madrid Secreto hace un guion a partir de un texto escrito por Pattem sobre algo que le llama la atención de la ciudad. Además, las grabaciones respetan la estética de sus publicaciones. Por ahora solo se ha lanzado el primero. El siguiente, sobre el cielo madrileño, está por caer. El resto, que se irán publicando a lo largo del verano, todavía son un secreto.

Para Lucía Mos, editora ejecutiva de Madrid Secreto, una web dedicada a la vida madrileña, lo que hacía Pattem se volvió una obsesión hace dos años, después de leer un artículo que se hizo viral, en el que reseñaba 100 bares madrileños “sin adornos”. “La mirada que tiene sobre Madrid parece foránea, pero es muy lúcida, porque ve cosas que yo, como madrileña de toda la vida, no veo”, explica. Después de hacerle una entrevista tuvo claro que quería hacer una colaboración. Tomó tiempo, pero dos años después ha cobrado forma con Madrid Tal Cual.

Este proyecto es uno más en la lista de todas las cosas que ha hecho Pattem desde que llegó a la ciudad hace ocho años con su novio. Aquella fue una decisión espontánea, pero segura. Se había enamorado del ambiente del tapeo madrileño en una visita anterior. “El suelo cubierto de servilletas usadas e incluso huesos de pollo me fascinaron”, dice. Además del blog de Madrid No Frills, Pattem ha sido profesora de inglés, ha impartido cursos, ha escrito para algunos medios internacionales y ha tomado fotos.

El suelo de los bares cubierto de servilletas usadas e incluso huesos de pollo me fascinaron

Pero lo que más tiempo le toma, aunque no pueda vivir de ello, es el blog. Empezó con una recomendación de una amiga para que visitara un mercado “sin adornos”. Se quedó con esa descripción, que encajaba tanto con lo que ella veía en lo que más le gustaba de Madrid. Ese mismo día comenzó. El crecimiento fue muy rápido desde el primer momento y el pico llegó a finales de 2018 con la publicación de la lista de los 100 bares, que fue viral y reseñada en múltiples plataformas. Ahora Pattem da la posibilidad de suscribirse por uno, tres o cinco euros mensuales para acceder a contenido especial, en un modelo de mecenazgo de base para intentar dedicarse de lleno al blog.

Desde hace un tiempo también incluye publicaciones de otros temas, de los pobladores de la ciudad, de curiosidades con las que se topa; incluso, recientemente, hizo una cobertura especial de las elecciones madrileñas, dirigido a la población migrante que se tradujo —gracias a una legión de voluntarios— a 16 idiomas distintos. Es un intento (como lo son los cortometrajes) por ampliar el contenido y dejar atrás la superficialidad de Instagram. “Hay una fórmula que funciona para Instagram, con su simetría, sus colores, los de España, los amarillos, los azules, los rosas, son perfectos. Entonces la plataforma casi que te obliga a seguir un patrón para ganarte la atención de la gente, pero es algo que me molesta”, ahonda Pattem.

Otra cosa que no le gusta es que se refieran a su trabajo como “el blog de la guiri”, descalificándolo a priori como un producto para turistas. “Muchas veces se simplifica todo al hecho de que soy extranjera, pero ¡es que veo Newcastle de la misma manera!”, defiende. Sus publicaciones son para todos los madrileños y el interés que ha generado en ellos lo confirma. Los que viven fuera, por ejemplo, son los que con más entusiasmo interactúan, muchos dicen que ella les da una conexión con casa.

Aunque la etiqueta de guiri no se le va a ir, ahora su castellano, que mejora lentamente, se puede escuchar en los videos de Madrid Tal Cual y espera que, por lo menos, con ello las descalificaciones se disipen. Pero sobre todo, que un público más amplio pueda compartir con ella una mirada a la ciudad sin prejuicios y, claro, sin adornos.

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