Paso a paso
No quiero aburrirte con las cosas que me han pasado, tú también habrás pasado, pues, esas cosas que a veces pasan
A veces me cuesta explicar lo que me pasa y entonces digo “nada me pasa”, porque todos sabemos que cuando dices “no me pasa nada”, es que algo pasa. Y lo que pasa es que quieres decir lo que te pasa, pero cuando pasa, te arrugas como uva pasa y pasas de decirle: joder, me pasas tú.
No quiero aburrirte con las cosas que me han pasado, tú también habrás pasado, pues, esas cosas que a veces pasan, que pensamos que ya las hemos pasado, pero llega alguien y… todo lo que pensabas pasado se vuelve a hacer presente y bueno, esas cosas pasan.
Entonces tú, en lugar de pasar cuando te abren paso, te pones a medir cada paso por si te vuelve a pasar lo que ya te ha pasado y justo por eso comienza a pasar el pasado donde no pasaba nada, dicho sea de paso. Y es que a cierta edad ya cuesta dar el paso, y dices: ¡Paso! Pero amiga, ¡no pasas! porque pasando pasando, la vida pasa y aquí hemos venido a pasarlo bien. Otro día dices: ¡Pasa! Pero las cosas no pasan como tú querías que pasaran. Así que…
Paso a paso, entre pasar y pasar, uno poco a poco va pasando de las cosas que pasan para que simplemente pasen, pero, ¡chorprecha!, no pasan, porque las cosas a veces siguen pasando aunque pases. Yo he aprendido que si algo tiene que pasar, pasa, pero podemos controlar el paso de su pasar para que no pasen sin más, para que no pasen, sin menos, para multiplicar los pasos que te acercan a lo que a veces divide todo lo que ha pasado y pasa.
¡Paso!, dices, pero no, no pasas, en realidad lo que está pasando es que nada pasa y parece que pasa, pero no, ¿qué pasa? Y te quedas, con todo lo que pasó, que en realidad ya ha pasado, no porque tú pasaras sino porque al final, todo pasa, pero te has quedado en ese instante en el que pasaba…
“Dijo que se iba a pasar, pero no se pasó y pasé por donde suele pasar y ...” ¡Qué más da!, todo eso pasó, amiga! ¡Pasando!
Quiero decirte que la vida pasa y pasan cosas que quedan, pero tranquila, irán pasando. Que tu paso es tu paso y no deja de serlo por errar el paso o lo es más por controlar paso a paso. Que te puede doler, no pretendas vivir pasando ni permitas que el pasado te cierre el paso de lo que puede pasar o está pasando. Vive tu presente como pasaba en tu cabeza antes de que te desalentaran las cosas que han ido pasando y poco a poco, paso a paso, saldrás del paso con la firme convicción de que son tuyos y solo tuyos, esos pasos, que te sonríen al pasar.
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