Madrid administra al menos 25.000 vacunas en un día y reclama más dosis al Gobierno

El primer día de vacunaciones en los centros de salud de la Comunidad de Madrid y en el estadio Wanda Metropolitano acabó con más de 27.000 inyecciones puestas, ha detallado este viernes Elena Andradas, directora general de salud pública de la región. Así, el jueves se habrían administrado 14.853 dosis a mayores de 80 años; 6.400 a profesores menores de 55; 2.000 a odontólogos; 2.000 a profesionales sociosanitarios; 2.000 a miembros de la policía, y otras tantas a los bomberos y protección civil. Hasta ahora, Madrid nunca había puesto tantas inyecciones en una sola jornada.

“Se superaron las 30.000 dosis”, ha precisado luego un portavoz de la consejería de Sanidad, que ha asegurado que en el listado facilitado por Andradas faltan los datos de las inyecciones administradas en los colegios de médicos, enfermería y farmacia.

Sin embargo, el informe del Ministerio de Sanidad, que se basa en datos aportados por las Comunidad, cuantificó las vacunas administradas el jueves en 25.261.

Madrid, en todo caso, sigue siendo la región que menos vacunas administra de toda España en relación con las recibidas, solo por detrás del País Vasco. Esta misma semana cerró jornadas en las que no inyectó ni 4.000 dosis. Y la planificación de su campaña de vacunación ha causado constantes protestas del personal sanitario por los vaivenes en la organización, que han obligado a las plantillas a adaptar a contrareloj el trabajo de los centros de salud.

“La Atención Primaria ha dado el do de pecho”, ha resumido Julián Ordoñez, de UGT, sindicato que cerró la noche del jueves emitiendo un comunicado en el que resumía el esfuerzo realizado por los profesionales para sacar adelante un operativo del que apenas sabían nada 24 horas antes de su inicio. “Han reorganizado las agendas para dar asistencia a los pacientes COVID y no COVID que ya estaban citados en los centros; han buscado las jeringas adecuadas para sacar las dosis de vacuna suficientes de cada vial; o han prolongado la jornada sin cobrarla para poder dejar hechas todas las llamadas de citas de vacunas”.

“La imaginación y el esfuerzo de las enfermeras ha hecho que todo salga mucho mejor de lo esperado”, ha completado Víctor Jiménez, vicepresidente de la Asociación Madrileña de Enfermería (AME).

Frente a las quejas de los sindicatos por la falta de planificación, los gestores de la Comunidad de Madrid han defendido su estrategia, y han achacado a la falta de vacunas la mayoría de los problemas.

“El problema fundamental que tiene Madrid es las dosis que llegan”, ha defendido el viceconsejero Antonio Zapatero. “No ha habido semana sin incidencia. Cuando programamos la vacunación, no tenemos nunca la seguridad de cuántas van a llegar. Y así es francamente difícil”.

“Los cambios [en el número de vacunas recibidas] suponen una dificultad a la hora de hacer una planificación, tenemos que adaptarnos a la situación del día a día”, ha completado Andradas. “A 16 de febrero íbamos a recibir 114.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca la primera semana de marzo; el 22 de febrero, la cifra ya había bajado a 85.700; y anoche nos transmitieron que 51.600″, ha seguido. “Lo mismo nos pasa con la vacuna de Moderna, vamos a recibir la mitad de dosis la semana próxima”, ha añadido. “Sí que parece que de la vacuna de Pfizer vamos a recibir lo previsto, 75.520″.

Los gestores de la estrategia de vacunación de Madrid justifican con estos datos los cambios radicales en la planificación. Este lunes, el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, anunció por la mañana que los mayores de 80 años iban a ser vacunados desde la próxima semana y en los hospitales públicos regionales. Horas después, ya por la tarde, Zapatero le enmendó con un tuit: las citas comenzarían este jueves y se darían en los centros de salud.

Desde entonces, los profesionales sanitarios denuncian “caos” e “improvisación” en la planificación de un dispositivo que les ha obligado a cancelar citas ya concedidas en el turno de tarde (donde se concentra la vacunación); a apoyar a los administrativos de cada centro en la concertación de las nuevas para vacunar (porque no daban abasto con solo unas horas de antelación); y a depurar los listados de pacientes recibidos, que en casos puntuales llegaron a incluir a personas ya fallecidas.

Nada cambiará la próxima semana, cuando está previsto que continúe la vacunación de 115.000 mayores de 80 años y miles de profesores menores de 55. Zapatero ha explicado este viernes que su departamento vive “con mucho estrés” cada lunes. Es ese día en el que se cuantifican exactamente las dosis recibidas desde el Ministerio de Sanidad. Y entonces se decide qué hacer con ellas.

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