Choque en el Gobierno de Díaz Ayuso: Ciudadanos acusa al PP de querer controlar Telemadrid

Telemadrid ha provocado un nuevo choque entre el PP y Cs, los dos socios que forman el Gobierno de la Comunidad de Madrid. El partido de Ignacio Aguado considera que el de Isabel Díaz Ayuso quiere recuperar el control editorial del ente que tuvo durante la presidencia de Esperanza Aguirre, según denuncia su portavoz parlamentario, César Zafra. “Quieren poner y quitar tertulianos, volver a tele-Esperanza”, afirma. Además, el vicepresidente regional ha defendido este miércoles en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno el trabajo de los periodistas de la cadena y de su director general, José Pablo López, al que la Consejería de Hacienda (encabezada por el PP) ha acusado de “negligente”. Las grietas vuelven a aparecer en la alianza gubernamental justo cuando el Ejecutivo y la compañía pública negocian su nuevo contrato-programa, que debe financiar y articular el día a día de la cadena durante los tres próximos años.

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“Hay más asunto político que administrativo”, ha dicho Zafra en conversación con este periódico sobre las tensas negociaciones para renovar el contrato-programa de Telemadrid, que caducó el 31 de diciembre. “Lo que nos estamos encontrando es que el PP quiere convertir Telemadrid en tele-Esperanza, buscan un problema administrativo para chantajearles”, añade sobre las dificultades que está encontrando la cadena para operar en su día a día, y que han incluido que haya tenido que cancelar la retransmisión de una gala con los Reyes por no haber obtenido permiso de la Consejería de Hacienda para contratar al equipo necesario.

“Lo que no puede ser es que entremos en una fase de presión absurda para que Telemadrid deje de funcionar. Es una situación ridícula”, ha subrayado. Y ha rematado: “Me gustaría pensar que es una situación que el PP no están controlando bien. Pero cuando ves día a día las presiones, que solo hay ataques, ataques y ataques, solo puedes pensar mal. Una cadena no tiene que andar aguantando presiones del Gobierno. Y todo esto está ocurriendo con ayuda del PSOE”.

¿A qué se refiere Zafra? Para resolver el problema, Ciudadanos ha impulsado en la Asamblea una enmienda a la ley que regula Telemadrid, con el objetivo de que los contratos-programa del ente se prorroguen automáticamente cuando caducan y no haya otro aún aprobado para sustituirlos.

Esa opción, que dejaría a Hacienda sin el control de los gastos de la cadena autonómica en circunstancias como las actuales, no ha sido apoyada por la formación conservadora. Las fuerzas de la izquierda (PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos) sí la han respaldado, pero de diferente manera. Así, los socialistas se han negado a tramitar el cambio en lectura única, ya que no hay unanimidad entre los seis grupos de la Cámara, y creen que lo justo es que se pueda debatir al respecto. Esa estrategia, sin embargo, ha despertado las críticas de toda la oposición, y también de Cs.

“No es nuevo que en algunas cosas tenemos opiniones diferentes a las del PP”, ha opinado Zafra. “Lo difícil de entender es que cuando se hace una modificación para cambiar esta situación, para que no se vuelva atrás, a los tiempos de la mayoría absoluta del PP, el PSOE se alinee con el PP. Supongo que el bipartidismo son distintas caras de la misma moneda en lo que se refiere a las televisiones públicas, ahí está el caso de TVE”, ha seguido. “El control de las televisiones públicas es básico para el bipartidismo, y nosotros nunca vamos a estar ahí”.

“No nos hemos opuesto a la tramitación: es tan sencillo como que de haberlo hecho [la tramitación de la propuesta] no habría salido adelante”, ha contrapuesto una fuente socialista. “Hemos votado a favor de la calificación, a favor de la urgencia, y en contra de la lectura única”, ha detallado. “Siempre lo hacemos, salvo cuando hay un acuerdo previo de todos los grupos. Es una fórmula legal, pero a nuestro modo de ver, salvo en aquello que hay consenso, bastante poco democrática, porque impide el debate”, ha añadido. Y ha opinado: “Si hubiéramos querido hacerle el juego a Díaz Ayuso, hubiéramos votado en contra, y lo hicimos a favor”.

Mientras se tramita la iniciativa, la Consejería de Hacienda, del PP, y la dirección de la cadena, negocian a cara de perro. Así, el departamento que dirige Javier Fernández Lasquetty ha llegado a acusar al director general de la cadena de “negligente” por no lograr aprobar un nuevo contrato marco antes de que expirara el vigente a finales de 2020. Una descalificación de la que se ha desmarcado este miércoles el vicepresidente Ignacio Aguado, subrayando de nuevo los problemas que están encontrando los socios gubernamentales para ponerse de acuerdo.

“Le puedo decir cómo estaba Telemadrid cuando llegué a la Asamblea, y cómo está”, ha dicho el portavoz del Ejecutivo durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. “Tenía una audiencia hundida. El siguiente paso era irse a negro, muy pocas personas la veían. Fue la consecuencia de una manera de hacer política y de entender la televisión pública que no comparto”, ha añadido sobre la influencia de los Gobiernos de Aguirre e Ignacio González en la cadena. “Pedimos un cambio en la legislación que supuso un cambio que permitió que Telemadrid fuera plural, con más contenido propio, más profesionalizada, y los resultados están ahí: los índices de audiencia están subiendo”, ha seguido sobre la ley aprobada durante la presidencia de Cristina Cifuentes. Y ha finalizado: “Seguiré trabajando para que siga siendo una televisión imparcial, objetiva, plural. Sus trabajadores están haciendo una magnífica labor, todos los profesionales de Telemadrid”.

No es la primera vez que el PP y Cs chocan en público. Lo hicieron ya sobre la comisión de investigación del caso Avalmadrid, que el partido de Aguado apoyó pese a que afecta directamente a la presidenta Díaz Ayuso; sobre la relación con Vox, al que Cs ha intentado vetar; o sobre distintas decisiones en la gestión de la pandemia. Pocos asuntos, sin embargo, son tan sensibles para las dos formaciones como la radiotelevisión pública madrileña. Y con la negociación para dotar de recursos al ente muy lejos de terminar (la próxima reunión es el 19 de febrero), es previsible que la tensión entre los dos socios gubernamentales solo se acreciente en los próximos días.