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Cinco estudiantes de la Rey Juan Carlos, campeones del reto de ciberseguridad planteado por la Guardia Civil

El equipo ‘Heappies’ superó pruebas relacionadas con análisis forense, conciencia social, legalidad y comunicación

El Teniente Coronel Manuel Izquierdo (derecha) junto al equipo 'Heappies'. Desde la izquierda, Sergio Pérez, Javier Yuste, Isaac Lozano, Raúl Martín y Jakub Jan.
El Teniente Coronel Manuel Izquierdo (derecha) junto al equipo 'Heappies'. Desde la izquierda, Sergio Pérez, Javier Yuste, Isaac Lozano, Raúl Martín y Jakub Jan.

Dos estudiantes madrileños de informática de la Universidad Rey Juan Carlos, Raúl Martín (24 años) y Sergio Pérez (23 años), no aceptaban la derrota de no pasar de ronda en la primera edición de la National Cyber League, una competición sobre ciberseguridad organizada por la Guardia Civil en el 2019. En ella, el cuerpo policial reta a jóvenes talentos a formar pequeños grupos de trabajo y afrontar retos dentro del ciberespacio como son la legalidad, la conciencia social, la comunicación y sus habilidades técnicas y de programación. Por eso, decidieron presentarse de nuevo con nuevos integrantes en el equipo, llamado Heappies. No sabían qué elegir a Isaac Lozano (Toledo, 23 años), Javier Yuste (Madrid, 23 años) y Jakub Jan (Polonia, 24 años), también estudiantes, les iba a hacer campeones en esta nueva edición.

Jan está en el último año del doble grado de Ingeniería Informática e Ingeniería del Software, mientras que el resto forman parte del grupo de investigación Grafo de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la URJC. Además, participan en otros proyectos en conjunto como Cynamon, elaborado por la Comunidad de Madrid que busca mejorar el día a día de las personas. No es la primera vez que los cinco compiten. “Somos entusiastas de este tipo de eventos, en los que miden con retos a los participantes y se aprende”, dice Lozano. Yuste indica que se apuntó porque le interesa la ciberseguridad al ser un sector puntero que está en constante cambio: “Malos siempre va a haber”, asegura. Durante la cuarentena, las estafas por Internet han aumentado en un 70%, según la Guardia Civil.

El día 4 de noviembre, cuando empezó la competición, estaban motivados porque, tal como señala Jan, es una prueba de ámbito nacional y está dirigida por una entidad importante como la Guardia Civil, lo que “abre muchas puertas a nivel profesional”. Además, el formato les llamó la atención. “Normalmente los concursos son a ver quién encuentra primero el código, pero aquí también es importante el cumplimiento normativo y la comunicación de crisis”, señala el polaco. Él y Lozano se encargaron de estas dos partes. Al principio, se planteó a los participantes preguntas teóricas sobre leyes y decretos relacionadas con ciberseguridad. Luego pasaron a la práctica. Les plantearon algunos ejercicios para que mostraran cómo actuarían en determinadas situaciones, mientras que en otros tenían que explicar cómo informar de un problema de ciberseguridad en su empresa. Los otros tres miembros se encargaron del llamado “hackeo”, enfrentándose a retos de análisis forense como detectar quién ha accedido a un ordenador.

En la fase clasificatoria participaron 656 estudiantes, universitarios y de formación profesional de grado superior, de toda España y personas invitadas por la Guardia Civil procedentes de Chile, El Salvador, Ecuador, Bolivia y Rumanía. Tenían que superar en dos horas esta serie de retos. A medida que pasaban de ronda tenían más tiempo, pero los ejercicios eran más duros.

El año pasado toda la competición se hacía en el Centro Universitario de la Guardia Civil en Aranjuez, pero este año por la pandemia ocurría todo de forma virtual, cada uno desde su casa. En su participación, los Heappies tuvieron una serie de mentores, como Blanca Fernández de Córdoba, Sheila Queralt, Marga Robles Carrillo y Carlos A. Barberoque, que les guiaron sobre todo en los campos donde más fallaban. “Nos implicamos y hubo mucho progreso porque la primera ronda la pasamos como decimosegundos, pero a partir de la semifinal fuimos primeros”, indica Martín. En la última fase se encontraron con una nueva categoría, concienciación social. “Te ponían vídeos de trabajadores y te pedían que reaccionaras a situaciones sobre los problemas que se encuentran. Por ejemplo, te llega un email con una factura y eres un programador, pues no debes abrirla”, señala Martín que se encargó de esta tarea.

Finalmente, se alzaron con el triunfo que consistía en una visita a la sede de la compañía tecnológica Huawei en China, un viaje que todavía no han podido hacer por la pandemia. También pudieron elegir entre acceder becas y máster u obtener dispositivos electrónicos. Al margen del premio, los cinco integrantes del equipo ganador señalan la importancia de que instituciones como la Guardia Civil hagan estas competiciones. Jan considera que la concienciación general del público con respecto a la ciberseguridad ha cambiado: “Hace años era muy oscuro y desconocido, pero cada vez se entiende más”. Por su parte, Pérez cree que lo importante es la educación del usuario y desde gente joven, solo así se podrá combatir la ciberdelincuencia.

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