Madrid elabora un mapa de riesgo de inundaciones con 404 puntos críticos ante las lluvias de esta semana
La acumulación de hielo y, sobre todo, la basura y las ramas que pueden taponar los desagües ponen en alerta al Ayuntamiento
Madrid sigue mirando al cielo. Tras la gran nevada y la helada, llega la amenaza de lluvias previstas a partir de la tarde del miércoles. El Ayuntamiento ha puesto en marcha un plan para tratar de evitar que la ciudad quede de nuevo bloqueada. Para ello ha elaborado un mapa de riesgo con 404 “puntos críticos” que, según los técnicos, son en los que mayor probabilidad de inundación se ha detectado. A ellos se les unen los desagües de los 29 túneles que hay en la capital. Todos están siendo revisados y liberados de residuos o restos de la borrasca. Esos lugares se hallan localizados allí donde más alertas han dado los ciudadanos y donde ha habido más embalsamientos de agua en los últimos cinco años, ha explicado el responsable del área de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.
Esos puntos se están inspeccionando de manera “prioritaria” e “inmediata” por un dispositivo integrado por 320 trabajadores con 20 máquinas, que se afanan en la liberación de las cloacas y los imbornales para tratar de que estén lo más despejados posible cuando comience a llover. La resaca del temporal Filomena no solo mantiene todavía una parte importante de Madrid cubierta por el hielo, sino que hay todavía toneladas de basura, desperdicios, residuos y ramas tronchadas de árboles que pueden convertirse en aliados de las precipitaciones a la hora de inundar la ciudad.
El miércoles, el Consistorio tiene previsto desplegar por todas esas zonas más susceptibles de sufrir acumulación de agua los camiones bomba del Servicio de Limpieza Urgente (Selur) para atajar esas posibles balsas lo antes posible. Hay puntos de riesgo en los 21 distritos, pero donde más tienen localizados es en Chamartín y Moncloa-Aravaca. En la capital hay un total de 120.000 imbornales.
El dispositivo de limpieza desplegado tras Filomena ha despejado totalmente de nieve hasta la tarde de este lunes 4.800 calles y parcialmente 4.000 de las aproximadamente 9.300 que hay en Madrid, según datos de Borja Carabante. Asegura que, “salvo en los fondos de saco o calles muy residuales, en todas ellas se puede transitar”. También hay liberados unos 3.000 kilómetros de acera.
“La gente va por calle en romería por el borde de la carretera con los coches pasando muy cerca”, lamenta Kena Yuguero, de 43 años, vecina del Alto de Extremadura y comerciante en el barrio de Lucero. Las quitanieves, cuenta, han despejado dos de los cuatro carriles que van desde la estación de Metro y Cercanías de Laguna bajando por la calle Alhambra. Los peatones han ido haciendo pequeños entrantes en la nieve para ponerse a salvo cuando pasan los vehículos. Como en gran parte de la ciudad, son los propios vecinos los que se han afanado con el paso de los días en la limpieza con sus propios medios de las calles que se adentran en el barrio. La línea 31 de la EMT, que va de Aluche a Plaza Mayor, no ha vuelto a recuperar su recorrido vertebrando esta zona hasta la tarde de este martes, afirma Yuguero. Es, añade, el principal medio de transporte para muchas personas mayores que necesitan ir al centro de salud, al de especialidades o a la compra. El Consistorio asegura que el servicio de autobús urbano se ha recuperado ya al 100%.
Pese a todo, cada vez es más frecuente ver pequeñas excavadoras por calles estrechas de zonas a las que están llegando ahora los efectivos de limpieza del dispositivo municipal. Las máquinas van apartando la nieve y los bloques de hielo y los amontonan donde encuentran un hueco. A menudo, las esquinas se convierten en enormes montañas en las que conviven las basuras con los restos antes blancos de la borrasca. Las denuncias de vecinos a nivel particular o de asociaciones siguen a la orden del día, sobre todo en redes sociales. El Ayuntamiento anunció que iba a desplegar 200 baldeadoras para acabar con esta nieve retirada de la calzada pero que sigue acumulada en las calles. Todo apunta a que la temperatura no va a subir lo suficiente como para que el miércoles todo ese hielo se haya fundido.
La Aemet calcula que se pueden acumular unos 40 litros por metro cuadrado en la sierra de Madrid y entre 10 y 20 en el área metropolitana de Madrid entre los tres días que va a durar el carrusel de borrascas, informa Victoria Torres. El problema no será tanto lo que pueda llover como el efecto combinado del arrastre de dicha agua y la importante subida de las temperaturas, sobre todo de las mínimas. “Vamos a pasar en 48 horas de mínimas hasta 10 grados inferiores a lo normal a valores hasta 10 grados superiores”, detalla el portavoz de Aemet, Rubén del Campo.
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