La Puerta del Sol se cierra desde las 22 horas los días 30 y 31 para evitar celebraciones de Nochevieja

El Ayuntamiento de Madrid ha diseñado un plan especial de seguridad con unos 200 policías para evitar las celebraciones de Nochevieja y que se conviertan en un foco de expansión del coronavirus. Esto incluye también las cada vez más tradicionales preuvas de la noche previa a la de fin de año, según han confirmado el alcalde y fuentes del área de Seguridad y Emergencias.

Un doble perímetro policial impedirá acceder al entorno de la Puerta del Sol, que quedará desalojada desde las diez de la noche de mañana miércoles día 30 y del jueves día 31 de diciembre. Esos 200 agentes de la Policía Municipal sellarán estas dos noches los accesos desde Callao, Sevilla y la plaza de Jacinto Benavente. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha apelado, una vez más, a la “responsabilidad” de los madrileños para que “no se acerquen al entorno de la Puerta del Sol” porque habrá un “mecanismo policial” para evitarlo.

El dispositivo previsto es mucho menor que el de las Navidades pasadas, en las que fueron desplegados unos 1.500 agentes de la Policía Nacional y Municipal para controlar a las 19.000 personas que pudieron acceder a tomar las doce uvas en Sol con las campanadas que marcan la llegada del nuevo año.

El plan especial de seguridad municipal de este 2020 arrancó el pasado 27 de noviembre coincidiendo con el fin de semana del Viernes Negro (Black Friday) y estará desplegado hasta el próximo 7 de enero. Tras las aglomeraciones rodeadas de polémica que tuvieron lugar ese fin de semana, el área de Seguridad anunció que la horquilla de 75-100 policías municipales se reforzaba con la llegada del puente de la Constitución y la Inmaculada en 50 más. Ahora, al anunciar la prohibición de celebrar la Nochevieja en Sol, ese despliegue especial se eleva a 200 agentes. A este plan especial se une desde mediados de diciembre la denominada Operación Navidad del Ministerio del Interior, que cuenta con 300 agentes de la Policía Nacional.

El refuerzo del Ayuntamiento incluye también el uso de drones para controlar la afluencia de personas a las calles más frecuentadas estos días como Preciados o Carmen, que en los picos de máxima circulación están siendo de un solo sentido de circulación para los peatones. A Preciados solo se puede acceder desde Sol y a Carmen desde Callao. También durante los fines de semana, al igual que ocurriera en años anteriores, la estación de Metro de Sol no permite ni la subida ni la bajada de viajeros entre las 19 y las 20 horas. La Policía Municipal regula de la misma forma el acceso de personas a este entorno del centro de la capital cuando comprueba que hay demasiadas personas.

Los policías están autorizados a impedir actuaciones callejeras en las que confluya una presencia importante de ciudadanos y velan por que aquellos que actúan tengan el permiso en regla. Hay desplegado asímismo un grupo especial de agentes de paisano que integran una unidad anti hurtos mientras otros tienen como misión frenar los delitos contra la diversidad.

Amenaza terrorista

La capital permanece bajo amenaza terrorista nivel 4 y para evitar ataques con atropellos masivos como los llevados a cabo en Las Ramblas de Barcelona o en Niza, los vehículos de más de 3.500 kilos de masa máxima autorizada tendrán prohibido acceder a la Gran Vía. En este caso hay excepciones como el transporte público y escolar o el acceso a hoteles. Más allá de la vigilancia del distanciamiento social, impedir la formación de grupos con excesivos integrantes o el uso de mascarilla, los policías mantienen el habitual control de establecimientos, de la venta ambulante ilegal, de los ruidos y de los transportes públicos.

El dispositivo de seguridad del año pasado lo integraron 600 agentes de la Policía Nacional entre unidades de subsuelo, guías caninos y antiterroristas, y 872 efectivos municipales entre policías, agentes de movilidad, sanitarios y de limpieza. El aforo de la zona vallada de la Puerta del Sol se redujo un cinco por ciento con respecto a 2018, por lo que en vez de 20.000 personas fueron 19.000 las que se pudieron tomar las uvas y dar la bienvenida a 2020 delante del reloj que corona la Real Casa de Correos. La reducción del aforo se produjo por la instalación de los andamios desde los que se proyectó sobre la fachada de ese edificio un vídeo.

Nada que ver con la situación que tendrá lugar en el año de la pandemia en una de las ciudades del mundo más golpeadas por la covid-19.

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