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La tarjeta familias del Ayuntamiento de Madrid solo ha cubierto el 2% de ayudas para alimentos

Presentada hasta tres veces y definida por Almeida como “hito innovador”, el sistema de concesión, incompatible con ayudas como el Ingreso Mínimo, no despega

Colas en el comedor social Ave María, en la calle del Doctor Cortezo de Madrid, a mediados de noviembre.
Colas en el comedor social Ave María, en la calle del Doctor Cortezo de Madrid, a mediados de noviembre.CRISTÓBAL MANUEL

La Tarjeta Familias, la solución de los Servicios Sociales de Madrid y presentada hasta tres veces por el gobierno municipal, ha sido concedida a fecha de 30 de noviembre a 340 familias de 11 distritos. El número total del registro de solicitudes de ayuda relacionadas con la alimentación de aquellas personas que han conseguido ser atendidas por el funcionariado en los 21 distritos es de 32.186 desde enero a septiembre, último mes con datos disponibles en el portal de datos abiertos del Consistorio. Por lo tanto, esta tarjeta habría cubierto en torno al 1% de las peticiones de ayuda para comer de familias madrileñas. El pasado viernes, la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Ciudadanos), actualizó la cifra total redondeando el número de tarjetas entregadas a 600, lo que elevaría el porcentaje sin llegar a alcanzar el 2% (1,8%).

Tras la publicación de este artículo, el Ayuntamiento de Madrid ha transmitido a este diario que ha tramitado 85.000 ayudas. Teniendo en cuenta que cada una de estas ayudas son para una familia, el municipio estima que a fecha actual han asistido a más de 255.000 personas. El porcentaje de aplicación de la Tarjeta Familias se reduciría pues a un 1,17% de acuerdo a la previsión de 1.000 tarjetas entregadas a finales de diciembre, de cumplirse, dato que el consistorio ha comunicado a EL PAÍS.

En cualquiera de los casos, las cifras llaman la atención después del bombo con el que fue anunciada la tarjeta: una primera vez en la sesión plenaria de junio, de nuevo en un acto ante los medios en agosto, acompañando la información con 27 millones de euros de presupuesto, y finalmente, en una tercera ocasión, el pasado 19 de noviembre, cuando se habló de un gasto hasta entonces de 24.600 euros.

La Asociación Vecinal Nueva Elipa compara las 25 tarjetas entregadas en Ciudad Lineal con las 130 familias que alimentarán esta semana gracias a donaciones

Una vez trasladado el reparto de las 340 tarjetas concedidas a las Juntas Municipales, los únicos datos disgregados disponibles por distritos, destacan las dos únicas concedidas en Hortaleza con 146 demandas de ayuda alimentaria solo en septiembre, o las cuatro de Villaverde con 311 solicitudes el mismo mes. El distrito más agraciado es, de acuerdo a la información pública entregada por el consistorio, Puente de Vallecas, donde han sido activadas y entregadas 82 Tarjetas Familias, siendo sus barrios de los más castigados por la crisis económica y social, con 3.833 demandas de comida registradas por sus servicios sociales desde enero. Diez distritos de la ciudad no tienen concedida ninguna de estas tarjetas a fecha 30 de noviembre. El plazo previsto para que concluya esta medida es el próximo 31 de marzo.

En algunas despensas vecinales no salen de su asombro. La Asociación Vecinal Nueva Elipa compara las 25 tarjetas entregadas en el distrito de Ciudad Lineal con las 130 familias que alimentarán esta semana gracias a donaciones. Ricardo Garrido, voluntario de esta red, afirma que le parece “poquísimo el número de tarjetas concedidas”. Desde la Red de Arganzuela, Juliana Rueda, que forma parte desde primavera del grupo vecinal que atiende a familias del distrito, confirma que “nosotras estamos repartiendo alimentos a 93 o 94 familias. 33 tarjetas es del todo insuficiente”. Rueda ve cómo cada semana se acercan más personas a preguntar: “Tengo en la cabeza como diez o quince familias que llevan desde el verano esperando a que les llamen de los servicios sociales”.

Fuentes del área de Familias, Igualdad y Bienestar Social aclaran que “es importante entender que la puesta en marcha de la Tarjeta Familia no es óbice para que se continúen tramitando otra modalidad de ayudas económicas para las familias que no reúnen los requisitos para acceder a la misma”. Las más de 34.000 atenciones dadas por los departamentos de servicios sociales de los distritos relativas a ayudas para comedores, tanto de infancia como de mayores, becas de comedor escolar, cobertura de necesidades básicas o comida a domicilio así lo atestiguan.

Incompatibilidad con el Ingreso Mínimo Vital

Aunque no es ni mucho menos el único tipo de ayuda que se aplica en el municipio en lo relativo a asistencia alimenticia, el retraso en su puesta en marcha sí que ha generado problemas en los barrios de Madrid y, especialmente, a las familias necesitadas de alimentos, ya que de facto quedan bloqueadas otras ayudas durante su tramitación, como el acceso al Ingreso Mínimo Vital estatal o la Renta Mínima de Inserción autonómica.

Reparto de comida en las inmediaciones de la sede de Valiente Bangla, en agosto.
Reparto de comida en las inmediaciones de la sede de Valiente Bangla, en agosto.Luis De Vega Hernández

“Como no se puede tener dos cosas, estoy esperando a ver si me conceden la tarjeta para saber si puedo pedir o no el resto de ayudas. Total, que ahora no tengo ninguna”. El pasado 5 de diciembre Silvia, nombre con el que pide ser identificada una vecina de Lavapiés, explicaba su situación en la cola de la despensa de la Asociación Valiente Bangla. Efectivamente, entre los requisitos de las familias para ser beneficiarias de la tarjeta, cuya cuantía mensual va desde los 125 a los 630 euros, figura la incompatibilidad “con el disfrute de prestaciones públicas dirigidas a atender las mismas necesidades, con la percepción de la Renta Mínima de Inserción y con la percepción del Ingreso Mínimo Vital”.

La incompatibilidad con otras prestaciones la convierte en una propuesta ineficaz y la convierte en un parche.”
María Pilar Sánchez Álvarez, concejal de Más Madrid

“Para el usuario o la usuaria, la Tarjeta Familias finalmente no supone apenas diferencia. Se solicita igual (que otras ayudas económicas), tardan lo mismo en tramitarlas y tienen que justificar el gasto. Así que, tanta vuelta para casi ningún cambio real”. Son palabras de María Pilar Sánchez Ávarez, concejal de Más Madrid, que pone el foco en los requisitos de los que hablaba Silvia: “La incompatibilidad con otras prestaciones la convierte en una propuesta ineficaz para erradicar la pobreza y la convierte en un parche”.

Fuentes internas de Servicios Sociales municipales confirman a EL PAÍS que las Tarjetas Familias no suponen una ayuda nueva o revolucionaria: “La única diferencia es que se da en una tarjeta de pago. Es una ayuda económica que hasta ahora hemos dado en transferencia a la ciudadanía, que se usa para comprar alimentos y después se justifican con los tickets. Es lo mismo”.

Sin embargo, fuentes de la concejalía no lo explican así: “con el resto de ayudas procedentes de servicios sociales el dinero se da una vez se entrega la justificación, no antes, solo en supuestos excepcionales de emergencia se han podido dar sin previa justificación”. Entre el catálogo de prestaciones de los servicios sociales existen las “ayudas para necesidades básicas de alimentos”, que según los funcionarios consultados, ya se otorgaban previamente mediante envío a la cuenta bancaria de las familias. “Nuestra idea es que la Tarjeta Familias sustituya gradualmente a las cestas que se han ido dando desde marzo para dar una respuesta más dignificadora”, se asegura en la respuesta oficial del equipo de Familias.

Pero hay algo que preocupa aún más a los trabajadores sociales y es que esta tarjeta, como cualquier otra ayuda económica, viene regulada por la ordenanza de las prestaciones económicas del sistema público de servicios sociales de 2004, donde queda estipulado que el plazo de resolución de las ayudas económicas será de cinco días naturales si es de emergencia, o 15 si es de especial necesidad. “Esto no se está cumpliendo ni de lejos porque no hay capacidad de gestión. A las personas solicitantes les pedimos un montón de requisitos pero nosotros mismos nos los saltamos”, aseguran desde los departamentos que tramitan cada día este tipo de asistencia. “Tenemos que dar casi 50 pasos administrativos para gestionarla”.

22.500 tarjetas prometidas

Desde el grupo municipal socialista asumen la posición de los trabajadores sociales, y recuerdan que fue un acuerdo adoptado por unanimidad en los llamados Acuerdos de la Villa. “Nosotros pedimos que la tarjeta fuera aparejada de un cambio de la ordenanza que permitiese la celeridad en los trámites y un aumento de personal, sin estos dos cambios no tiene sentido”. El proceso para modificar la ordenanza, que lleva varios meses, está abierto. Maite Pacheco, concejal socialista, insiste en que “tenía que haber comenzado a funcionar en julio por razones obvias. No sé cómo vamos a llegar a las cifras comprometidas de 22.500 tarjetas en marzo. Al final es prácticamente lo mismo: mismas ayudas y mismos plazos. Es muy lenta, puesto que llega tarde, con pocos trabajadores para tramitarla y cuya vigencia será de cuatro meses si no se prorroga”.

La modalidad de ayuda de emergencia vía tarjeta prepago ya tuvo un primer episodio este 2020 en Madrid hace ocho meses, a finales de marzo, cuando comenzaron a visibilizarse los efectos económicos de la primera ola de la pandemia por covid 19. Entonces se canalizó a través de la Obra Social de La Caixa, con una donación de la propia entidad bancaria. Dicho y hecho: 200.000 euros para 2.000 familias en necesidad, a razón de recargas de 100 euros para cada tarjeta. Un mes más tarde, en abril, El Corte Inglés entregó 500 tarjetas al municipio por un valor de 100.000 euros.

Esta rapidez de implementación, sin embargo, desapareció a la hora de gestionar las ayudas económicas con este sistema desde el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento, que en aquella tercera presentación de agosto informó de la implementación del modelo de tarjeta prepago, a cargo ya del presupuesto municipal. En aquel momento el alcalde José Luis Martínez Almeida (PP) lo calificó como un “hito innovador” de las ayudas sociales en la ciudad, acompañado de Begoña Villacís (Ciudadanos). El convenio con La Caixa para hacerlo posible no se firmaría hasta mes y medio después, y serían necesarios aún más de tres hasta que se entregase la primera a una familia y que la pudiese usar para poder comer.

Un dispositivo que funciona en otros lugares

El pasado 26 de agosto, mientras Almeida, Villacís y José Aniorte, delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, presentaban la Tarjeta Familia a la ciudad de Madrid, este sistema estaba siendo usado en multitud de lugares de España desde hacía meses. En la Xunta de Galicia y a través de un convenio con Cruz Roja llevaba semanas funcionando y con un plazo de activación desde su solicitud que no superaba las 72 horas; la Junta de Andalucía en similares términos a principio de verano la empezó a entregar, alcanzando en septiembre la cifra de 23.600 unidades dispensadas. En Barcelona ya se había testado en 2013 el prepago vía tarjeta en convenio con bancos para ayudar a las familias sin recursos.

También varios municipios como Rota en Cádiz o Lebrija en Sevilla también se decidieron a principio de verano o incluso antes, como en Barakaldo, a financiar las compras de las familias en necesidad con lo que allí denominaron “bonos sociales”, fomentando como valor añadido la compra en los comercios de proximidad de la zona. Madrid hasta noviembre no la ha puesto en funcionamiento.

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