Joe Crepúsculo regresa con canciones de amor para un mundo apocalíptico
Presenta en Madrid su nuevo disco, en su primer concierto desde marzo
Joe Crepúsculo confiesa que tiene muchas ganas de tocar pero que todavía no sabe cómo se va a sentir al ver a todo el mundo con mascarilla en la presentación de este martes en Madrid de su álbum Supercrepus II en el Teatro Calderón, con el que arranca su gira nacional. Es la primera vez que vuelve a los escenarios desde marzo, pero considera que esta banda de rock que ha montado se adapta mucho mejor a esta nueva normalidad. “Creo que el bacalao o al menos ese tipo de concepto que yo hacía ahora mismo es complicado, un concierto de chunda chunda estando sentados sería muy incomodo”, comenta el cantante catalán desde los locales de ensayo Pandora’s Vox.
Dos años de trabajo han dado como resultado un disco que trata de un mundo apocalíptico y de ese amor perverso que tiñe muchas de sus letras. “Calaveras negras se centra en un futuro en el que los humanos luchan contra los robots. Los humanos van perdiendo y deciden montar una fiesta y el estribillo habla de que tú quieres besar a una chica, pero lo guay es el contexto. Puedes meter una canción de amor dentro de un marco extraño y apocalíptico, de eso hay mucho en este disco, como pasa en Bailar hasta morir o en Comiendo shawarmas”, dice.
La creación de Supercrepus II ha sido lenta y diferente, cuenta el cantautor cuyo nombre es Joël Iriarte Parra, sobre todo porque de nuevo ha producido el disco Sergio Pérez, con quien ya ha colaborado en ocasiones anteriores. “Es un proceso en el que me he sentido muy a gusto. Estoy acostumbrado a encargarme de las cosas y Sergio ha tomado decisiones súper importantes como que una canción sonara a los Smiths o no. Yo hacía las maquetas e iba escuchando lo que me mandaban. Cuando pasas esa primera fase de nerviosismo de que tú no eres el que manda en todo y empiezas a aceptar que te dejas llevar y que queda bien es muy bonito”.
Justo antes de que se decretase el estado de alarma concluyó este trabajo, a excepción de Cuarentena sin ti, que versa sobre ese amor nostálgico que nunca termina de irse. Para él, Supercreus II no es diferente a todo lo anterior, porque ya había en otros álbumes batería y guitarras: “Ahora tal vez canto mejor o diferente y también he aprendido muchas cosas. Al final las canciones son las mismas, con el tipo de letras que yo hago, música pop, de ahí no creo que vaya a cambiar mucho nunca”.
Por eso, firmaría ahora por volver a hacer éxitos como Suena brillante o La canción de tu vida, a pesar de que haya ciertas temáticas que una vez tratadas no crea que valga la pena retomarlas. “Busco una palanca que me lleve a hacer una letra, esa palanca puede ser un estribillo, una idea que tenga, una vivencia, invención, no hay una regla general. He dicho siempre lo que quería, pero quizás ahora te sientes un poco más responsable y hablas de cosas que tienen que ver con el paso del tiempo”, apunta el músico catalán, que vino a Madrid a probar y le gustaron tanto sus bares y el Rastro que ya lleva siete años y no tiene intención de marcharse.
Joe Crepúsculo estudio filosofía y asegura que no cantaría las canciones que canta si no hubiera hecho esta carrera. Puede que eso le lleve a pensar que la sociedad está yendo hacia una dirección sin retorno en la que cada vez la cultura pesa menos y en donde se busca que los niños no razonen por sí mismos. “De aquí a miles de años verán que a partir del 2000 se dejaron de publicar revistas y libros y verán una época oscura, pensarán que nos estábamos idiotizando. Está muy bien Internet para muchas cosas pero pienso que también puede ser el fin de algunas. La red social más usada es Instagram y no te permite poner links. Instagram no quiere que salgas de Instagram, quiere que sigas mirando stories y que consumas su publicidad”, declara mientras da un sorbo a su cerveza. Reconoce que la música era tan solo un hobby y que no pensó que viviría este gran “sueño”.
El confinamiento no le ha bloqueado porque tener un proyecto entre manos le ha servido para mantenerse ocupado. “Es una cosa que me ha beneficiado mucho, tener en la cabeza algo en lo que pensar. Estoy viendo más esa sensación rara en este momento que ya he sacado el disco y que no tengo nada que hacer, pero como ahora empiezan los conciertos no me está dando tiempo de agobiarme”.
No faltan colaboraciones en Supercrepus II de Tomasito, el guitarrista Alberto Martínez del Río o Victor Iniesta, Marc López a la batería, el saxo de Jens Neumaier o un coro de Aaron Rux. Lo que es seguro es que los seguidores de Joe Crepúsculo van a encontrar en este nuevo álbum ese rayo que atraviesa las heridas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.