Cerrado por covid el primer colegio de Madrid

El Ayuntamiento de El Boalo, Cerceda y Mataelpino, un municipio confinado de la sierra de Guadarrama de Madrid, ha anunciado el cierre del colegio público Josefina Carabias de Mataelpino durante 10 días a causa de un brote de coronavirus. Se trata del primer colegio de la región al que la pandemia obliga a suspender las clases, ya que hasta ahora solo se había clausurado una escuela infantil en la capital en septiembre, otras tres guarderías también en la capital en octubre y una escuela infantil y un centro de educación especial en noviembre. En un comunicado, el Consistorio explica que la medida se toma “ante la confirmación de varios positivos y el alarmante ascenso” de casos “en unas escasas 72 horas”. La concejal de Sanidad y Servicios Sociales, Leticia Cubillo, y la de Educación, Soledad Ávila, han detallado a EL PAÍS que han sido en total nueve casos en seis días, cuatro de ellos profesores y cinco alumnos.

El Ayuntamiento, gobernado por Javier de los Nietos Miguel (PSOE), indica que la decisión “se toma tras consultar a Salud Pública y a los organismos educativos pertinentes, teniendo en cuenta el impacto de las cifras en una comunidad educativa pequeña como es la de este colegio”. Aunque el centro, de línea única, tiene capacidad para 225 alumnos, en la actualidad hay 160 niños matriculados en tres aulas de segunda etapa de Infantil y siete de Primaria. Es el único colegio de este pueblo del norte de Madrid de unos 1.800 habitantes ―entre los tres suman unos 8.000 y cada localidad tiene un centro―.

“El pasado viernes, en uno de los test masivos que está realizado el Gobierno regional, una profesora dio el primer positivo, a los que se sumaron dos docentes más el domingo y un cuarto el lunes”, explica la concejal Ávila, para puntualizar que de los niños, todos de Primaria, tres dieron positivo el lunes, el martes otro y un quinto el miércoles. “El lunes a las diez y media de la noche, con seis de 10 aulas aisladas, toda Primaria menos una clase, la directora y coordinadora covid, Azucena, me comunicó la decisión de cerrar como marca el protocolo y el martes fue ya el primer día sin clase”, continúa la responsable de Educación, que califica la decisión de “muy valiente y acertada”.

Por su parte, Cubillo manda un mensaje de tranquilidad a los vecinos, ya que “está todo controlado y se ha actuado muy rápido”. Por lo que ella sabe, ninguno de los casos es grave. “Alguno tiene algún síntoma, pero es leve, todos los afectados están bien”, constata. Los padres de uno de los niños “también están contagiados, por lo que está toda la familia confinada”. “Es muy posible que salgan más casos, es un virus que se propaga fácil y rápidamente”, se teme Ávila.

La dirección del colegio “lamenta profundamente haber tenido que tomar esta decisión”, que se adopta “porque lo único que frena el contagio es la distancia social y, sobre todo, para proteger a los niños de Infantil, que van sin mascarilla”, añade Ávila. Para reabrir con seguridad, se está llevando a cabo “una limpieza y desinfección exhaustiva” de todos los espacios del centro, “con lejía a cascoporro en todas las aulas, mesas y sillas”, subraya Cubillo. Por las noches, Protección Civil pone máquinas de ozono, mientras se atiende a las familias que lo necesitan con wifis portátiles para poder seguir las clases online. El próximo martes, avanzan las ediles, volverá a clase la primera aula que se había confinado, que ya cumplirá los 10 días de cuarentena. El resto del cole seguirá cerrado hasta el jueves que viene.

El Boalo, Cerceda y Mataelpino forman parte de una de las 31 zonas básicas de salud confinadas en Madrid a causa de sus altos índices de covid. El Boalo fue la primera localidad de las tres en cerrarse, el 26 de octubre, un semiconfinamiento al que se sumaron las otras dos el lunes 16 de noviembre. “Hoy mismo nos han confirmado que estaremos cerrados una semana más”, asume con resignación Ávila. “Tenemos una incidencia acumulada importante, por encima de los 500 casos por 100.000 habitantes. Al ser una población pequeña, un par de casos te disparan la tasa”, pone en contexto Cubillo, que recuerda que los tres núcleos están alejados y hay muchas urbanizaciones. “Son casos familiares, aislados y controlados. Aquí problema de contacto no hay, no te cruzas a nadie por la acera y ni a propósito te justas tres”, destaca Cubillo.

La directora general de Salud Pública de Madrid, Elena Andradas, ha confirmado este viernes que se trata del único centro cerrado en Madrid y ha actualizado balance del impacto del virus en la escuela. “En estos momentos en toda la comunidad hay 1.258 aulas en cuarentena y 25.753 alumnos afectados, lo que supone un 2% del total de aulas y un 1,8% del de alumnos”, ha indicado Andradas. Estas cuentas, sin embargo, están mal hechas. El protocolo, tal y como está redactado, impide cerrar aulas en secundaria, al no ser considerados estos alumnos contactos estrechos, ya que no forman parte de un grupo estable de convivencia. Por eso, la incidencia debe calcularse no con la base completa de un millón y medio de alumnos y 60.000 aulas sino respecto a los 720.000 alumnos del Infantil y Primaria y a sus 35.000 clases, donde sí hay lo que Educación considera aulas burbuja. Con esta base, los porcentajes ascienden al 3,57% alumnos y al 3,59% de aulas.

En un desayuno informativo el martes, el consejero de Educación, Enrique Ossorio, destacó la bajada de las cifras respecto a hace dos semanas, con unos 4.500 alumnos aislados y unas 200 aulas cerradas menos. También subrayó que la mayoría de los contagios se produjeron al inicio del curso, aunque “nunca llegó a superar el 3% del total” de 1,2 millones según las cuentas del Gobierno regional. Aunque los contagios crecieron mucho al inicio de curso, “a mediados de octubre la cifra se estancó y ha ido bajando”, celebró.

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