Comienza el ‘desenchufe’ de las Torres Colón

El enchufe más famoso de Madrid, ese adorno arquitectónico que corona las Torres Colón, ha empezado a ser desmontado como parte de la remodelación de estos dos edificios gemelos que empezaron a levantarse en 1967 aunque no se inauguraron hasta 1976. En los próximos tres meses los trabajos se encargarán también de retirar la cobertura naranja de las fachadas que también caracterizan las torres. Todo forma parte de una remodelación con la que la Mutua Madrileña, como propietaria del inmueble desde 1995, quiere convertir esta sede en “el edificio de oficinas en altura más eficiente de España en materia medioambiental”. Para ello la empresa invertirá hasta finales de 2023 un total de 65 millones de euros.

Desde el pasado fin de semana aparace ya instalada la grúa que hará posible que el enchufe se vaya desmontando. Tiene 138 metros de altura, una longitud pluma 45 metros y una carga máxima en punta 6.000 kilos. Cuenta, además, con baliza de seguridad para el tráfico aéreo. Con el paso de los días, este símbolo del skayline de la capital irá desapareciendo. Dejará para siempre de ser una de las atracciones de los fotógrafos que a lo largo de casi tres décadas han buscado el mejor ángulo para inmortalizar su curiosa estampa.

Se trata de un proyecto del arquitecto Antonio Lamela (1927-2017). Además del enchufe y del revestimiento, desaparecerá la escalera de incendios que une ambos edificios. Todas son intervenciones llevadas a cabo en la década de los años noventa del pasado siglo. “Queremos devolverle el espíritu innovador con el que nació”, explicó a finales de 2019 Luis Vidal, arquitecto responsable de la intervención.

El proyecto de Vidal pretende convertirse en el primer Edificio de Oficinas de Consumo Casi Nulo (ECCN) de Madrid, según la Mutua, gracias a su eficiencia energética y sostenibilidad. Las remodeladas Torres Colón solo utilizará energía eléctrica de origen renovable. Además, consumirá un 60% menos de energía que un edificio convencional, lo que le permitirá generar casi cero emisiones de CO2. Por otra parte, casi el 10% de la energía que consuma será generada en el propio edificio.

El icónico inmueble empezó a construirse en 1967, pero que no fue inaugurado hasta 1976 debido a un largo parón, pleitos incluidos, ordenado por el Ayuntamiento.