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Javier Luengo, el activista que recoge el explosivo testigo de Reyero

El nuevo consejero de Políticas Sociales de Madrid trabajó durante años con personas con discapacidad. Hereda un puesto con alto potencial de agrietar el Gobierno de Ayuso

Javier Luengo (centro), el nuevo consejero de Políticas Sociales de Madrid, en una foto de 2018 con dos actores de la película Campeones, Fran Fuentes (izqda.) y Jesús Vidal.
Javier Luengo (centro), el nuevo consejero de Políticas Sociales de Madrid, en una foto de 2018 con dos actores de la película Campeones, Fran Fuentes (izqda.) y Jesús Vidal.
Fernando Peinado

El nuevo consejero de Políticas Sociales de Madrid ha heredado de Alberto Reyero el puesto y también su perfil bajo. Pasadas 48 horas del anuncio del relevo, su cuenta de Twitter seguía en silencio. Sus conocidos dicen que este madrileño de 46 años que hasta el viernes era el número dos de la consejería siente una mezcla de vértigo e ilusión por su nuevo reto. Sabe perfectamente dónde se mete. Gobernará un área con potencial explosivo. Los temas de esta consejería de Ciudadanos (residencias, menores inmigrantes o violencia machista) han sido un continuo foco de conflictos con el PP y Vox, los otros dos partidos que formaron la mayoría para hacer presidenta a Isabel Díaz Ayuso.

Reyero reveló que se iba el viernes a las 20.30 h. cuando todos los focos apuntaban a la inminente entrada en vigor de los nuevos confinamientos en Madrid. Ni él ni su partido han dicho si fue él quien propuso a su sustituto. El anuncio del elegido lo hizo minutos después Ciudadanos en un comunicado. Luengo era el viceconsejero de Políticas Sociales desde agosto de 2019. Entró en el Gobierno junto con su jefe y los dos vivieron en marzo y abril el trago amargo de gestionar con los pocos recursos de la consejería la respuesta de la Comunidad a la tragedia en las residencias madrileñas. La denegación de auxilio por parte de la consejería de Sanidad llevó a Reyero a sostener un duro cruce de acusaciones con el consejero de ese ramo, Enrique Ruiz Escudero (PP).

Además de su discreción, Luengo tiene otros rasgos comunes con Reyero. Como éste, entró en política por compromiso con los más vulnerables. Fue durante diez años director y portavoz de Plena Inclusión Madrid, una federación de 109 organizaciones de apoyo a las personas con discapacidad intelectual. Se acercó al sector al acabar Magisterio. Una compañera de Facultad le comentó que la Fundación Síndrome de Down Madrid buscaba voluntarios.

Una de sus primeros proyectos consistió en entrenar al baloncesto a personas con síndrome de Down. Tuvo la idea de animarles a usar las canchas del Ayuntamiento de Madrid. Casi 20 años después, por puro azar del destino y cuando dirigía Plena Inclusión Madrid, su organización fue una de las que asesoró a Javier Fesser para el rodaje en 2018 de Campeones.

Ocupando su cargo de director en Plena Inclusión Madrid se reunía frecuentemente con Alberto Reyero y Tomás Marcos, cuando estos eran diputados regionales de Ciudadanos especializados en asuntos sociales. Tuvo muy buena sintonía con ellos desde el inicio. Conoció también a Ignacio Aguado, hoy vicepresidente. Cuando se acercaron las elecciones regionales de mayo de 2019 le propusieron ir en las listas como candidato independiente. No le ofrecieron un lugar cualquiera. Luengo fue en el cuarto puesto, incluso por encima de Reyero, que iba en el noveno. Fuentes de Ciudadanos explican que eso se debe al propósito de Aguado de promocionar a candidatos como Luengo con experiencia reciente en la sociedad civil.

Cuando sus colegas del mundo de las ONG se enteraron de que iba a entrar en política se llevaron una gran sorpresa. Él no responde para nada al tópico del político cínico y arrogante, según sus antiguos compañeros. “Voy a hacer algo totalmente nuevo", le anunció por teléfono a Elena Escalora, la directora de la Fundación Down Madrid. “Te diría que eres un inconsciente si no supieras dónde te metes”, le contestó ella. Le costaba imaginárselo en las altas esferas. Luengo era el tipo de director de ONG que cuando había una carrera de personas con discapacidad se vestía en calzón corto para unirse a ellas en lugar de quedarse en el palco de autoridades como muchos otros.

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A otro amigo del ramo, Francisco Fernández, le dijo que llevaba toda su vida luchando para que las administraciones tuvieran en cuenta a las personas con discapacidad así que no podía desaprovechar la oportunidad de hacerlo desde dentro. “Es muy generoso y valiente por dar este paso adelante", dice Fernández, director de la Fundación GMP.

En la consejería Luengo seguirá rodeado de casi todo el grupo que formó Reyero. Como él, muchos son gente con experiencia en el sector social. Las semanas en las que no paraba de crecer el número de muertes en residencias fue un trauma que hizo estrechar lazos. “La pandemia nos hizo un equipo”, dice Carlos Reus, que fue jefe de gabinete hasta junio y dimitió por motivos personales. “Por encima de las siglas, Reyero buscó a gente muy profesional y conocedora del sector”.

Empresas y ONG que tratan con la consejería se sienten de enhorabuena por el nombramiento de Luengo. Han comprobado que es una persona con gran sensibilidad. Dicen que en muchas otras autonomías les toca tratar con consejeros de Políticas Sociales que son políticos de carrera con cero interés por los asuntos sociales “Tanto Javier como Alberto son personas que vienen de este mundo y eso lo hace todo fácil”, dice Ignacio Fernández Cid, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia.

Reyero supuso un cambio de la noche al día con respecto a los consejeros del PP en Madrid, según Gustavo García, coordinador de estudios en la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. “En gobiernos anteriores era desesperante el caso de Madrid. Actuaban con autoritarismo, falta de sensibilidad, poca transparencia... Reyero trajo aires nuevos”, valora.

Pero no es nada fácil ser consejero de Políticas Sociales en la comunidad que ocupa el peor puesto en el ranking que elabora la asociación de García. Una nota de 3,8 sobre 10. “Esto es lo que heredó Reyero. Yo espero y deseo que continúe con su obra y no se deje amedrentar por la tensión en su Gobierno”, dice el miembro de esta asociación estatal.

Para mejorar cosas, Luengo tendrá que convencer al ala más neoliberal de su Gobierno para incrementar las inversiones sociales. El dueño de la hucha es el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, que cree en el dogma del libre mercado. “La Comunidad de Madrid no tiene proyecto social y esa falta de rumbo se nota”, valora la diputada regional del PSOE Purificación Causapié.

A esta dificultad se añade el riesgo de que la segunda ola del virus desborde a las residencias. Hay más medios que en primavera y los hospitales ahora sí aceptan a los mayores, pero siguen los brotes y muertes. Hasta el lunes de la semana pasada había 33 fallecidos en 71 brotes. El viernes es la primera sesión de la comisión de investigación de las casi 6.000 muertes en residencias.

Luengo tomará posesión del cargo esta semana y ocupará su nuevo despacho de la tercera planta de la consejería, en la calle O’Donnell de Madrid. Probablemente el jueves lo veremos en acción en el pleno de la Asamblea regional. Será un debut complicado en un escenario que se ha convertido en un polvorín.

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Fernando Peinado
Es reportero de la sección de Madrid desde 2018. Antes pasó ocho años en Estados Unidos donde trabajó para Univision, BBC, AP y The Miami Herald. Es autor de Trumpistas (Editorial Fuera de Ruta).

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