Cargas policiales y heridos en Madrid durante una manifestación por la mejora de la sanidad y la educación
En Vallecas los ánimos se exaltaron cuando la policía impidió el paso a los vecinos en las inmediaciones de la Asamblea de Madrid. Hubo cargas y tres detenidos
El dilema de los vecinos era cómo seguir protestando en las calles de Madrid sin incurrir en las restricciones que desde el lunes impone el Gobierno regional. Y en algunas zonas utilizaron cintas blancas con la medida de metro y media para no causar aglomeraciones. En Vallecas, los ánimos se exaltaron cuando la policía impidió el paso a los vecinos en las inmediaciones de la Asamblea de Madrid. Los agentes respondieron con material antidisturbios al lanzamiento de piedras y objetos contundentes. Tres personas fueron detenidas y fueron trasladadas a dependencias policiales. [Consulta aquí si vives en una zona afectada y la lista de las medidas]
La convocatoria de todas estas concentraciones fue realizada por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (Fravm), cuya implicación fue criticada por el Gobierno municipal de Madrid. Entiende que esta asociación adopta una “postura equivocada” y que está empujando a los ciudadanos a moverse cuando las recomendaciones y los datos de la pandemia deberían llevar a lo contrario. Las concentraciones se celebraron no solo en las 37 zonas sanitarias básicas afectadas por las restricciones para pedir más inversiones en Sanidad, Educación y prevención.
La concentración de Vallecas frente al centro asistencial Ángela Uriarte acabó con tres personas detenidas, varias cargas policiales, carreras y lanzamientos de objetos. Algo más de un centenar de manifestantes quiso continuar la protesta frente a la Asamblea de Madrid y la policía impidió el acceso. En ese momento se produjo la primera carga de los agentes, que acabó con dos personas detenidas, una de ellas sangrando por la nariz, y los manifestantes empezaron a lanzar piedras y objetos contra los uniformados. Esto provocó más cargas y carreras por los alrededores de la sede del parlamento de la Comunidad.
En Leganés, unas 150 personas, hombres y mujeres de todas las edades y algunos niños, defendieron la sanidad pública ante el centro de salud Mendiguchía Garriche. Una pancarta verde colgaba de la verja: “Más sanitarios. Más rastreadores”. Dos de las enfermeras del centro salieron a agradecer a todos los participantes en la protesta su apoyo y se disculparon por la situación que la pandemia les está haciendo vivir. “Perdonad que a veces no os llamemos cuando os tenemos que llamar”, dijo al micrófono Antonia Delgado. “Sabemos que estáis sufriendo pero no damos abasto. Ya no podemos con tanta precariedad”, añadió su compañera, Nuria Sanz.
La incidencia del virus en esta zona de salud es de 780 en las últimas dos semanas y de 616 en todo Leganés, cuando la referencia que emplea la Consejería de Sanidad suele ser a partir de 1.000 para imponer medidas. El presidente de la federación local de asociaciones de vecinos, Fidel Gozalo, dijo a los presentes que no sería de extrañar que ellos fueran los siguientes es vivir bajo las restricciones. Gozalo no solo ha cargado contra la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. También lo ha hecho contra el alcalde, el socialista Santiago Llorente. “¿Qué no hay médicos? ¡Coño, pues que los traigan de Cuba!”.
Sabemos que estáis sufriendo pero no damos abasto. Ya no podemos con tanta precariedadNuria Sanz, enfermera del centro de salud Mendiguchia Garriche
En Alcorcón, un centenar de personas gritaron consignas como: “Sanidad pública”, “Más enfermeros y menos maderos”, “Barrios obreros nos cierran los primeros” o “No es confinamiento, es segregación”. Al acto, que transcurrió sin incidentes, asistió el secretario general de Podemos, Jesús Santos.
En el barrio de Tetuán, de Madrid, se escucharon gritos como: “Recortar en sanidad es un acto criminal” acompañados de un “Ayuso dimisión”. Al mismo tiempo, Maria, vecina de la zona la distancia de seguridad para hablar sobre los recortes en sanitarios. “No es normal que hayan reducido el dinero estos años y que ahora que estamos en momentos de crisis tampoco quieran gastarse un euro”.
El barrio tiene una incidencia acumulada de las últimas dos semanas de 769 casos de covid por cada 100.000 habitantes. Diego cree que aunque superen los 1.000 no les confinaran porque viven cerca de Plaza de Castilla y allí las rentas son más altas. “Hay segregación en los confinamientos y he venido a reivindicar que tienen que tratar a todos igual”, sentenciaba.
Los convocantes reclamaban también la apertura de zonas verdes, que han sido cerradas como parte de las medidas restrictivas en las 37 zonas básicas de salud afectadas por las restricciones. Es más, el debate ayer mismo giraba más en torno a un cierre de todos los demás parques, al menos en la capital. El Gobierno que lidera José Luis Martínez-Almeida no tiene sobre la mesa el cierre de todos los parques y zonas verdes de la ciudad, que son unos 3.800. Pero no descarta que esto ocurra en las próximas horas si la orden llega desde las autoridades sanitarias regionales, indicó la portavoz Inmaculada Sanz.
El debate de estos actos de protesta no escapa a la polémica. La manifestación que se había convocado para este domingo no se celebrará finalmente. Los organizadores argumentan que son “conscientes de que la previsible evolución de la situación epidemiológica en la Comunidad de Madrid dificulta la realización de actos masivos y la movilidad de la ciudadanía”.
En el centro de salud de Lavapiés se concentraron medio centenar de personas. La Asociación Valiente Bangla desplegó una pancarta en donde se leía: “¿Cómo quieres que me cuide si quien me cuida no me entiende?”. Ramiro Romiz, parte del colectivo, pide la contratación de más intérpretes. La distancia se mantiene en todo momento en la plaza y Marisa Pérez, vecina del barrio, dice que la atención primaria está “desamparada” y que muchos médicos se están marchando. Javier Tabaré coincide con ella: “Pensábamos que iba a haber más rastreadores, más sanitarios… y en lugar de eso se acusa a los inmigrantes”. Dori y Cris también son vecinos y critican la falta de recursos en los centros de salud. Lo han notado especialmente en pediatría porque no paraban de retrasarles las citas. Daniel Martín, profesor, añade que estos recursos no se están destinando a dónde deberían ir.
Enfermeras doblando turnos
“Hay días que después de trabajar me meto en el coche y lloro un rato antes de volver a casa”. Así lo explica la enfermera Carolina Canser, de 27 años, que trabaja en el turno de tarde en centro de salud Ángela Uriarte, de Vallecas, y el de noche en hospital San José. “Estamos doblando porque si no, no hay manera”.
Alrededor de 300 personas se concentraron frente al centro de salud Ángela Uriarte, en Vallecas, a escasos metros de la Asamblea de Madrid. Los concentrados corearon proclamas a favor de la sanidad pública, contra el confinamiento que vive su barrio y por la dimisión de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso.
Jaime Arauzo, uno se los asistentes, dijo que la situación está afectando sobre todo a los enfermos crónicos. “La gestión es nefasta”, se queja. Dice que a pesar de que los gestores han tenido la oportunidad de utilizar la experiencia anterior, la situación está igual o peor. "Han tenido tres meses [al principio de la pandemia] para cagarla, y aún así ahora estamos incluso peor.
Los vecinos lamenta la escasa atención que reciben de los sanitarios pero también son conscientes de que el personal está realizando turnos infernales.
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