Pinto cancela una fiesta del chocolate para 900 personas tras la desautorización del Gobierno regional

Ya no habrá Día Internacional del Chocolate en Pinto, localidad del sur de Madrid de casi 50.000 vecinos. Guillermo Portero, concejal de Cultura y organizador del evento, ha anunciado a primera hora de la tarde de este viernes la cancelación del evento municipal, que pretendía reunir este domingo a 900 personas para un concierto y una chocomerienda. En un comunicado, el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, explica que da marcha atrás por “prudencia, responsabilidad y respeto” a la salud de los vecinos, al tiempo que pide perdón por las molestias que pueda ocasionar. Ni en la nota publicada por el Ayuntamiento ni en las declaraciones de Portero remitidas a los medios hay ni una sola palabra sobre la desautorización del Gobierno regional, que esta mañana ha llamado a capítulo a Pinto de palabra y por escrito y le ha recordado que las normas no son recomendaciones, sino de obligado cumplimiento. En Madrid están prohibidas las fiestas populares y hay que pedir permiso al Gobierno regional para eventos de más de 600 personas, un visto bueno con el que no contaban.

“Aún habiendo tomado todas las medidas higiénico-sanitarias necesarias, dada la tendencia actual de la pandemia, tras los últimos datos conocidos y en pro de la salud pública de la ciudadanía, desde la Concejalía de Cultura hemos tomado la decisión de suspender el Día Internacional del Chocolate como medida adicional extraordinaria a las dispuestas por las autoridades sanitarias", afirma Portero en su declaración, en la que añade que esperan que la situación permita celebrar pronto el evento. Según el último informe epidemiológico de Madrid, publicado el 8 de septiembre, Pinto tiene una tasa de incidencia de 317,9 casos de covid por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, lejos de la media de la comunidad, que es de 528,6 positivos, y de los 876,1 que se registran en la localidad de Parla, la más afectada, y de los 766.4 de Alcobendas, la segunda peor.

El evento, una fiesta popular enfocada especialmente a los niños, iba a celebrarse a partir de las seis de la tarde del domingo en el auditorio del Parque Municipal, antiguo parque Juan Carlos I y consistía en una “chocomerienda” y un concierto, entre otros actos. Durante toda la mañana, el Consistorio ha mantenido que no era necesario contar con la aprobación expresa de la Consejería de Sanidad porque no se llegaba al aforo máximo estipulado ―el recinto tiene capacidad para 5.000 personas y no se superaría ni el 20%―.

El protocolo sanitario de la fiesta, explicaba a este diario una portavoz del Ayuntamiento, se hizo “siguiendo las recomendaciones de la consejería, y en algunos casos reforzándolas". “En una terraza cualquiera hay más riesgo de contagio porque estás más cerca de otras personas. En este caso, al ser al aire libre y con incluso más distancia entre grupos de la recomendada ―dos metros en vez de metro y medio― no existe prácticamente riesgo", argumentó la portavoz. "La prueba de que no hay riesgo es que el alcalde irá con su propio hijo”, sostuvo. Preguntada sobre si se haría un registro de asistentes, la portavoz del Ayuntamiento de Pinto dijo no estar al tanto de ningún protocolo de rastreo de contactos.

Según el Ayuntamiento de Pinto, se iba a garantizar el cumplimiento de las medidas estipuladas por las autoridades sanitarias desde la entrada a la salida. Para acceder al recinto, habría una sola entrada habilitada en la que, a medida que pasan las personas, se les tomaría la temperatura, se les proporcionaría gel hidroalcohólico y se les entregaría un bocadillo de chocolate cerrado herméticamente. Una vez superado este primer filtro, se entregaría a cada grupo un tique con un puesto asignado y se les acompañaría a ellos. A la salida, se habilitarían dos zonas para evitar aglomeraciones y facilitar el flujo de los asistentes.

Sin embargo, la Comunidad de Madrid ha tomado cartas en el asunto. A mediodía, durante un acto para presentar la app Radar Covid, la directora general de Salud Publica, Elena Andradas, ha asegurado que en cuanto se enteraron de los planes para celebrar el Día del Chocolate se pusieron en contacto con el Ayuntamiento para recordarles que las fiestas populares “están suspendidas”. Andradas ha añadido que también se han puesto en contacto por escrito con Pinto para recordarles que “las normas son de obligado cumplimiento”.

Desde el pasado 1 de septiembre, los organizadores de todo acto de más de 600 personas en la Comunidad de Madrid deben presentar una evaluación del riesgo de su actividad, que determinará si se les concede permiso. En el documento, tendrán que detallar la previsión del porcentaje de asistentes que acudirán desde otros municipios o regiones y los que pueden ser vulnerables a la covid por su edad o condición de salud, e implementar un registro que permita localizar a todos ellos en el caso de que posteriormente se descubra que alguien de los presentes estaba contagiado por el virus. La aprobación de la Consejería debe producirse, además, un mínimo 10 días antes del acto, sin excepción. “Pinto no ha presentado informe de viabilidad”, ha señalado un portavoz de Sanidad. Además, las fiestas y verbenas populares llevan desde el 19 de junio suspendidas en Madrid, una prohibición que se ratificó el pasado lunes.

Dada la situación, en Pinto muchos dudaban hoy de que fuera una buena idea organizar este evento mientras ven cómo otros eventos en la comunidad están siendo cancelados. Imane Salaheddine, vecina de la localidad, cree que no es el momento para este tipo de actos. “El dinero que se están gastando en esto podrían usarlo para ayudar autónomos que están luchando por sobrevivir o cualquiera de los muchos otros problemas que hay. ¿A cuento de qué viene este evento?”, se queja. Otra vecina, Nuria Martín, comparte esta opinión. “Aunque apetece mucho juntarse con la gente del pueblo, no me parece coherente que esté prohibido estar con más de 10 personas y, al mismo tiempo, el Ayuntamiento organice esto. Por muchas medidas que haya, será inevitable que los niños se junten, que los amigos se saluden”, reflexiona Martín .

La oposición también se desmarcó de la celebración y atribuyó toda la responsabilidad al gobierno socialista de Pinto. Un portavoz del PP del municipio indicó que nadie les había informado de la organización del evento, pero que esperan que la prioridad fuera garantizar la salud de los pinteños. “Creemos que, dadas las circunstancias que atravesamos, la celebración no resulta lo más conveniente. No obstante, ya que el gobierno no se plantea su suspensión, esperamos que se haya establecido todos los protocolos de seguridad y sanitarios que se exige para su desarrollo”, declaró.

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