Ossorio no asegura que los contratos de los docentes duren todo el curso
Centenares de profesores renuncian a la plaza ofertada por la administración o se plantean hacerlo ante la opacidad de los contratos
El consejero de Educación de Madrid, Enrique Ossorio, no aclaró este miércoles si las contrataciones de los profesores para reforzar el curso por la pandemia trabajarán durante todo el año. CC OO denunció que la opacidad de esas 6.000 adjudicaciones que ya se han otorgado durante esta semana ha tenido una consecuencia nefasta: centenares de docentes están renunciando o se lo están pensando por no tener claro si se quedarán sin trabajo en unos meses. Los directores han sido los primeros en sufrirlo, ya que han desdoblado aulas para profesores que han faltado a sus primeros días de clase.
“Los docentes pueden estar tranquilos, sabemos cómo funciona la educación y, en la medida de lo posible, mientras los alumnos necesiten apoyo, vamos a intentar que los docentes estén ahí”, dijo el consejero en rueda de prensa. La pregunta que le realizaron los periodistas, sin embargo, no trataba sobre la tranquilidad del profesorado, sino sobre si les podía asegurar que los contratos que se iban a realizar cubrían todo el curso académico.
La respuesta lo dejó todo en el aire y, por contra, provocó más intranquilidad entre los más de 6.000 docentes extras a los que se ha recurrido entre el lunes y el martes para ayudar a los centros a bajar las ratios de los alumnos en las aulas. Muchos de ellos tienen que trasladarse de ciudad o dejar otro trabajo para ocupar su plaza y quieren estar seguros de lo que firman antes de comprometerse, según aseguran desde CC OO, el sindicato que lleva varios días recibiendo centenares de dudas sobre la cuestión. “Esto puede suponer que Madrid no pueda atraer y mantener profesorado suficiente”, lamentó Isabel Galvín.
Gregoria Prior, profesora de Geografía e Historia, ha decidido lanzarse a la piscina sin saber si había agua dentro. Tenía un puesto fijo en un centro concertado y le ofrecieron una plaza en un instituto público en el centro de Madrid. Ha estado entregando la documentación necesaria hasta este miércoles para acreditar que puede impartir docencia y no ha visto, por el momento, ningún contrato. “Estuve llamando a la dirección de área para preguntar pero nadie me respondía. Al final me he lanzado porque un conocido conocía a su vez al jefe de estudios y le dijo que sí, que mi plaza era para el curso. Espero que sea verdad”. Este miércoles ya se presentó a trabajar.
Sin embargo, Ossorio insistió en que la duración de esos contratos “se adaptarán a las circunstancias tanto sanitarias como pedagógicas, y según las necesidades de los alumnos”. ¿Pero estarán al menos el año académico? Ante la insistencia de este periódico, Ossorio repitió por escrito: “No hay que olvidar que se trata de contratos que se están realizando en una circunstancia extraordinaria, por lo tanto, se extenderán mientras perduren esas circunstancias extraordinarias”.
Esa incertidumbre ha provocado que centenares de docentes se piensen si les merece la pena cambiar de rumbo de un día para otro. Y los directores de los centros lo sufren, ya que han desdoblado aulas contando con un número concreto de docentes que no han ido a trabajar. Este miércoles mismo le pasó a una directora de un centro del norte de Madrid que prefiere no decir su nombre. La consejería le había adjudicado tres profesores y se presentaron dos. “Llamé a la administración y me dijeron que estaba habiendo problemas porque muchos ni se habían enterado”, cuenta.
Efectivamente, el método para anunciar las plazas lo ha dejado todo en manos de la suerte. Prior cuenta que colgaron unas listas en la página web de la Comunidad de Madrid, pero nadie se aseguró de que cada uno las veía y se había dado por enterado.
“Yo cuando vi el nombre de quien faltaba en mi centro me di cuenta de que la conocía y la llamé. Y claro, ella alucinó porque está trabajando en otra Comunidad Autónoma y no sabía que tenía plaza en Madrid. Aún así, me dijo que en estas circunstancias lo sentía mucho pero que se quedaba donde estaba”, cuenta la directora. Lo peor de todo, explica, es que ya tiene los grupos desdoblados y no sabe cuándo le asignarán a un sustituto. “Por lo visto las bolsas se han quedado tiritando. Cuando encuentren a otro tendrá que hacerse las pruebas serológicas y luego ya vendrá. ¿Pero será la semana que viene? No se sabe. Todo esto es fruto de la precipitación. No sabes la que hay liada”.
El 25 de agosto, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el consejero de Educación anunciaron que iban a contratar a 10.610 docentes para hacer frente al año de la pandemia. Entre el lunes y martes, la Administración ha anunciado a 4.082 docentes de infantil y primaria y a 2.360 de secundaria, FP y Régimen Especial [de los que 1.185 cubrirán plazas parciales]. Además, la administración admitió que 1.117 del cupo total serían profesores de refuerzo y que su contrato se valoraba hasta el 31 de diciembre. “Luego ya veremos. En función de la situación sanitaria se podrá ampliar”, reconocieron fuentes de la consejería de Educación.
El martes admitieron que, además, 697 vacantes, en su mayoría para jornadas parciales e itinerantes (en diferentes centros), se habían quedado vacías, a falta de profesorado. La promesa de los 10.610 docentes tiene ya mucha letra pequeña.
Solo 18 profesores dan positivo tras realizarse la PCR
El Consejero de Educación, Enrique Ossorio, salió con ganas de dar una buena noticia y fue prácticamente lo primero que dijo: solo 18 profesores de los 1.500 a los que, por el momento, se les ha realizado la PCR tras dar positivo en la prueba serológica han mantenido el positivo. El Gobierno anunció que realizaría 100.000 pruebas a docentes y personal de administración y servicios de los centros educativos públicos y concertados.
Hasta el momento, anunció, se han llevado a efecto 95.000 y a 3.000 personas se les decidió repetir la prueba con una PCR. “La buena noticia es que conocidas la mitad de esas, es decir, de unas 1.500, solo hay 18 positivos”, dijo Ossorio, por lo que calculó que, “si se mantiene esa estadística”, el número total esté en torno a los 40. También explicó que algunos profesores no se habían presentado a las pruebas, “y se les ha vuelto a citar”, aunque acudir a esa cita es voluntario.
El primer y el segundo día de pruebas serológicas estuvo rodeado de polémica, ya que hubo aglomeraciones y colas de más de dos kilómetros de los convocados al instituto Virgen de la Paloma, en Madrid, y en el de María Zambrano, en Leganés.
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