Mascarillas, corderos y cabritos: así gastó la Comunidad 19 millones donados contra la pandemia
Madrid, que recibió 20.000 equipos entre móviles, ordenadores o tablets, y casi 2.000 toneladas de alimentos, dedicó el 99% del dinero donado a material sanitario
A mediados de agosto, la Comunidad de Madrid empezó a buscar a quien le vendiera 350 corderos y cabritos para reforzar las exiguas despensas de los comedores sociales de la región. El Gobierno destinó a la operación 28.000 euros tras recibir una donación finalista, según consta en un documento obtenido a través del portal de contratación. Una iniciativa que resume la movilización ciudadana frente al drama sanitario que se vivió en Madrid entre marzo y mayo, y el social que se vive desde entonces: en total, la crisis provocada por la pandemia del coronavirus ha movilizado más de 19 millones de euros en donaciones, provenientes de 9.652 personas, y destinados casi al completo a la adquisición de material sanitario.
“Nos hemos encontrado noches enteras prácticamente sin dormir, cerrando contratos o acuerdos, o apalabrando compras y adquisiciones de respiradores con China, con Estados Unidos, con no sé qué otros países...”. Las palabras del Director General de Infraestructuras Sanitarias, Alejo Miranda de Larra, pronunciadas este verano en la Asamblea, reflejan los esfuerzos desesperados de la Administración por hacer acopio de material sanitario de protección (mascarillas, guantes, gafas…) y de maquinaria con la que salvar a los contagiados (respiradores) en lo peor de la crisis. “Es que no dormía si tenía que cerrar un contrato o un acuerdo, y a la mañana siguiente, a lo mejor a las 6 de la mañana, te encontrabas que había venido no sé qué país y se había llevado tus respiradores… ¡tus 150 respiradores, que eran 150 vidas!”
En ese contexto de competencia mundial por los mismos productos, Madrid abrió una página para donaciones económicas y en especie para ayudar a dar respuesta a una pandemia que ya ha dejado más de 15.000 muertes y 100.000 contagios en la región. El 77% de los donantes decidió que la consejería de Sanidad eligiera a qué dedicaba el dinero, mientras que el resto se dividió entre los que pidieron que se destinara a medicamentos y productos sanitarios, a material de protección para sanitarios, o para pacientes.
“No fue una iniciativa de la Comunidad de Madrid salir a buscar donaciones sino que fue iniciativa de la gente, y nosotros lo que hicimos fue darle cauce y asegurar que cada euro o cada pieza de material que se entregara llegara finalmente a su destino: los hospitales, los centros de salud o las residencias de mayores”, argumentó el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, cuando le preguntaron al respecto en la Cámara regional. “El 98% de los donantes son individuos particulares y el 2% restante son empresas”, detalló. “Hay donaciones de millones de euros; hay donaciones de 10 euros; hay pequeñas empresas que aportan 10.000 euros; hay particulares que donan 15, 20, 50, 400, 1.000 euros”, siguió. “La media de donación entre los particulares es de 147 euros por donante. Y llama la atención que 853 donantes sean de fuera de Madrid, que han contribuido con 84.115 euros; ¡se lo agradecemos especialmente!”.
Crisis social
La Comunidad recibió por esta vía miles de mascarillas, guantes, batas… Sin embargo, la inquietud de los donantes que pidieron que se comprara corderos y cabritos para los comedores sociales no fue excepcional. Hubo otros que directamente entregaron 1.800 toneladas de alimentos y agua, conscientes de la angustiante situación de miles de familias sin posibilidades de mantener su medio de vida durante el estado de alarma. Para paliar la brecha digital, justo cuando los alumnos se enfrentaban al reto de seguir las clases desde sus casas, se dieron hasta 20.000 unidades de tecnología (teléfonos, cámaras, ordenadores, tablets…). Y para alojar a sanitarios y enfermos que no pudieran aislarse en sus casas, se ofrecieron hasta 6.500 habitaciones, según detalla la Comunidad.
Son ejemplos de movilización ciudadana ante las colas del hambre en los comedores sociales, el aumento del paro, y las negrísimas perspectivas económicas. El primer caso conocido de coronavirus en Madrid se produjo a finales de febrero. Desde entonces, la enfermedad marca el día a día de todos los ciudadanos. Ahora, además, llena de incertidumbres su futuro. Hasta junio, las despensas solidarias de Madrid capital repartían comida a 45.000 personas, según la la Federación de Asociaciones de Vecinos de Madrid, mientras el Ayuntamiento se la distribuía a 88.000. Los rebrotes del coronavirus, la recesión económica y la llegada del invierno solo empeorarán la situación. Por eso, las donaciones siguen pudiéndose hacer.
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