La alcaldesa de Aranjuez: “Queremos que nos visiten los madrileños”

Aranjuez se refugia en el turismo de proximidad. El Real Sitio del siglo XVI fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y recibe cada año casi tres millones de visitantes, según datos del Ministerio de Presidencia. Pero este verano deberá conformarse con menos. La crisis sanitaria ha menguado los viajes de larga distancia, lo que convierte a los siete millones de madrileños en el principal objetivo de empresarios y hosteleros locales. Un propósito, el de atraer a los vecinos de la capital y sus satélites, que comparte la popular María José Martínez de la Fuente, de 52 años. La regidora de esta ciudad barroca regada por las aguas del Tajo y el Jarama ya ostentó el cargo entre 2011 y 2015, cuando otra crisis, aquella derivada del crac financiero estadounidense, estrujaba con fuerza a los ribereños.

Pregunta. ¿Encuentra similitudes entre el panorama económico de entonces y las circunstancias actuales?

Respuesta. La crisis sanitaria va a provocar una serie de efectos económicos perversos, no solo sanitarios, que cualquier administración pública debe combatir. Efectivamente, hay similitudes: la población más débil es siempre la que más sufre las consecuencias. Lo primero que hemos tenido que hacer es incrementar la caja de ayudas directas, para que la gente pueda pagar el agua, la luz o hacer la compra. Todos sabíamos que esto podía pasar, por lo que tratamos de anticiparnos: a los 10 días de decretarse en estado de alarma, aprobamos un plan especial de emergencia. Me preocupaba, sobre todo, la detección del problema, porque no todos los que han necesitado ayuda estaban familiarizados con los recursos de Servicios Sociales. Después, establecimos cambios normativos municipales para atender de manera inmediata las necesidades de los ribereños. Las prestaciones se han entregado anticipadamente y nos hemos dado un plazo de varios meses para comprobar las solicitudes. Si detrás de alguna petición hubiera picaresca, se subsanará a posteriori.

P. ¿Cuál ha sido ese incremento de las ayudas sociales?

R. Prácticamente las hemos multiplicado por cuatro, incluyendo el fondo de emergencia municipal, que ya forma parte de la caja de los servicios sociales. Pero los Ayuntamientos no vamos a poder atender a nuestros vecinos sin el respaldo del Gobierno de la nación. Yo me he comprometido públicamente a que en Aranjuez nadie va a pasar hambre, pero me preocupa que no podamos destinar todo nuestro remanente de tesorería a ese fin. Hemos ahorrado 1,2 millones de euros después de más de 20 años de saldos negativos. Aun así, estamos en una situación precaria: nos hemos visto obligados a llevar a cabo planes de ajuste dada la deuda que arrastra el Consistorio. La primera vez que fui alcaldesa me encontré con un déficit heredado de 175 millones de euros, cuando el presupuesto anual es de 40 millones. Hazte una idea.

“La hotelería, la hostelería y el comercio son vitales para esta ciudad.

P. Pero hay un pacto de financiación: la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ratificó el pasado lunes el documento de Hacienda sobre el uso de los 14.000 millones de euros de superávit local. El texto aprobado ofrece una aportación de 5.000 millones de euros a fondo perdido a los Ayuntamientos que pongan sus remanentes a disposición del Estado. El total de la cesión se devolverá en 15 años.

R. Resulta kafkiano: el Gobierno de España debería ayudar a los Ayuntamientos y no al revés. Ese acuerdo autoriza al Ministerio de Hacienda a meter la mano en las huchas de los Ayuntamientos y a quedarse con los ahorros de los vecinos. Porque ese dinero es de la gente, no de las corporaciones. Si los ribereños han hecho el esfuerzo de apretarse el cinturón, ese esfuerzo ha de verse revertido en la prestación de servicios en su municipio. Además, el texto deja en la estacada a aquellos vecinos cuyos consistorios no tienen ahorros o están endeudados.

P. Aranjuez es una ciudad eminentemente turística, ¿cómo afronta el sector la coyuntura sanitaria?

R. La hotelería, la hostelería y el comercio son vitales para esta ciudad. Aranjuez tiene un atractivo que está universalmente reconocido. Casi tres millones de personas visitan cada año el Palacio Real, los Jardines Reales, el casco histórico, los huertos o los sotos. Pero debemos promocionar la villa en estos tiempos tan adversos. Por eso hemos programado, con el apoyo de la Comunidad de Madrid, una serie de actividades culturales cada fin de semana de agosto. Estos conciertos, exposiciones o paseos serán un aliciente más para visitarnos, además de los atractivos habituales de Aranjuez. Estamos viendo que muchos madrileños no se irán de vacaciones fuera de la región, así que nosotros les proponemos un descanso. Queremos que nos visiten; la cultura es el respiro del alma. Hemos sufrido mucho estos meses. El encierro, la tensión y el miedo al contagio han podido dejarnos mella.

P. Sin embargo, la oposición se queja de que Aranjuez esté excluida del programa Madrid en verde, que alberga 50 sendas naturales adaptadas a los protocolos de seguridad de la covid-19.

R. Todas esas rutas tienen un punto de partida conceptual: los centros de educación ambiental pertenecientes a la Comunidad de Madrid. En Aranjuez disponemos de uno, pero es de gestión municipal. El Partido Socialista lo mantuvo cerrado la pasada legislatura. Desde la oposición yo reivindiqué su reapertura, quería que se dotara de una programación atrayente. Si se hubiera hecho, tal vez este sería el momento de que el Gobierno regional lo incluyera en su mapa verde.

P. ¿La relación con el resto de fuerzas es siempre así de tensa?

R. Durante la pandemia todos los grupos han estado en línea con el Ayuntamiento y su alcaldesa. Tuve comunicación semanal con todos y cada uno de ellos. Por eso ha sido posible el plan de recuperación, compuesto por 71 acciones, medidas sociales y estímulos económicos, que suponen un gran triunfo para la ciudad. Y quise ir más allá, incluyendo en el pacto a la sociedad civil, representada en los sindicatos y las asociaciones empresariales. Seguramente la nuestra sea la iniciativa más plural de las que hay ahora mismo en el ámbito regional.