El alcalde de Parla: “La vuelta a las aulas puede ser peligrosa”

Ramón Jurado (Madrid, 1973) se dedica en exclusiva a la política desde las pasadas elecciones. Hasta entonces, el actual primer edil de Parla mantuvo su empleo como asistente administrativo en una escuela de negocios en Madrid. Y eso que su militancia en el Partido Socialista viene de largo. La formación gobierna el municipio, situado al sur de la capital, desde el prefacio de la democracia. A excepción de la legislatura pasada, cuando el PP les arrebató el bastón de mando. Un “bache electoral” que llevó a Jurado a presentarse por primera vez como candidato a la Secretaría General del partido en la ciudad. Después, triunfó en las primarias. Apenas ha comenzado la entrevista cuando suena su teléfono móvil. La pantalla iluminada muestra quién llama: el párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Pregunta. ¿Tienen ustedes una buena relación?

Respuesta. Considero a Alberto un amigo. Durante la crisis sanitaria mantuvimos mucho contacto, porque en la Parroquia también han repartido comida. Algunos ciudadanos les solicitaban ayuda y muchas veces él los ponía en contacto con el Consistorio. Además, la Hermandad de la Soledad de Parla gestiona una residencia de mayores que ha pedido ayuda varias veces en mitad de la crisis sanitaria.

P. Pero de quien dependen las residencias de ancianos es de la Comunidad de Madrid.

R. Claro, pero hubo un momento en que la comunicación entre ellos no fue, digamos, demasiado fluida. Entonces, la residencia nos llamó a nosotros para resolver problemas logísticos. Por ejemplo, necesitaban mesas y sillas para sacar a los abuelos a una terraza con la que cuenta el inmueble y que les diera el sol. También requirieron personal que transportara las bombonas de oxígeno de un lado a otro. Esas peticiones las coordinamos desde el Ayuntamiento con los comercios de la ciudad y los Bomberos.

P. En sus redes sociales usted ha reclamado inversiones tanto a la Comunidad de Madrid como al Gobierno de la nación. Pide nuevos institutos, centros de salud y otra estación ferroviaria. Ha advertido de que saldrá a la calle si fuera necesario. ¿La falta de infraestructuras lastran su gestión de la crisis sanitaria?

R. Me debo a los vecinos de Parla y voy a pedir lo que se merecen. Sobre todo, en tiempos de coronavirus, cuando estas carencias pueden repercutir en la salud de las personas, porque impiden una adecuada atención sanitaria o dan lugar a aglomeraciones, tanto en el aula como en el transporte. Esta semana hemos conocido que la Comunidad tiene pensado ampliar Metro Sur a varias localidades, pero una vez más se olvida de Parla. Como indicas, también he solicitado al Ministerio de Fomento que construya una nueva estación de cercanías; el apeadero actual se levantó cuando el municipio tenía 70.000 residentes y ahora supera los 130.000, por lo que resulta insuficiente. Además, damos acceso a la red ferroviaria de todos los pueblos al norte de Toledo, la zona de La Sagra. En tiempos de pandemia, el apeadero se ha convertido en un auténtico peligro, una ratonera para los ciudadanos. Un municipio como Getafe, por ejemplo, tiene cinco estaciones de tren distintas, cuando solo cuenta con 40.000 habitantes más que nosotros. Sufrimos un trato desfavorable.

P. ¿Y qué sucede con los centros educativos?

R. Tenemos a 130 alumnos que pasan de Primaria a Secundaria este año y no saben a qué Instituto acudirán, porque todos están abarrotados. La Consejería de Educación ha dicho que deberán recibir clases en su colegio de procedencia. Como no quedan aulas libres, tendrá que ser en la biblioteca y la sala de informática. La vuelta a las aulas puede ser peligrosa si no se descongestionan los centros de Parla. La masificación disparará los contagios por el virus. Antes de la pandemia, recorrí varios centros y no me lo podía creer: alumnos recibiendo clase en los laboratorios, haciendo exámenes en los pasillos e incluso en los baños. Algunos institutos que hace un lustro daban clase a 600 chavales este año escolar acogerán al doble.

P. ¿Ha obtenido alguna respuesta a sus peticiones?

R. Tengo varias reuniones agendadas, pero aún no me han comunicado ningún compromiso político concreto. Con el ICO hemos firmado un préstamo al 0.3% que nos permitirá enfrentar la crisis económica, porque el Consistorio tiene una de las deudas más altas de la región. Al principio de la pandemia, la Comunidad de Madrid nos echó una mano. Solicitamos que nos adelantaran el pago de las subvenciones que recibimos por varios planes de empleo, cuya transferencia se lleva a cabo a lo largo del año. Nos contestaron afirmativamente y recibimos de golpe los 1800.000 euros. Eso nos ayudó mucho, porque antes tuvimos que retrasar el cobro de impuestos debido a la crisis sanitaria y las nóminas de los trabajadores del Ayuntamiento estaban en riesgo. Pero después de eso, nada. En este mismo diario, la regidora de Getafe, Sara Hernández, dijo que el Gobierno regional les debe 600.000 euros del fondo extraordinario que otorgó Sánchez. Pues a nosotros, 519.000.

P. Parla es la localidad del sur que mejor ha contenido al virus. ¿A qué cree que se debe?

R. Ahora mismo no hay ningún ingresado por coronavirus. Y en las últimas tres semanas solo se ha detectado a dos positivos, cuyos entornos están sometidos a un importante seguimiento. Es cierto que la pandemia aquí se ha comportado de una forma leve, en contraste con otros puntos de la región. Puede que influya el hecho de que la población de Parla es una de las más jóvenes de España, pues sabemos por lo general el virus ataca con mayor furia a los mayores. Estos números también hablan del comportamiento ejemplar de pueblo y de la labor de nuestro Hospital. El Hotel NH donó sus instalaciones para completar las plazas de cuidados intensivos. La Casa de la Cultura se convirtió en una farmacia hospitalaria, a fin de separar la adquisición de medicamentos de los núcleos con peligro de contagio. Pero nuestro municipio también tiene el dudoso mérito de tener una de las mayores tasas de vecinos por centro de salud. Si Ayuso no refuerza la atención primaria, los logros de Parla no habrán servido de mucho.