Los residentes de Madrid cancelan la manifestación del lunes por “el peligro que supone” la subida de los contagios
Los especialistas en formación del sistema sanitario no se movilizarán pero mantienen la huelga hasta que alcancen un acuerdo que mejore sus condiciones formativas y laborales
Este lunes, por cuarta semana, más de un millar de residentes del sistema sanitario madrileño estaban convocados a la huelga y a una manifestación contra el Gobierno madrileño por su situación formativa y laboral. La huelga se mantiene, pero la movilización ha sido cancelada. ¿El motivo? La creciente propagación del virus, que mantiene un ascenso leve pero continuado desde mediados de julio. “En vista de los peligros que supone para la salud pública y los brotes de covid que estamos viendo hemos decidido desconvocar la manifestación del lunes 3 de agosto. También como gesto de buena voluntad de cara a la negociación”, explica Diego Boianelli, presidente del Comité de Huelga MIR.
Este viernes se incorporaron a la estadística 583 casos, 329 de ellos notificados el día anterior; las hospitalizaciones han vuelto a crecer, 73 en los últimos siete días, y seis pacientes críticos ingresaron en UCI. Y la Comunidad ha notificado ya 17 brotes, los últimos cuatro de este viernes, con un total de 126 casos y 470 contactos en seguimiento. Esas cifras, sumadas al resultado de las reuniones que los residentes mantuvieron con el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso esta semana, son las responsables de este parón en las concentraciones de miles de residentes que llevan varios meses intentando llegar a un acuerdo con la Comunidad.
Tres reuniones en 24 horas
El jueves, a las 10.00, Díaz Ayuso, el consejero de Hacienda Javier Fernández-Lasquetty y el consejero de Sanidad Enrique Ruiz Escudero se sentaron con Diego Boianelli y Susana Pardo, del Comité, para intentar llegar a un acuerdo. De la Casa de Correos salieron emplazados a otro encuentro esa misma tarde con la posible firma de un preacuerdo. “Parece que tienen bastante predisposición, y nosotros, vista la situación epidemiológica no tenemos intención de alargar el conflicto más allá de lo necesario”, aludió Boianelli.
“El conflicto” tiene tres patas. La formativa, ”que no haya residentes que sean responsables únicos de servicios como el de Urgencias, o en las guardias, con especialistas de primer año que no están capacitados aún para hacer ese trabajo solos, que haya más adjuntos, que se cumpla la formación”, explica el presidente del Comité. La referida a jornadas y descansos: “Que después de una guardia no nos hagan quedarnos otro turno más, que se respete el descanso semanal de 36 horas impuesto por la Unión Europea”. Y la de las retribuciones, que sus sueldos, los peores de toda España, no dependan de las jornadas complementarias, que alargan el tiempo que pasan en el hospital hasta las 90 horas semanales.
La reunión de aquella tarde duró alrededor de cuatro horas, con la directora general de Recursos Humanos del Sermas, el director general de Hacienda y la directora general de Docencia e Investigación. Pedro Viaño, también del Comité, contó a la salida que habían hecho “algún avance”, pero no habían podido firmar nada porque seguía habiendo un escollo: el referido al área de Lasquetty, Hacienda: “Cualquier punto que suponía un incremento de gasto (aumento del número de adjuntos en los centros, financiación de la docencia y sueldo) conllevaba que Hacienda se negase a cerrarlo en ese momento, lo retrasaba a septiembre, pero queriendo cerrar antes un acuerdo de compromisos y que desconvocásemos la huelga”.
No hubo consenso. Ni firma de preacuerdo. Les pidieron reunirse una vez más este viernes, pero ese mismo viernes les llamaron para decirles que no habría reunión. Viaño dice que “siguen esperando”. Llevan meses haciéndolo. “A pesar de que se comprometieron con reivindicaciones importantes de los bloques de docencia y jornada, en el ámbito retributivo no se entró a especificar una orientación de las mejoras esperables: nos ofrecieron crear un complemento autonómico pero se negaron a especificar de cuánto sería. Y este es uno de los pilares fundamentales de nuestras reclamaciones, disminuir la precariedad de los residentes para poder permitirse vivir en Madrid, e igualarnos al sueldo del resto de las autonomías”, resume Susana Pardo.
Consideran “imprescindible” conocer o tener una aproximación de qué mejoras económicas serán concedidas antes de desconvocar la huelga. Y asegura Pardo que “es este el único punto pendiente para alcanzar preacuerdo. Esperamos un avance en ese sentido durante esta semana para poner fin al conflicto y continuar las negociaciones en septiembre”. Que esto suceda, concluye, “depende únicamente del consejero de Hacienda Javier Fernandez Lasquetty, o de una mediación por parte de Isabel Díaz Ayuso”.
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