Los residentes de Madrid están entre los peor pagados de España
El consejero de Sanidad asegura que "en el 90%" de las peticiones de los MIR la Comunidad no tiene competencias, pero la legislación vigente y la realidad contradicen ese argumento
Más de 2.000 residentes de Madrid fueron este lunes a la primera jornada de una huelga que convocaron para “decir basta”: a los sueldos precarios, a ser “mano de obra barata” para los hospitales y la atención primaria en vez de ser personal en formación, a cargar con responsabilidades que superan sus competencias. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, aseguró estar dispuesto a “negociar y a valorar las reivindicaciones”, pero dijo que en el 90% de las peticiones la Comunidad no tiene capacidad, en referencia a las condiciones formativas y salariales, “que son parte del convenio colectivo a nivel nacional”. La legislación y la realidad de las autonomías dicen lo contrario.
“Es falso”, resume Tomás Toranzo, presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos: “Lo que dijo ayer el consejero sobre trasladar al Ministerio de Sanidad las peticiones de los MIR es una forma de echar balones fuera. Las comunidades sí tienen competencias y así está regulado en el real decreto sobre los facultativos residentes”.
El real decreto que regula la situación de los MIR establece que las autonomías puedan establecer “diferencias específicas más adecuadas a sus propias políticas sanitarias”
Ese real decreto, el 1146/2006, recoge ya en su introducción que en su elaboración participaron “ampliamente” las comunidades, “destacando a este respecto el acuerdo que de forma unánime se adoptó en el Pleno de la Comisión de Recursos Humanos celebrado el 21 de noviembre de 2005, por el que se aprobó un marco retributivo común para todos los residentes, permitiendo no obstante que en los servicios de salud y demás entidades titulares, dentro de sus competencias, y de acuerdo con las fuentes reguladoras de la relación laboral de carácter especial, puedan establecerse diferencias específicas más adecuadas a sus propias políticas sanitarias”.
Distinta comunidad, distinto sueldo
La regulación estatal fija algunas cuestiones concretas y en otras marca los criterios “y cada autonomía lo articula como cree”, añade Toranzo: “Aunque no se puede modificar el salario base, sí se puede aumentar el precio por hora de guardia, aumentar los complementos autonómicos, poner nuevos, reorganizar libranzas, descansos, rotaciones, bajas, tocar las pagas extras… Las competencias son enormes”.
Por eso existen diferencias entre las autonomías. Un estudio comparativo del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada sobre las retribuciones de los residentes en España en 2019 y los recortes que han sufrido desde el año 2009, realizado por Vicente Matas, representante nacional de Atención Primaria Urbana de la Organización Médica Colegial (OMC), refleja esos escalones salariales, “que también hay que analizar según el nivel de vida de cada comunidad”, puntualiza Toranzo.
Por ejemplo, un residente de quinto año tiene el mismo neto al mes, sin guardias, en La Rioja que en Madrid: 1.307 euros. Pero Madrid es la comunidad con el precio medio de alquiler más alto de España (819 euros), según datos de Fomento. En el cómputo anual, un residente de tercer año en Murcia, ingresa en su cuenta 16.031 euros, también sin guardias, mientras que en Madrid ese importe es de 15.405.
Al contar el precio de las horas de guardia, la situación de los residentes en Madrid empeora. La Comunidad tiene el segundo precio peor pagado de España para los residentes de primer año en un día laboral —10,63 euros / hora, solo por detrás de Canarias, con 9,49 euros / hora— y la tercera con precio por hora más bajo para los residentes de segundo año —12,75, detrás de Canarias, con 11,59 y Castilla y León, con 12,72—. Las diferencias con otras regiones en otros años de residencia también son notorias: un especialista en su quinto año de formación cobra por un martes de guardia 17 euros / hora en Madrid, en Castilla-La Mancha son 23,51 euros.
Y en la comparativa del sueldo anual con guardias, Madrid aparece en todas las columnas con sus cifras en rojo, está entre las que peores retribuciones tiene: es la que tiene salarios más bajos para los residentes de primero y segundo, la tercera que menos paga para los de tercer año y la cuarta para los de cuarto y quinto año. Para hacer esta estimación, el estudio partió de una hipótesis establecida en una guardia semanal —aunque, apunta, “con frecuencia son más”—, lo que supone aproximadamente 80 horas mensuales (50 en días laborales, 17 en domingo o festivo y 13 en sábado). Así, por ejemplo, un residente de primero en Madrid cobrará anualmente 20.877 euros netos, y en Castilla-La Mancha ese mismo residente cobraría 23.703.
Madrid es la región que tiene salarios más bajos para los residentes de primero y segundo, la tercera que menos paga para los de tercer año y la cuarta para los de cuarto y quinto año
“Entre el año 2009 y el 2019, los residentes en su jornada ordinaria (sin guardias), han sufrido unos recortes que se traducen directamente en la pérdida de entre 594 euros/año (el 3,7%) y una subida de 391 euros/año (el 2,4 %)”, cifra el informe. Los residentes de primero en Madrid son de las que han perdido exactamente esa cantidad bruta, 594 euros; 569 euros los de segundo, 600 los de tercero, 507 los de cuarto y 476 los de quinto. Es de las cinco autonomías que más han recortado a sus profesionales.
La pérdida de poder adquisitivo anual, tanto con guardias como sin ellas, “es penosa para los residentes”, califica Toranzo: “El tema de ser mano de obra barata en los grandes hospitales de Madrid, por ejemplo, y también en la atención primaria, es claro. Son plantillas muy mal dimensionales y a los residentes se les usa para cubrir esas carencias. Pasa en otras comunidades, sí, pero de forma menos acusada que en Madrid”.
También el informe acaba con esa conclusión: “Las retribuciones son bajas para el nivel de exigencia, las diferencias entre los Servicios de Salud importantes, los recortes fueron progresivos y las subidas ahora lineales son insuficientes, necesitamos una rectificación urgente”.
En Madrid, esa necesidad viene dándose de forma más activa desde hace tres años, los que llevaban los MIR redactando un convenio que entregaron a la Comunidad el 22 de mayo y que la Comunidad desoyó, y más de un año planteando ese mismo texto en distintas reuniones de las que nunca salió ningún acuerdo. De la última, el 2 de julio, Raquel Sampedro, la directora general de Recursos Humanos del SERMAS, y Paloma Uriarte, la subdirectora, “se levantaron y se fueron”, contaba Diego Boianelli, presidente del Comité de Huelga, la semana pasada.
La actitud de las responsable del SERMAS responde a una única idea, según el presidente del Comité: “No tienen ningún intención de resolver el conflicto”. La del Consejero de Sanidad Enrique Ruiz Escudero asegurando que la Comunidad “no tiene capacidad” para cambiar el 90% de las peticiones de los residentes, también. Pero, zanja Toranzo, “no les quedará más remedio que enfrentarse a la realidad”.
La pérdida de poder adquisitivo de los adjuntos madrileños
La situación de los residentes en Madrid es solo la antesala de las condiciones laborales que llegarán después, como adjuntos, con condiciones laborales precarias, con contratos solo para hacer guardias o por días o ratios de pacientes por encima de la media española.
El Centro de Estudios de Granada del Sindicato Médico Andaluz realiza anualmente un estudio sobre las diferencias retributivas de los médicos de los hospitales españoles y los recortes en la última década. El último, del pasado 9 de julio, coloca a los profesionales madrileños entre los que más retribución fija han perdido desde 2009, sobre todo los más jóvenes: desde entonces, su sueldo anual se ha visto reducido en más de 1.500 euros. También son de los que más poder adquisitivo han perdido. Sin guardias, el informe estima que la pérdida anual bruta es de más de 8.500 euros; con esas jornadas complementarias, de más de 10.300.
Las conclusiones del estudio del salario de los adjuntos es la misma que las del informe de los residentes: “Las retribuciones en general son bajas, las diferencias entre los Servicios de Salud son muy importantes, los recortes para los facultativos fueron excesivos y progresivos y las subidas están siendo lineales e insuficientes, necesitamos una rectificación urgente”.
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