Ifema, el lugar donde Jerusalén es mucho más que un ‘stand’ de Fitur
El recinto ferial de Madrid ha pasado de dedicarse en exclusiva a las congresos a abrirse al ocio y la cultura, recreando la vida de Jesucristo en un ambicioso musical o alojando exposiciones de proporciones faraónicas
Hace pocos años, casi nadie imaginaba Ifema como un lugar al que ir a divertirse. Ha sido desde su creación en 1980 un motor económico de Madrid, organizando centenares de ferias y congresos, hasta que el estado de alarma lo transformó. Se convirtió en durante unas semanas en hospital de campaña y en un albergue de emergencia municipal abierto para 150 personas sin hogar, dos lugares clave en la lucha de la región contra el coronavirus. Pero antes de la crisis sanitaria, el gigantesco recinto llevaba años abriéndose a la creatividad. En sus pabellones se ha recreado la vida de Jesucristo en clave musical, el grafiti viral del artista británico Bansky ha ocupado sus paredes y la épica de Juego de tronos ha llegado a ellos.
Durante estos días de verano recupera su agenda precisamente con un festival, Abre Madrid, que recopila hasta a el 6 de septiembre, más de una treintena de espectáculos, monólogos, actividades familiares y cine musical en dos escenarios al aire libre, con aforo de 800 personas cada uno. El veterano grupo Los Secretos es el primero en subirse a ellos, con tres fechas programadas (7, 8 y 9 de julio). Este evento supone para el director general de Ifema, Eduardo López-Puertas, “una forma de proponer a los madrileños que regresen a nuestra propia ciudad y de invitar a la gente a que tome confianza y se sienta segura de nuevo”.
El cambio de la seriedad empresarial al ocio hedonista de Ifema comenzó a gestarse en 2016, con un cambio de estatuto de este consorcio constituido por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, la Cámara de Comercio e Industria y la Fundación Montemadrid. Con él “se ampliaba su fin social y se contemplaba mantener activo el recinto en los meses vacacionales de verano y diciembre, en el que se suspende cada año la actividad ferial”, explica López-Puertas. En poco tiempo, la faceta cultural de Ifema ha dejado se ser un simple sustituto estival: de los 4,3 millones de visitantes que recibió el recinto durante 2019, más de un millón asistió a conciertos, exposiciones o eventos escénicos.
Con más de 200.000 metros cuadrados de superficie, es un lugar que garantiza algo que el centro de la ciudad no puede ofrecer: un espacio donde alojar propuestas de gran formato. Sus responsables comenzaron así a establecer alianzas “con empresas de confianza”, apunta su director general. Entre los requisitos principales para ganarse el beneplácito de Ifema se encuentra que encajen sus actividades en el calendario y que cuenten con probada experiencia para organizar eventos multitudinarios con seguridad, una palabra que en este 2020 ha multiplicado sus significados.
Uno de sus socios desde 2017 es Sold Out la empresa especializa en eventos en vivo y exposiciones de dimensiones faraónicas, como la dedicada a la serie de HBO o Tutankhamón: La tumba y sus tesoros, que regresa a Madrid este 16 de julio. Para traer a la ciudad blockbusters de tal calibre, Ifema ha creado el Espacio 5.1, una carpa permanente de 5.000 metros. “En la almendra central de Madrid, solo nos servía un lugar como el Wizink Center, que comparte su agenda con eventos deportivos y conciertos y le resulta imposible dedicar varios meses a una exposición”, comenta por teléfono Rafael Giménez, socio director de esta compañía.
Tras muchas reuniones con el consejo de administración de Ifema, lograron que les cedieran su pabellón 1 para la que fue su primera gran actividad en el recinto ferial: la exposición dedicada al universo de Harry Potter. Era tan grande que reproducía parte del decorado de las películas. “Nos costó mucho convencer a la gente de Ifema, pero mereció la pena”. Más de 400.000 personas se acercaron a verla en sus cuatro meses y medio de apertura. Tras el éxito de convocatoria, se acordó crear el Espacio 5.1.
“Aunque la ubicación hace que se pierda algo foot-traffic (visitante que se encuentra la exposición de forma causal, mientras va caminando por la ciudad), Ifema está bien comunicado y las temáticas con tan populres que siguen atrayendo a seguidores de fuera de la ciudad”, apunta Giménez. “Ahora mismo, tantos metros cuadrados de espacio nos vienen bien para mantener la distancia social”.
El salto al musical
De las exposiciones y los conciertos al aire libre, Ifema dio el salto en el 2018 al género musical. Al espectáculo 33, sobre la vida de Jesucristo, se le quedaban igualmente pequeños los teatros de la Gran Vía. Se creó entonces el Pabellón 33, un espectacular complejo de 7.000 m2 que alberga el teatro efímero más grande y con mayor capacidad más grande del país. Se trata de un teatro a la italiana, con una inmensa boca escénica y capacidad para más de mil espectadores por función. Ahora, el espacio se alquila para organizar todo tipo de eventos de gran formato, pero durante dos temporadas acogió las tablas donde cada noche Jerusalén dejaba de ser un stand de Fitur para recrear a las afuera de Madrid el esplendor de la ciudad Santa.
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