Ayuso defiende el reparto de mascarillas FFP2 y asegura que protegen “en exceso”
La presidenta de Madrid reitera su intención de convertirlas en obligatorias en los espacios públicos, a pesar de que bajo el estado de alarma decide el Gobierno central
Frente a las críticas de los especialistas, que consideran que son para sanitarios y no para el público en general, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, han defendido el reparto gratuito de una mascarilla FFP2 a cada madrileño, que ha comenzado este lunes en las farmacias. Ayuso ha asegurado que las suyas son las mejores porque protegen “en exceso”, ya que evitan contagiarse y contagiar, mientras Escudero se ha mostrado “sorprendido por el revuelo” y no entiende dónde está el problema de querer “proteger al máximo” a la población.
Las mascarillas que distribuye el Gobierno regional son KN95, el estándar chino equivalente al europeo FFP2, y filtran más del 95%. Los especialistas, como los jefes en Medicina Preventiva de los hospitales madrileños, o las sociedades científicas que agrupan a los especialistas en Medicina del Trabajo españoles, han avisado a la Comunidad de Madrid de que “no son adecuadas para la población general” y recuerdan que sigue habiendo escasez entre los sanitarios, que sí las necesitan.
Todos los protocolos, tanto internacionales, de OMS y del Ministerio de Sanidad, recomiendan las mascarillas FFP2 y FFP3 solo para el personal sanitario. Entienden los médicos que su uso entre la población “no se sustenta en la evidencia científica” y que puede “confundir y crear una falsa sensación de seguridad". Además de no estar recomendadas, “si se utilizan de forma continuada tienen riesgo de contaminación y podrían ser un elemento de transmisión del virus”. La Asociación Madrileña de Enfermería (AME) ha lanzado la campaña Ante la precariedad, apadrina un profesional de la sanidad para que los madrileños donen su mascarilla a un sanitario en su centro de salud más cercano.
En una entrevista en Onda Cero, en la que ha confundido la d de disease (enfermedad en ingles) por d de diciembre en covid-19, Ayuso ha admitido que son mascarillas recomendadas para quienes están “en la línea de fuego, como son los sanitarios” y ha asegurado, en contra de lo que sostiene la AME, que a los profesionales sanitarios “no han faltado ni van a faltar” porque han estado comprando “toneladas de material” y también tienen la suya en las farmacias.
“Yo quiero lo mejor para los ciudadanos y quiero que tengan una, que las prueben”, ha trasladado. La jefa del Ejecutivo madrileño ha incidido en que estas tienen un uso de 48 horas consecutivas, por lo que pueden durar “tres, cuatro o cinco días”. Eso no quita, tal y como ha indicado, que “las quirúrgicas sigan siendo las que funcionan”.
Ayuso, que ya anunció el viernes que estudia hacer obligatorio su uso pese a que bajo el estado de alarma la competencia es del Gobierno central, ha matizado hoy que quizá no serían obligatorias en lugares públicos abiertos, como un parque mientras se pasea, pero sí en recintos cerrados públicos o privados y en proximidad de otras personas como “manera fundamental de no propagar el virus”. Ha puesto como ejemplo la cola del supermercado, donde uno puede toser y contagiar a otros. Desde el pasado lunes, cubrirse la boca y la nariz es un requisito obligatorio para viajar en metro, en cercanías o en autobús en toda España según una orden dictada por el Ministerio de Sanidad.
El consejero Escudero ha explicado en Onda Madrid que son “proteger al máximo a la población” y ha asegurado que los sanitarios tienen garantizado el suministro de este tipo de mascarillas. “Nuestra principal misión es proteger a todos los madrileños, por eso se realizó esa compra”, ha manifestado Escudero, que se ha mostrado "sorprendido el revuelo que ha generado el hecho de tratar de proteger al máximo a la población de Madrid. “Hubiese esperado esa virulencia en otros momentos, cuando el Gobierno central no nos daba mascarillas o cuando las recibimos defectuosas”, ha criticado el consejero, que ha admitido que él usa mascarilla quirúrgica.
“Yo creo que proteger a tu población nunca puede ser un problema, sobre todo si los profesionales no tuviesen mascarillas FFP2, que sí que las tienen”, ha reiterado Escudero, quien ha recordado que ese tipo de mascarillas se venden en las farmacias a la población en general y que no ha visto que “se ponga inconveniente”. El consejero ha alegado que si se hubiese optado por la quirúrgica habría que haber realizado “una compra de 80-90 millones de mascarillas”, debido a que “su duración es mucho menor” que la de las FFP2.
El último en sumarse a las críticas ha sido el sindicato UGT, que considera que las FFP2 deberían “ser priorizadas para profesionales” y sin embargo “faltan” en el ámbito sanitario. A su juicio, Madrid debería distribuir mascarillas de tipo quirúrgico, que son más manejables para la población general.
Por su parte, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, Luis González, ha afirmado que las que se reparten que funcionan perfectamente, informa Manuel Viejo. “No quiero entrar ahí. Si hubiese habido algún problema, se habría dicho. Sé de muchas farmacias que las han estado utilizando y no ha habido ninguna baja de los trabajadores”, concluye.
Información sobre el coronavirus
- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia
- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Guía de actuación ante la enfermedad
- En caso de tener síntomas, estos son los teléfonos que se han habilitado en cada comunidad
- Pinche aquí para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.