Asha Ismail, tras rechazar el premio 8M de la Comunidad: “Tienen alergia a la palabra feminista”

Nadie recogerá el premio 8M de la Comunidad de Madrid en la categoría de derechos humanos. La premiada, Asha Ismail, presidenta de la ONG Save a girl save a generation, tiene una razón de peso para rechazarlo: “Si me callo, si acepto esta palmada, estaría traicionando mis valores”. Este miércoles se reunió con el resto de miembros de la directiva para determinar si querían recibirlo o no, pero la resolución fue inmediata: nadie en la organización quería aceptarlo.

El debate interno de la ONG, dedicada a la lucha contra la mutilación genital femenina desde 2007, se centró en el contenido de la carta del rechazo. “No ha puesto medios para mejorar las ya frágiles medidas políticas y sociales que permitan avanzar en la igualdad de género”, firman en su página web. También se han referido a la desaprobación de los socios (Vox) en quien se apoya el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso: “Mantiene [la Comunidad] un silencio cómplice cuando sus socios niegan la violencia de género”.

La activista, con 30 años de lucha contra la mutilación genital femenina a las espaldas, desgrana su decisión días después: “Tienen alergia a la palabra feminista, LGTB, inmigración, menores no acompañantes”, declara este viernes en la nueva sede de la ONG en la calle de la Manzana. “Exigimos [al Gobierno regional] más ayudas, porque no somos el enemigo, sino que estamos haciendo su trabajo”, declara. La organización funciona a través de donaciones particulares, y a partir del próximo abril, recibirán una subvención europea.

El premio lo otorgó la Consejería de Políticas Sociales y Familia. Su respuesta, ante este rechazo, fue escueta: “Gracias por avisar”. Fuentes de la Consejería señalan que no habrá otra premiada. “La consejería concedió el premio porque reconocemos su labor. Ella lo aceptó y posteriormente lo rechazó. Respetamos su decisión y mantenemos la excelente labor que realiza”, señalan dichas fuentes. Ismail explica que le llamaron de un número con muchos dígitos y le informaron de que había recibido un premio. Pero no se enteró bien, explica, de quién se lo otorgaba. En cuanto volvieron a llamarle y lo supo, remarca la activista, no dudó de que no quería recibirlo. Sin embargo, sí aceptaron un premio de la Comunidad concedido en 2018 por su lucha contra la violencia de género. Según Ismail, el Gobierno de Díaz Ayuso no es comparable con el de Cifuentes: “Han cambiado muchísimas cosas y ha ido a peor".

En la organización ofrecen cursos gratuitos de español y de sexualidad, imparten formación a profesionales y apoyan a mujeres en Madrid que han sufrido la mutilación genital. Ismail sufrió esta violencia en su país de origen, Kenia, a los cinco años. Decidió luchar para acabar con ello cuando nació su hija. “En cuanto me la pusieron en los brazos pensé que no quería que a ella le pasara”, relata. Si se le pregunta qué medidas concretas se pueden implantar en la región para apoyar su lucha, apunta alto: “Falta todo, porque no se ha hecho nada”.