Los candidatos mantienen el buen tono y aparcan a ETA en el último debate de la campaña

Los candidatos han llegado con las fuerzas justas al último día de campaña, a dos días de unas elecciones vascas muy igualadas, lo que ha exigido que los partidos políticos hayan tenido que esforzarse, más que en ocasiones precedentes, en marcar claramente los perfiles de sus aspirantes a lehendakari. El último debate a siete, organizado este viernes al mediodía por la SER y EL PAÍS, ha discurrido sin grandes controversias ni acusaciones gruesas. “Hay que destacar el ejemplo de buen tono y la empatía que hemos demostrado estas dos semanas”, ha comenzado diciendo el socialista Eneko Andueza. Esta disposición a la moderación y el respeto ha quedado de manifiesto antes del debate, mientras los candidatos departían amistosamente en una sala, y también durante el mismo, cuando Imanol Pradales (PNV), Pello Otxandiano (EH Bildu), Eneko Andueza (PSE-EE), Javier de Andrés (PP), Miren Gorrotxategi (Podemos), Alba García (Sumar) y Amaia Martínez (Vox) han tenido que confrontar modelos y propuestas para el futuro del País Vasco.

ETA ha pasado de largo en la discusión. Los ataques al PNV por la situación de la sanidad pública y al PSE-EE por la carestía de la vivienda de alquiler, las críticas al modelo policial que plantea EH Bildu y el cruce de datos sobre la evolución de la economía vasca han centrado la discusión de un debate en el que nadie ha reprochado a Otxandiano su respuesta tibia sobre el pasado de ETA cuando la calificó de “grupo armado” y no como una organización terrorista. Los candidatos tampoco han querido descubrir sus cartas sobre posibles pactos para garantizar la gobernabilidad en Euskadi, más allá de los vetos que los partidos de la derecha y el PSE-EE han anunciado contra la izquierda independentista.

Pradales ha tratado desde el comienzo de ofrecer una imagen de solvencia y disposición al acuerdo para resolver los grandes problemas del país, como Osakidetza (servicio vasco de salud), la inseguridad ciudadana o el futuro económico e industrial. “Euskadi es un gran país y estoy orgulloso de lo que hemos construido”, ha dicho al pedir el voto para el PNV. Muy distinto de lo defendido por Otxandiano: “Se ha abierto un cambio de ciclo y ahora hay que romper la inercia decadente de los últimos años”. El candidato soberanista se ha erigido en el representante de una coalición “capaz de cooperar sin exclusiones” que se propone “dar estabilidad” al nuevo Ejecutivo autónomo. Pero “el que decide”, según Andueza, será un PSE-EE que “no quiere aventuras y garantizar políticas progresistas y buena gestión”.

De salida, y ante la lluvia de críticas que todos los candidatos le iban a lanzar al PNV por su gestión en materia sanitaria, Pradales ha pedido a sus contrincantes “no jugar con esta cuestión” y les ha ofrecido sellar “un gran pacto de país” para mejorar la situación de Osakidetza. “Veo más sintonía para alcanzar ese acuerdo entre todos”, ha comentado antes de que Otxandiano le ha exigido “ser honestos y asumir responsabilidades”. De Andrés ha lamentado el “desprestigio” del sistema sanitario por la “fatal gestión del PNV” y las candidatas de Podemos y Sumar han incidido en el “desmantelamiento y la privatización” que se da en el sistema de salud vasco.

Euskadi presenta un buen expediente en materia económica, pero EH Bildu ha tratado de desmarcarse del PNV en esta cuestión al exigir un cambio de modelo industrial: “Si en cinco años la industria vasca no se descarboniza, estamos ante un problema. Gran Bretaña y Alemania están descarbonizándose a marchas forzadas”, ha dicho Otxandiano. Pradales ha señalado que eso hay que hacerlo “de la mano de la empresa” y ha recordado que el Parlamento aprobó al final de esta legislatura una ley de transición energética con los votos del PNV, PSE y Bildu. El PP ha puesto como contrapeso que “la foto fija de la economía vasca es buena, pero la evolución no”.

“La economía vasca va bien y la española también. Para tener una economía fuerte, también hacen falta unas políticas sociales fuertes”, ha dicho el candidato del PSE, apelando a los logros del Gobierno central. García, de Sumar, ha pedido más soluciones para acometer el problema de la vivienda y Gorrotxategi, de Podemos ha puesto el acento en que “uno de cada tres vascos tienen problemas para llegar a final de mes” y el poder adquisitivo de los vascos “ha bajado un 4,6%”.

Guiños sobre posibles pactos y alianzas

La seguridad ciudadana y el modelo policial genera muchas discrepancias entre los candidatos, principalmente contra EH Bildu y su propuesta para “desmilitarizar” la Ertzaintza y adoptar un sistema parecido al que existe en Gran Bretaña y los países nórdicos, ha citado Otxandiano. El PNV ha dejado patente que su visión es divergente: “Tenemos una tasa de delitos inferior a Gran Bretaña, Dinamarca y los países que usted (el alusión a Otxandiano) pone como ejemplo” en materia policial. Vox ha insistido en su discurso de que “la inseguridad y el aumento de Blas violaciones se relaciona con el aumento de la inmigración ilegal”. Sumar y Bildu han coincidido en criticar actuaciones “terribles” de la Ertzaintza, ha dicho García, en los Carnavales de Tolosa o antes de unos partidos de fútbol en las afueras de San Mames y Anoeta.

En el apartado para hablar de pactos, ningún partido ha tendido la mano abiertamente a su adversario, aunque sí se han visto algunos guiños. Otxandiano se ha propuesto “avanzar en soberanía y políticas públicas”, en un intento de concitar la ayuda del PNV y Podemos, a los que no ha citado. El candidato del PP ha optado por criticar directamente al PNV: “Todavía no sé si apoyará a EH Bildu para gobernar”. Pradales no ha despejado ninguna duda, aunque en campaña ya dijo que la izquierda abertzale “tiene una asignatura pendiente con la sociedad vasca” y que sus dirigentes “están invalidados para conformar gobiernos en Euskadi”. Podemos, por su parte, priorizará un gobierno de izquierdas, siempre y cuando sean la llave el próximo domingo. Y Sumar, eso sí, ha descartado de plano un pacto con el PNV y espera “ser determinante” el día después. Y Vox ha afirmado que, si consigue entrar en el Parlamento, “jamás” hará lehendakari a un candidato de EH Bildu o PNV, que lideran las encuestas.