Un Pradales con tono presidencial después de la agresión busca frenar la inercia de EH Bildu

“El debate ha estado en el aire”, reconocían los presentadores de ETB. Y vaya si lo estuvo. Dos horas y media antes del arranque del primer debate televisado con todos los candidatos, a solo cinco días de las elecciones, Imanol Pradales, aspirante por el PNV, fue atacado a su salida de un mitin en Barakaldo (Bizkaia), cuando se dirigía precisamente a debatir, por un hombre que le accionó un espray de pimienta en el rostro. El agresor, que resultó no tener motivaciones políticas, fue detenido en el acto; el candidato, trasladado al hospital de cruces que abandonaría casi dos horas después para dirigirse al plató de la televisión autonómica vasca, con “el susto en el cuerpo” y dificultad de visión con el ojo izquierdo.

El debate arrancó con palabras de cariño hacia Pradales de todos los otros candidatos, palabras que el socialista Eneldo Andueza aprovechó para lanzar un dardo a EH Bildu: “Algunos condenamos cualquier tipo de violencia y esta evidentemente también”. Se entraba así en materia, tras un día en que la coalición abertzale experimentaba por primera vez en toda la campaña obvias dificultades, después de los titubeos de su candidato, Pello Otxandiano, que no fue capaz de aceptar que ETA fue “una organización terrorista”, a preguntas de Aimar Bretos en la SER, y se limitó a decir que fue un “grupo armado”.

Otxandiano, favorito en las encuestas, era el enemigo por batir en la noche por parte de PNV y PSE, deseosos de reeditar el Gobierno de coalición. Ambos recurrieron a la táctica que vienen usando. Andueza, del PSE-EE, quiso evidenciar la posibilidad de que la agenda social y tranquila que verbaliza EH Bildu oculte un plan independentista: “¿Señor Otxandiano, quiere usted la independencia?”, le insistió a un candidato que, temeroso de perder los votos que le promete del derrumbe de Podemos y Sumar, eludió responder de forma clara. Pradales, por su parte, quiso apelar al miedo a los experimentos que traería un Gobierno de EH Bildu, aludiendo incluso a su querencia a emular medidas de intervención “venezolanas”. Y le espetó a Otxandiano que “mientras no aprueben la asignatura ética nadie va a querer gobernar” con ellos.

Pradales se esforzó por ofrecer un tono presidencial. “Seguramente, muchos de ustedes tienen hijos e hijas pequeñas que se acaban de acostar. ¿En manos de quién vamos a dejar su futuro?”, preguntó. Cambió sus vaqueros y cazadora de la tarde por traje azul y corbata, complemento que no llevaron ninguno de los otros candidatos varones. Hablaba insistentemente de “cuando sea lehendakari” y mantuvo un tono serio y solemne, que llevó incluso a Otxandiano a decirle: “Hay que ser más humilde. La humildad es un valor en la vida”.

Otxandiano, por su parte, quiso apelar constantemente a la construcción de acuerdos e insistió en tender puentes al PNV. Aseguró el candidato de EH Bildu que había revisado el programa electoral del PNV y había encontrado “puntos de encuentro” con el suyo para abordar conjuntamente una política industrial en el País Vasco. Pero Pradales no entró al trapo y calificó el programa económico de EH Bildu de “despropósito”. Quiso Otxandiano exhibir un talante optimista, que contrastaba con su rostro serio y que Pradales y, sobre todo, Andueza insistían en tratar de poner en evidencia.

La situación de la sanidad pública vasca fue el tema más apuros supuso para el PNV. El resto de los candidatos ha coincidido en el desprestigio de Osakidetza. “El deterioro es claro, lo dicen los profesionales sanitarios”, ha afirmado Otxandiano, quien se ha dirigido a Imanol Pradales para pedirle que “nadie ha asumido responsabilidades”. “No vale hacer promesas en la campaña cuando han tenido ocho años para aplicar las medidas que proponen”, le ha recriminado. El aspirante del PNV ha recibido con deportividad que el debate sobre la sanidad vasca se haya convertido en el debate en “un seis contra uno”, aunque ha criticado que se esté ofreciendo “una visión catastrofista”. Pradales ha aprovechado para agradecer a los oftalmólogos “Endika y Sofía” que le han tratado tras sufrir un ataque esta tarde cuando un varón le ha rociado con espray de pimienta que le ha provocado daños leves en el ojo izquierdo.

El bloque sobre el autogobierno provocó un choque entre los nacionalistas y el resto de partidos. Andueza ha puesto contra las cuerdas a Otxandiano, a quien ha emplazado hasta en dos ocasiones a decir públicamente si defiende una estrategia soberanista como la que ERC y Junts pusieron en marcha con el procés en Cataluña. “Yo soy independentista. Lo que planteo es un pacto con el Gobierno español tras un debate previo entre los vascos y se nos reconozca como nación”, le ha respondido el candidato de Bildu. El representante del PSE ha insistido en que el PNV y EH Bildu “se van a poner de acuerdo para lanzar un proceso independentista”. Javier de Andrés (PP) también ha expresado su “inquietud” por “la sintonía que tiene el PNV y Bildu sobre autogobierno”. El peneuvista Imanol Pradales ha defendido el cumplimiento “integro” del estatuto de autonomía y se ha comprometido a “ampliar los consenso que tuvo el Estatuto de Gernika”. Otxandiano ha advertido que en el nuevo parlamento que saldrá de las urnas “habrá más de 55 escaños nacionalistas” y ese, ha dicho, “es un mandato democrático que merece un respeto” al abordar el debate territorial.

Respecto a la política de pactos, Pradales ha dejado entrever que no será posible un pacto del PNV con EH Bildu tras las elecciones, porque estas dos formaciones plantean “un modelo de país y políticas diferentes”. “Otxandiano parece que pide el voto para el PNV, pero lo que quiere es desalojar al PNV”, ha afirmado. El candidato independentista se ha comprometido a llamar a todas las formaciones, a excepción del PP y Vox, si gana el domingo para gobernar “con coaliciones que no sean excluyentes” y dando paso a “una gobernanza cooperativa”. Pradales ha desconfiado de las intenciones de su adversario al afirmar que Bildu “ha aprobado los últimos seis presupuestos de España y ha votado en contra de los seis últimos presupuestos en Euskadi”. “¿Esta es su manera de cooperar en Euskadi?”, le ha preguntado. El PSE ha vuelto a decir que no apoyará un gobierno con los soberanistas: “Vamos a evitar que ustedes lleguen al Gobierno”, ha dicho dirigiéndose a Otxandiano.