Mónica García: “Tomarse una caña no es libertad, es desahogo. Y no hemos sabido transmitir eso”
En su primera entrevista como líder de la oposición, la candidata de Más Madrid hace autocrítica y reconoce que la presidenta Ayuso ha sabido conectar con el electorado
Mónica García (Madrid, 47 años) ha sido la gran revelación de las elecciones del 4 de mayo. Desconocida para casi la mitad de los madrileños al inicio de la campaña, la candidata de Más Madrid se convirtió el martes en la nueva líder de la oposición ―con 24 escaños y más de 614.600 votos― tras adelantar por primera vez al PSOE en la Asamblea regional y convertir a su formación en la segunda fuerza de la Cámara. En su primera entrevista como líder de la oposición, hace autocrítica y reconoce que la presidenta Ayuso ha sabido conectar con una parte del electorado.
Pregunta. A las 23.07 del martes hubo un pequeño temblor en la planta 12 del número 30 de Gran Vía acompañado de gritos. Eran usted y su equipo. Habían adelantado al PSOE. ¿Cómo lo vivieron?
Respuesta. Era el momento en el que se confirmaba que habíamos adelantado a los socialistas. Fue un motivo de alegría, porque también estaban los compañeros de la lista que iban del 20 al 24 y acababan de ser elegidos. No nos los esperábamos y no lo teníamos como objetivo. Creo que hicimos una campaña en positivo sin mirar a las otras fuerzas y, al final, hemos acertado.
P. En mitad de una pandemia, Ayuso ha duplicado sus votos en dos años. De 719.000 votos en 2019, a 1.620.000 votos en 2021. ¿Qué análisis hacen en Más Madrid?
R. Hay que reconocerle a la señora Ayuso que ha sabido conectar con un sentimiento legítimo tras un año durísimo de pandemia, un sentimiento de huida de la pandemia. Es un horizonte que tiene las patas muy cortas y que tiene un pie en la UCI. Pero le reconozco a Ayuso que el anhelo de que esto acabe —aunque seguimos con las UCI llenas— creo que ella lo ha sabido aprovechar muy bien. Ha sabido encajar con ese sentimiento. Nosotros hemos intentado balancear lo que es la responsabilidad de estar en una pandemia con las ganas de salir de ahí.
P. En Madrid ha ganado un planteamiento de gestión de la pandemia y una actitud de confrontación política permanente. ¿La clave era pronunciar libertad?
R. Las elecciones no se han medido en términos de gestión de la pandemia. Se han medido como un estado emocional, más que un estado de la gestión. Ese estado emocional es real. Tenemos una fatiga pandémica. Todos queremos recuperar esa normalidad y han sabido conectar con ese sentimiento. Lo fácil es decir que no hay pandemia y, en cierta manera, Ayuso ha sido negacionista con la realidad porque ha dejado en un segundo plano lo que pasaba en los hospitales.
Hay que escuchar y dejar de regañar al electorado. Hay que entender las claves emocionales e intentar conectar con los votantes dentro de sus anhelos”
P. ¿Ve un cambio de tendencia en el voto obrero? Juan Carlos Monedero dijo esta semana: “Los que ganan 900 euros y votan a la derecha no me parecen Einstein”.
R. Si se analizan los datos, en muchos de los barrios que más necesitan de la política, como en Vallecas, la suma de los bloques progresistas ha tenido más apoyo. Hay que escuchar y dejar de regañar al electorado. Hay que entender las claves emocionales e intentar conectar con los votantes dentro de sus anhelos.
P. ¿La izquierda no ha sabido escuchar?
R. No, no digo eso. Nosotros sí hemos ido a asociaciones, a hospitales, a residencias, a barrios. Pero con este resultado hay que analizar cuánto de componente emocional tienen estas elecciones y cuánto de gestión. Ha ganado el cortoplacismo. Nosotros apostamos por una política a largo plazo.
P. Le leo una frase de Óscar Zafra, un joven de 18 años que vive en Fuenlabrada y que se siente izquierdas. Hablaba así en un reportaje publicado en EL PAÍS en el viernes: “Poder salir, ir a los bares, reunirte con los amigos… no sé, tampoco es que entienda mucho, todavía soy un crío, pero Ayuso es la que más me ha convencido”. ¿No ha sabido la izquierda convencer a este chaval?
R. Es importante poder salir, que es el corto plazo y es el desahogo inicial. Pero ya si sales y sabes que tu alquiler es el 100% de sueldo, si sales y tu abuelo tiene una lista de espera tremenda en los centros de salud, si sales y no tienes un contrato estable...
P. ¿Y por qué no lo entiende este joven?
R. Pues igual es porque no hemos sabido transmitir que hay un largo plazo. La política no es solo hacer, sino hacer para que haya cosas que no ocurran, que los alquileres no suban por las nubes. Hacer que la gente salga a tomarse una caña no es sinónimo de libertad, es desahogo. No hemos sabido transmitir eso. Nosotros ofrecemos un horizonte que va más allá de tomarse una caña.
P. El cómico Jorge Ponce decía esta semana con tono de humor, pero con gran acierto en el programa de La Resistencia que la identidad era el dinero de los pobres. ¿Esto va en línea con la nueva identidad madrileña?
R. Hay que hacer una reflexión de las identidades. Creo que de estas elecciones tenemos que pensar y reflexionar en muchas cosas y no solo del eje izquierda-derecha, sino con cómo concebimos la región. Se han dado actos de solidaridad de empatía durante la pandemia, pero al final no han primado los aplausos a las ocho de la tarde, sino otros sentimientos.
Lo digo con pena: los muertos no interesan desde hace tiempo. Ya no queremos escuchar lo que pasa en los hospitales”
P. Esta semana hubo un día que ingresaron 534 pacientes en la UCI, que hubo 19 muertos y que 1.800 personas dieron positivo. ¿Ya no interesan las cifras del coronavirus?
R. (Silencio) Lo digo con pena: los muertos no interesan desde hace tiempo. Ya no queremos escuchar lo que pasa en los hospitales. Los médicos hemos vivido la misma pesadilla cuatro veces. Cuatro veces se han bloqueado los quirófanos. Se ha normalizado que haya entre 20 y 30 muertos al día… no podemos normalizar esto.
P. Desaparece el estado de alarma, pero se traslada una imagen de que también desaparece el coronavirus. ¿Qué hay que hacer?
R. El retorno a la normalidad está bien, pero el retorno tiene que llegar a las UCI. Tomar medidas pospandemia cuando estamos en pandemia no acaba de encajar.
P. ¿Tener los bares abiertos renta más que confinar y ser duro con las restricciones?
R. Políticamente, sí, claramente. Hay que hacer una reflexión de dónde hemos puesto los valores. Hemos normalizado que se llame al centro de salud y que tengas que esperar 15 días para que te atiendan; esto es dramático.
El PP ha hablado más de lo que va a pasar en el Estado, que en Madrid. Ni siquiera le han dedicado la victoria a los madrileños”
P. ¿Cree que la tibia oposición del PSOE en la Asamblea durante estos dos años ha influido en la victoria de Ayuso?
R. Nosotros hemos hecho una oposición férrea. Hemos echado de menos no solo al PSOE de la región, sino al Gobierno central. Nos hemos sentido huérfanos de hacer una oposición a una manera de hacer política, que nos ha dejado un rastro muy dramático. El PP ha hablado más de lo que va a pasar en el Estado, que en Madrid. Ni siquiera le han dedicado la victoria a los madrileños.
P. Gabilondo ha abandonado la política. ¿Madrid no está hecha para Gabilondos, entiéndase como políticos cordiales y alejados del ruido?
R. Le voy a echar de menos. Se echará en falta esa política sosegada y rigurosa. Pero sí, he echado de menos que esa actitud sirviera para confrontar con lo que hacía Ayuso en Madrid.
P. Manuela Carmena dijo hace dos días en TV3 que Pablo Iglesias “no estaba haciendo la política que la sociedad exigía”. ¿Usted también lo cree?
R. No me voy a meter en lo que hace cada uno.
P. ¿Benefició a Ayuso trasladar esa idea de fascismo o libertad?
R. Teníamos que haber hablado más de los madrileños. Después de haber dejado a la Cañada Real sin luz, de los miles de muertos en residencias, los alquileres por las nubes... Pero también ha habido muy pocas entrevistas en las que se me haya preguntado por los problemas de los madrileños.
P. Ayuso dijo el lunes que le preocupaba tener como líder de la oposición a los “hermanos” de Podemos porque “son lo mismo pero un poco más modernos”.
R. Que haga política y hable de alternativas. Uno de los problemas que tenemos en la Asamblea es que no se habla de políticas. Cuando Ayuso deje de hablar de Sánchez, igual nos podemos enfrentar. No ha hecho propuestas para Madrid. Nosotros vamos a proponer una comisión de los seguimientos de los fondos europeos en la región porque ella ha anunciado que va a privatizar esa gestión. Queremos saber hacia dónde va el último euro.
P. ¿Cree que es posible derrotar al PP en 2023?
R. Sin duda, somos la alternativa y vamos a ser su sombra.
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