Edmundo Bal: “El Gobierno de Madrid va a ser peor sin nosotros”
Inés Arrimadas evitó comparecer junto al candidato de Ciudadanos tras el fiasco electoral
El contundente fracaso en las urnas, con la pérdida de representación en Madrid, no motivó ninguna dimisión en Ciudadanos. Ni la líder, Inés Arrimadas, ni el candidato, Edmundo Bal, dieron un paso atrás la noche electoral, y nadie en el partido cree que se vayan a producir dimisiones. La cúpula cerró filas, pero solo de momento, a la espera de la ejecutiva que se celebrará este miércoles para analizar el resultado. Bal compareció ante la prensa acompañado de su equipo de campaña y sin Arrimadas, que solo apareció al final para estrecharse con el candidato en un abrazo, sin hablar. “Aunque sea un mal resultado, ¡mañana nos vamos a levantar para seguir trabajando por lo mismo!”, clamó Bal, al que sus compañeros de dirección aplaudieron y corearon. “El Gobierno de Madrid va a ser peor sin nosotros”, lamentó el candidato.
“Estamos ante un mal resultado, que no es un mal resultado para Cs, es un mal resultado para los madrileños y los españoles”, consideró Bal, que pidió a sus compañeros llevar “la cabeza muy alta” ante la derrota por el “mérito enorme” de no haber caído “en la trampa”, dijo, de una campaña de fango y descalificaciones. La cúpula se esforzó en evitar la imagen de proyecto fallido, y Bal insistió en que las elecciones en Madrid vuelven a repetirse pronto. “Dentro de un año y medio habrá elecciones en Madrid y ahí encontrarán a Ciudadanos, más vivo que nunca”, defendió. No solo eso, sino que el portavoz adjunto de Cs en el Congreso, que no había renunciado a su acta y por tanto volverá al trabajo en el Parlamento, confió en que el partido se recuperará tanto como para volver a entrar en el Ejecutivo madrileño: “Nos emplazamos para dentro de un año y medio para estar en el Gobierno de Madrid”.
El partido afronta ahora un periodo de reflexión de consecuencias impredecibles, pero el clima interno no es tan convulso como el que agitó a la formación después de la fallida moción de censura en Murcia, cuando Arrimadas se vio obligada a pedir que dieran un paso atrás sus dos principales escuderos, Carlos Cuadrado y José María Espejo, y a ampliar la ejecutiva permanente. Sin embargo, según fuentes de la dirección, hay una corriente de opinión interna que apunta a la posibilidad de buscar otro liderazgo para el partido aunque manteniendo a Arrimadas como portavoz. “Hay que hacer una reflexión. Lo normal es que se abra un debate después de esto. Los partidos son útiles si tienen representación. Esto no es un club de filosofía, llevamos varios meteoritos”, se queja uno de los principales dirigentes. El líder de la delegación europea, Luis Garicano, agradeció a Bal la campaña y pidió “reflexionar y trabajar”.
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