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Distintos sectores del PP piden a Feijóo “dejar de dar bandazos” frente a Vox

Los populares moderados a los que representa Moreno y los más duros de Ayuso y Aguirre piden mantener una estrategia en su relación con la formación ultra

El líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo, en el desfile de la Fiesta Nacional, con el presidente de Vox, Santiago Abascal. Foto: RODRIGO JIMÉNEZ (EFE) | Vídeo: EPV
Javier Casqueiro

Casi cada dirigente del PP consultado tiene una teoría sobre cómo debería ser su relación con Vox, que podrían resumirse con matices en dos opciones: confrontar abiertamente y separarse todo lo posible de sus ideas ultras que tanto movilizan a la izquierda o restablecer puentes, sobre todo con sus votantes, y empezar a negociar y llegar a acuerdos con ellos pensando en una futura reagrupación de toda la derecha a medio plazo. En lo que todos coinciden y piden a su líder, Alberto Núñez Feijóo, que se replantee es que con la estrategia que finalmente se adopte hay que “ser coherente y mantenerla”. Y “dejar de dar bandazos”. El líder de Vox, Santiago Abascal, también advierte al PP de que el problema no es de personas, sino de asumir que deben respetar que sus ideas y sus votantes no están dispuestos a esfumarse.

La intervención sin contemplaciones del jueves en la sesión de control del Parlamento andaluz del presidente popular en la región, Juan Manuel Moreno, frente a los diputados de Vox en la oposición, en la que les achacó varios errores de la reciente campaña que habrían movilizado por miedo a muchos miles de votantes socialistas en toda España, ha sido elogiada por muchos cargos y militantes de base del PP, pero no todos los populares opinan lo mismo. No es lo que defiende públicamente la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, representante de un sector duro e influyente del PP de Madrid que en su día se enfrentó contra las teorías más moderadas de líderes populares como Alberto Ruiz-Gallardón, Mariano Rajoy o Pablo Casado.

En el entorno de Juan Manuel Moreno también defienden que es necesaria y urgente una estrategia clara y bien definida sobre Vox y mantenerla: “Con Vox no tendríamos que desviarnos de nuestro camino y confrontar con firmeza su marco, y dejar muy claro qué causas no estamos dispuestos a aceptar de ninguna manera y también trasladarles, como hizo el presidente andaluz, qué temas y cosas no pueden hacer y han hecho en esta campaña”. Moreno les reprochó sus amenazas sobre el 155 en Cataluña, los recortes de derechos LGTBI y otras medidas adoptadas tras los pactos labrados después de las elecciones locales del 28-M.

La actual presidenta popular madrileña, Isabel Díaz Ayuso, no suscribe oficialmente las tesis de Aguirre, aunque le agradezca siempre que puede sus apoyos y alabanzas y considere que algunas de sus ideas de avanzadilla sean políticamente poco oportunas. Aguirre publicó este viernes un artículo en The Objetive en el que requiere a Feijóo que cambie de estrategia con respecto a Vox; constata que esta formación ultra no se ha hundido en las elecciones del 23-J, sino que ha mantenido tres millones de votantes, y aboga “sin complejos y cuanto antes” por “preparar y construir una alternativa ilusionante y poderosa” con la que derrotar a Pedro Sánchez y el sanchismo “la próxima vez”, para lo cual “Vox y el PP tienen que iniciar ya un proceso de negociación”. No es la única voz que defiende esas posturas en el PP, porque en esa línea estarían otros dirigentes como Cayetana Álvarez de Toledo y un gran sector del partido madrileño, pero sí la que más la airea sin tapujos.

Un veterano dirigente del PP con buena conexión con Feijóo remata: “Ahora lo que deberíamos hacer para tener más posibilidades en el futuro es entrar en el vivero de votos de Vox, ir a por esos tres millones de electores, y llevar a ese partido hacia la irrelevancia, dejarles en diez escaños, antes de que desaparezcan como sucedió con UPyD y con Ciudadanos”. Un responsable del grupo parlamentario en el Congreso entiende que Feijóo ya se ha fijado ese reto como una prioridad para los próximos años y las siguientes campañas: “El PP tiene que ampliar su base de los ocho a los 11 millones, y se puede hacer, porque era más difícil comerse a Ciudadanos que a Vox y hay que recordar que en 2018 Ciudadanos llegó a ser el primer partido de España”. Pero matiza: “La nueva estrategia tiene que ser consecuente, con el objetivo de ganar espacio hacia la izquierda y la derecha”.

El líder de Vox, Santiago Abascal, también tiene su opinión sobre ese debate interno del PP y sobre los mensajes que le llegan de que Feijóo quiere negociar poco con él y más bien captar a sus votantes: “Creo que el PP tiene que dejar de cambiar personas y tiene que empezar a cambiar cosas que hace. Sería más fácil entenderse con el PP si el PP aceptase la existencia de Vox. Si el PP se obsesiona con hacer desaparecer a Vox o con hacer insignificante a Vox, o con hacerle invisible allí donde Vox ha tenido un gran resultado, el entendimiento es imposible. No creo que sea una cosa que tenga que ver con las personas, sino con las ideas. No se trata de si Casado, si Feijoo o Ayuso, se trata de si aceptan la realidad: que el bipartidismo se ha acabado. En España no pueden gobernar en solitario, tienen que pactar con otras fuerzas políticas”.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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