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El PSOE cree que el PP se aferra a una investidura fallida para “no precipitar la caída brusca” de Feijóo

Los socialistas reiteran que no negociarán con Junts la amnistía de independentistas ni el referéndum de autodeterminación para la reelección de Sánchez

José Marcos
PSOE PP 23J
Félix Bolaños y María Jesús Montero, se saludan al inicio de la Diputación Permanente del Congreso.MARISCAL AGENCIA EFE (EFE)

El PP se abrió en canal hace un año y medio y no se puede permitir una nueva crisis por el liderazgo del partido tras la victoria pírrica de Alberto Núñez Feijóo del 23 de julio. El PSOE cree que esta es la razón de fondo por la que el PP se aferra a una investidura fallida, en el supuesto de que Feijóo finalmente se postule y Felipe VI le proponga como candidato, pues se evidenciaría la soledad del PP. Fuentes de la dirección socialista y del Gobierno consideran a Feijóo un líder amortizado y creen que ya está en marcha la operación para relevarle, pero entienden que el PP “no quiere precipitar la caída brusca” del líder del PP y por eso quiere dilatar al máximo un proceso interno que “volvería a ser traumático” tras la defenestración de Pablo Casado.

El antecesor de Feijóo lideró el PP de julio de 2018 a abril de 2022, casi cuatro años, hasta el golpe de mano de los barones de su partido tras el decepcionante resultado del adelanto electoral en Castilla y León que abrió las puertas al primer Gobierno de coalición con Vox y su posterior enfrentamiento público con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Feijóo solo lleva 15 meses y en el PP se expande la conclusión de que no se quedará en la oposición si Pedro Sánchez es investido presidente, como dan por seguro que así será en el PSOE. “Feijóo está tocado de muerte”, sentencian en la cúpula socialista.

“El PP, para esconder su fracaso, está entreteniéndose en fingir que Feijóo puede tener una investidura. Y a las pruebas nos remitimos. Algunos partidos directamente le cierran la puerta en las siguientes horas a recibir su llamada”, ha resaltado Félix Bolaños, el ministro de Presidencia, tras la Diputación Permanente del Congreso. El PNV y Coalición Canaria no dejaron pasar ni un día para anunciar que votarían en contra de la elección de Feijóo, debido a que Vox sería necesario en la ecuación. UPN es el único partido del Congreso que no tendría ningún inconveniente para votar a favor de la investidura junto con la ultraderecha, que antes de las elecciones exigía entrar en un hipotético Gobierno. Entre los tres partidos suman 170 escaños, a seis de la mayoría absoluta e insuficientes frente al bloque de izquierdas y de los partidos nacionalistas. “Cuando has faltado al respeto y has insultado tanto a todos los grupos parlamentarios... Pues ahora Feijóo tiene una terrible soledad solo acompañada por la ultraderecha más extrema”, ha incidido Bolaños. La consecuencia inmediata de la reelección de Sánchez sería, según los escenarios que manejan en el PSOE, un congreso en el PP que abriría un proceso de primarias al que se postularía la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sin descartar al presidente andaluz Juan Manuel Moreno.

En la dirección del PSOE sorprendió muchísimo la urgencia con la que el lunes surgieron dentro del PP apelaciones a que Feijóo se presente a la investidura, aun sin apoyos, para evitar cometer “el error de Inés Arrimadas”, que tras ganar las elecciones catalanas de 2017 decidió no presentarse a la investidura debido a la falta de apoyos. El camino a ninguna parte de ese intento de investidura respondería más a razones orgánicas del PP que a los cálculos factibles de hacer presidente a Feijóo.

Mientras el PP sigue en el laberinto de la investidura, el PSOE da por seguro que no habrá repetición de elecciones y se van a tomar con mucha calma la negociación para posibilitar la investidura. Los socialistas no iniciarán conversaciones formales hasta después de la Constitución de las Cortes, el 17 de agosto: la formación de la Mesa del Parlamento dará las primeras pistas de la capacidad de Sánchez para captar respaldos. Hasta entonces el PSOE dejará al PP “cocerse en su salsa”, según remarcan fuentes socialistas. Uno de los motivos es que de esta forma pretenden mantener el foco en el PP y en su incapacidad de cerrar las alianzas necesarias en el Parlamento más allá de Vox y UPN.

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El otro factor clave es que en la dirección socialista también creen que hace falta tiempo para que Junts, de quien depende la reelección de Sánchez, abandone sus posiciones maximalistas y renuncie a exigir la amnistía de independentistas y un referéndum de autodeterminación a cambio de facilitar la gobernabilidad de España. Un extremo que el PSOE ya ha reiterado que no contempla: lo que se negocie con Junts no estará fuera de la Constitución. “Junts está ahora haciendo ese tipo de exigencias porque está hablando para los suyos, ahora tienen que digerir esta situación y les hace falta tiempo”, exponen en la dirección socialista, donde al mismo tiempo remarcan que los límites de la Constitución en ningún caso serán rebasados. “A Junts no se les puede dar ni la amnistía ni referéndum”, zanjan dichas fuentes de Ferraz, que piensan que Junts no puede permitirse quedar como el responsable de una repetición electoral después del mal resultado de los partidos independentistas catalanes el 23-J. Y, sobre todo, porque eso podría suponer un cambio de Gobierno en La Moncloa.

Al PSOE le preocupa mantener los equilibrios con socios como ERC para no desmerecer a los demás socios de los que depende que haya investidura. Un exceso de protagonismo de Junts podría perjudicar a las conversaciones con otros partidos, también imprescindibles, como ERC. “Hay que cuidar el lenguaje para que nadie se moleste. A ERC le podría molestar el protagonismo de Junts y hay que contentar también a otros socios que no tenemos que dar por hechos y a los que no se puede hacer de menos”, advierten en la ejecutiva del PSOE. En cuanto al papel que Sumar quiere asumir como interlocutor con Junts, las mismas fuentes valoran que “quieran ayudar”, pero remarcan que el PSOE no delegará en otra formación: “No se van a encargar de una parte de las negociaciones”. “Nuestra fórmula para las negociaciones es conocida: discreción en las conversaciones y publicidad en los acuerdos cuando se logren. Ahora toca descansar a los ciudadanos de nosotros, los políticos”, ha concluido Bolaños antes de partir de vacaciones.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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