Yolanda Díaz tira de datos para desmontar a Abascal y ganar posiciones en la pugna por el tercer puesto

Yolanda Díaz tiró el miércoles de datos y contexto para tratar de desvestir una y otra vez el discurso del candidato de la ultraderecha, Santiago Abascal. En un debate lastrado por la ausencia del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, la titular de Trabajo y vicepresidenta segunda se afanó en confrontar con el líder de Vox para ganar posiciones en la pugna por el tercer puesto, fundamental para inclinar la balanza el próximo domingo. Sumar consideraba “clave” el debate para cambiar el relato instalado sobre la victoria de las derechas el 23-J pero, sobre todo, para estrechar el margen con la formación ultra. Con un discurso también muy centrado en explicar su programa, en el que la vicepresidenta evitó enfrentarse directamente al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pero sí buscó diferenciarse con sus propuestas, Díaz se empeñó en traer a Feijóo al debate desde el principio, refiriéndose a él como “el representado hoy por el señor Abascal”, líder de Vox, e incluso acabó sacando a relucir su relación con el narcotraficante Marcial Dorado.

La mención a Feijóo y el narco indignó ya en el último bloque, dedicado a la política de pactos, al presidente de la formación de extrema derecha, que entró al trapo protestando por la acusación vertida contra alguien que no estaba “presente”. La líder de Sumar, provista de datos desde su primera intervención en el apartado centrado en economía, estuvo rápida para responder a Abascal, cuando este afirmó que Bildu había apoyado la reforma laboral, ley estrella del departamento liderado por Díaz, pero esta formación, apuntilló, “quiere una España [a la] que le vaya mal”. “Bildu votó con ustedes contra la reforma laboral, infórmese”, le contestó la vicepresidenta.

El bombardeo contra Abascal se repitió durante todo el debate, también en el bloque de políticas sociales, donde pese a los intentos de Vox por enfocarse en las polémicas ley trans y del solo sí es sí, la líder de Sumar sacó a relucir una foto de dos diputados de Vox en Valencia, “riéndose durante un minuto de silencio” contra el asesinato de una mujer, según acusó. “Basta ya, dejen de reírse de nosotras”, pidió Díaz con vehemencia.

Aunque en un tono distinto y pese a la sintonía entre ambos, también a Sánchez (”Pedro”, se refería a él la vicepresidenta) quiso marcarle algunas “líneas rojas”: sobre el debate para elevar la edad de jubilación al que el PSOE ha abierto la puerta, una reforma fiscal en profundidad y el desarrollo de nuevas políticas que garanticen que la vivienda “sea un derecho”.

En la sede de Sumar, donde medio centenar de simpatizantes y miembros del equipo de campaña seguían con interés el cara a cara, el debate acabó al grito de “¡presidenta, presidenta!”. Antes, aplausos después de cada intervención y tímidos apoyos, también, al candidato socialista. Fuentes de la coalición de izquierdas reconocían ya su satisfacción antes de que terminara el formato, veían a Díaz “cómoda” y con todos los temas “en la cabeza”. “Yolanda es la que tira del bloque y la que hace posible el Gobierno progresista. La que marca el rumbo de futuro”, valoraba el líder de Más País, Íñigo Errejón, a mitad del cara a cara en redes. Entre los asistentes, la número tres por Madrid, Tesh Sidi, y el seis, Carlos Martín. También la portavoz de feminismo, Elizabeth Duval; el jefe de gabinete de Díaz, Josep Vendrell; y buena parte de su equipo. “Nos quedan pocos días, pero ya hemos demostrado que somos la fuerza decisiva para derrotar a la derecha cavernícola y para seguir ganando derechos”, afirmó la candidata micrófono en mano nada más llegar a la sede, en el Espacio Larra de Madrid. “Yolanda ha ganado el debate. Y el Gobierno solo se gana con Yolanda”, sentenció Errejón.

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