El nacionalismo gallego se reconcilia para intentar derrotar al PP el 18-F
Los de Beiras se alejan aún más de Sumar y deciden colaborar en la campaña con el BNG cuando se cumplen justo 12 años de su escisión
El nacionalismo gallego enfila unas elecciones trascendentales para su historia. Es la segunda vez que el BNG encara unos comicios autonómicos liderando la alternativa al PP por delante del PSdeG-PSOE. La primera fue de la mano de Xosé Manuel Beiras hace más de 20 años, pero entonces los populares no estrenaban candidato ni acababan de salir de una derrota en las generales. En 2001 Manuel Fraga coronaba la cima de su carrera en Galicia y José María Aznar gobernaba España con mayoría absoluta. Ahora, con Ana Pontón como cabeza de cartel, las expectativas del Bloque de presidir la Xunta se han disparado y en la reñida batalla electoral contará con una colaboración sorpresa: la de los fieles a Beiras, el político que llevó al Bloque a su anterior techo pero que abandonó la formación en enero de 2012 para aliarse con Yolanda Díaz.
Anova, el partido fundado por Beiras cuando dejó el BNG y que fue uno de los puntales de las mareas municipales que triunfaron en Galicia en 2015, ha firmado un acuerdo de colaboración con Pontón de cara a la campaña que arrancará el 2 de febrero. No es el primer acercamiento entre estas dos facciones del soberanismo gallego que, hasta hace nada, estaban duramente enfrentadas. La formación del histórico nacionalista, pequeña en militancia pero con referentes políticos de mucho peso, ya pidió el voto para el Bloque en las pasadas generales. La diferencia ahora es que la reconciliación se ha escenificado con un acto formal, un gesto rotundo y de gran carga simbólica para un nacionalismo que ha vivido momentos muy difíciles desde que perdió la Xunta en 2009, con Alberto Núñez Feijóo como líder del PP gallego. Es, por otro lado, un nuevo golpe para Sumar tras el portazo de Podemos. Antes de la designación de Marta Lois, Díaz le propuso al portavoz nacional de Anova, el exalcalde de Santiago Martiño Noriega, ser su cabeza de cartel el 18-F. Este domingo era precisamente Noriega quien presidía con Pontón el acto de firma del acuerdo entre ambos partidos nacionalistas y de izquierdas.
El pacto “no tiene nada que ver ni con listas ni con repartos” y “esto habla muy bien de Anova y de nosotros”, subrayan fuentes de la dirección del BNG a este periódico. Es un acuerdo político formal en el que Anova manifiesta que en el actual contexto “lo urgente, lo necesario y lo útil” es concentrar el voto en la candidatura de Pontón. ¿Supone que Beiras participará en los actos de campaña del Bloque? “Es perfectamente posible pero no lo hemos concretado todavía”, responden las mismas fuentes del equipo de Pontón, que destacan la “buena disposición” de ambas fuerzas a colaborar en la campaña de “diversas formas”.
Desde Anova se ponen “a disposición” del Bloque. Noriega tampoco descarta su participación o la de Beiras en actos electorales “pero siempre respetando que es la campaña del BNG”, recalca. Sobre el giro que supone este acercamiento a sus antiguos compañeros de militancia después de la ruptura de 2012, el exregidor compostelano reivindica el “legado” de los pactos que el nacionalista Beiras selló con la izquierda federal de Izquierda Unida y Podemos durante aquella gran crisis económica: “Entonces Anova naturalizó las distintas sensibilidades que tiene la izquierda en Galicia y ayer [por el acto del domingo con el BNG] también pusimos esto encima de la mesa”.
El acuerdo que restaña las heridas del nacionalismo gallego de izquierdas se ha negociado sin filtraciones, sin plantear en ningún momento una integración de Anova en el BNG y sin que el partido de Beiras reclamase puestos en las listas electorales, explican fuentes conocedoras del proceso. Estas circunstancias “generaron un clima de confianza” con el que ambas fuerzas han logrado dejar atrás el rencor por los enfrentamientos pasados. El escrito firmado por Pontón y Noriega considera “urgente” colocar al Gobierno gallego “al servicio de los intereses nacionales y de clase”. Llama a poner fin a las políticas del PP que, a juicio del BNG y Anova, han convertido Galicia en un “solar yermo al servicio de beneficios ajenos a los de la mayoría social y que ponen en riesgo nuestra subsistencia colectiva como nación diferenciada”. “Solo desde una decidida apuesta por el autogobierno es posible revertir la actual dinámica de retroceso cultural y dependencia económica”, se puede leer en el documento.
Las consecuencias que esta reconciliación tendrá para la política municipal gallega son todavía una incógnita. Anova aún comparte siglas en algunos ayuntamientos con el espacio político de Sumar. Forma parte, por ejemplo, de Compostela Aberta, una confluencia que ha nutrido de dirigentes a Sumar Galicia y que es al mismo tiempo socio de gobierno del BNG en Santiago desde el pasado mayo, cuando los de Pontón se hicieron con la alcaldía de Santiago por primera vez en su historia. Otro triunfo simbólico que ha reforzado en el Bloque el optimismo de cara al 18-F.
Noriega afirma que Anova seguirá participando en las candidaturas municipalistas de las que forma parte en diferentes puntos de Galicia. “Nuestra referencialidad es local y no va a cambiar de momento”, señala el portavoz nacional del partido. Sus “afectos”, añade, siguen estando en Compostela Aberta, la confluencia con la que llegó a la alcaldía de Santiago y de la que procede la candidata de Sumar el 18-F. Lois ha restado este lunes importancia a la alianza del BNG y Anova: “La fuerza de Sumar es independiente de las decisiones políticas [de otros partidos]”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.