Illa reconoce el liderazgo de Pujol como el impulsor del primer autogobierno

Casi es el mundo al revés. Salvador Illa, primer secretario del PSC, ha arrancado esta precampaña citando en sus discursos a Jordi Pujol como el primer político que impulsó el autogobierno y que encabezó la primera de las tres transformaciones de Cataluña. La segunda sería la encarnada por los expresidents Pasqual Maragall y José Montilla y la tercera, la que dice que se avecina. La decisión de Illa de citar el liderazgo de Pujol de los años 80 y 90 contrasta con la indiferencia que muestra Junts, teórico heredero de Convergència, hacia el político defraudador confeso desde 2014. Miembros del PSC sostienen que Illa solo se limita a constatar el papel que jugó en la autonomía y que no trata de lanzar ningún guiño para captar votos del nacionalismo moderado, mientras que politólogos consultados dicen que su gesto no es gratuito y ven su intento de entroncar su candidatura con los años previos al procés y el despliegue autonómico que Illa quiere completar.

El pasado día 7, Illa reunió a todos sus candidatos en un acto en Barcelona y dio las primeras pinceladas de un discurso que ha ido repitiendo en el que recordó el “gran protagonismo” del PSC en los años 80 con el despliegue del “autogobierno y los gobiernos municipales” al tiempo que reconoció la labor de Pujol, que “en esta etapa también tuvo un papel muy destacado”. Un día después, en unas declaraciones en UGT volvió a citar el liderazgo del expresident. Tres días después, lo hizo otra vez en Barcelona, en la conferencia ante 1.200 personas en la que esbozó su programa de gobierno. Y este lunes, ante los empresarios del Círculo Ecuestre.

“Cataluña tiene que afrontar la tercera gran transformación desde la recuperación de la democracia. La primera fue de los años 70 y 80. Era un contexto difícil, en un momento de cambio en España. Cataluña recuperó y desplegó su autogobierno. Mi partido tuvo un papel relevante y el liderazgo fue de Pujol”, dijo Illa. La reiterada mención sorprende porque Pujol, aunque el mundo nacionalista ha intentado rehabilitarlo, es un político casi proscrito en Cataluña desde que en 2014 se declaró defraudador confeso y perdió todas las distinciones como president. Sus apariciones esporádicas en reportajes en TV3 son motivo casi de arduos debates.

Miembros del PSC sostienen que Illa también cita a Tarradellas y que solo hace una constatación sobre el papel que jugó Pujol. “Podremos estar o no de acuerdo, pero los hechos son los hechos”, afirman. Por ello, las mismas fuentes sostienen que se trata de una contextualización histórica que encaja con el relato de Illa sobre esas transformaciones: la segunda, la que impulsaron para reforzar los servicios públicos Maragall y Montilla en el tripartito y que él quiere completar si alcanza la presidencia de la Generalitat. En el acto de las Drassanes, en Barcelona, había destacados exmiembros de la extinta Convergència como Miquel Roca; los exdiputados del PDeCAT David Bonvehí y Jordi Xuclà, el exconsejero Santi Vila y también el exconsejero Miquel Sàmper, que ha roto el carnet de Junts. En 2021, el PDeCAT recibió 70.000 votos pero se quedó fuera del Parlament.

Mi partido tuvo un papel relevante y el liderazgo fue de Pujol”, ha dicho varias veces el socialista en varios discursos de precampaña

En su nacimiento, Junts trató de desmarcarse de la alargada sombra de Convergència y del estigma de corrupción asociado al partido que fundó Jordi Pujol. El paso del tiempo ha recosido los lazos entre ambas formaciones y la figura de Pujol ya no es un símbolo que hay que esconder. En el partido no sorprende que Illa haya mostrado complicidad con la obra de Pujol, toda vez que el veterano president “se asocia a una imagen de centralidad”, manifiesta una fuente autorizada de Junts. “En su momento, también Oriol Junqueras buscó aparecer como una continuación de Pujol”, afirman desde el partido de Puigdemont.

Juan Rodríguez Teruel, profesor de Ciencia Política de la Universitat de València, afirma que el discurso desprende la “lógica electoral” del PSC de querer acercarse al centro, pero, sobre todo la “voluntad” de conectar con lo que había antes del procés. “Reivindicar a Pujol se puede hacer por la misma razón que se reivindica a Maragall y Montilla, una Cataluña más pragmática y realista”. Rodríguez Teruel admite que desde 2014 las referencias a Pujol “escasean” y son “arriesgadas”, pero matiza: “El procés hizo una enmienda a la totalidad a la Cataluña autonómica. Illa cree que ha sido una década estéril. Lo raro es que se hable tan poco de aquélla época. Hay encuestas que apuntan que Pujol, Maragall y Montilla son los presidentes mejor valorados”.

“Hay más cálculo electoral que otra cosa. Quiere ser una oferta de orden ante el desorden aventurero del mundo convergente de Artur Mas. Illa es una referencia de orden y se remite a Pujol, que también lo era. Puede haber cierto capital de votos en pujolistas que están de vuelta (del procés), que Puigdemont les horroriza y que pueden votar (al PSC) si les hace una oferta de orden y catalanista”, analiza Joan Botella, catedrático emérito de Ciencia Política de la Universitat Autònoma (UAB) , sorprendido de que Illa solo menciona ahora de pasada a Tarradellas, un político crucial en su carrera, mal visto desde siempre por los convergentes al asociarlo al socialismo. No solo eso: el politólogo sostiene que posiblemente Illa quiere aumentar las costuras de su electorado para no depender en caso de poder gobernar tanto de ERC, que fue “la cruz” del PSC durante los dos gobiernos tripartitos de entre 2003 y 2010. “Mira hacia el autonomismo que había conseguido mejoras sustanciales para Cataluña. Los últimos 15 años la autonomía no ha mejorado en nada”.

Miembros del PSC niegan que intente acercarse al sector del PDeCAT, desaparecido ya, que recibió 70.000 votos

¿Le puede restar votos a Illa su mención a Pujol? Botella lo rechaza ―“la mayoría le ha perdonado y los que no tampoco cambiarán su voto”― y Rodríguez Teruel añade que no pasa factura si se le reivindica por la parte positiva de su gobierno. De hecho, apunta que en Cataluña aún no se sabe como hay que tratar al expresident . “Hay gente que lo evita. En 2019, en una entrevista predije que los herederos del procés regresarían a Pujol”, revela. Quien no lo menciona es Junts. Teruel lo atribuye no tanto por sus problemas con la justicia sino porque reivindicar los 23 años de CiU parecería renunciar a la ruptura del independentismo. “Tampoco ERC ha defiende su labor en el tripartito. Después de discursos tan radicales cualquier cosa que sea volver al pasado u opciones más modestas aunque más prolíficas supone una renuncia”.