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La campaña catalana se libra en el Senado

Aragonès aprovechará la tribuna que le ofrece el debate en la Cámara alta sobre la ley de amnistía para reivindicarse frente a Junts de cara al 12-M

El 'president', Pere Aragonès, en el Senado, durante la sesión de las comunidades autónomas celebrada el 19 de octubre.Foto: CLAUDIO ÁLVAREZ | Vídeo: EPV

El ruido generado por la mayoría absoluta del PP en el Senado hará que la campaña catalana se viva intensamente entre sus paredes desde este lunes y hasta las elecciones del próximo 12 de mayo. Varios hitos marcados en el calendario parlamentario han abierto un escenario en el que tanto las fuerzas independentistas catalanas, como el resto de partidos, dispondrán del solemne altavoz de la Cámara alta para confrontar sus posiciones ante los comicios. En primer lugar, la sesión de la Comisión General de las Comunidades Autónomas sobre la amnistía, que se celebra este lunes, y en la que el president, Pere Aragonès, se medirá con seis presidentes autonómicos del PP y con senadores de otros grupos. A esta jornada se suma la tramitación de la ley de amnistía, con el procés y Cataluña en el centro del debate, y el pleno para solicitar un conflicto de competencias entre el Congreso y el Senado por la medida de gracia. Por último, se añade la comisión de investigación sobre el caso Koldo impulsada por los populares, entre cuyos comparecientes no se descarta al exministro de Sanidad y candidato del PSC al 12-M, Salvador Illa, principal diana de los ataques de Junts.

Comisión General de las Comunidades Autónomas. La primera cita arranca este lunes a las 10.00 en el Senado. En esta ocasión, Aragonès no será el primero de los oradores en intervenir en la tribuna, aunque sí el primero de los presidentes autonómicos en hablar. Fuentes de su equipo ven en esta sesión una vitrina perfecta para lucir su perfil más institucional y mostrarse como un secesionista que apuesta por el diálogo, pero también como el defensor de los intereses de todos los catalanes.

Aragonès, explican desde su entorno, no solo defenderá la amnistía, sino que también aprovechará para insistir en reivindicaciones como la financiación singular, que tanto debate ha causado entre los presidentes autonómicos. El líder catalán tendrá así un encuentro cara a cara con los principales críticos de su fórmula a la vasca, sobre la que el Gobierno no muestra ningún interés. A diferencia de lo que ocurrió en octubre, Aragonès no se marchará tras su turno de palabra, sino que permanecerá en el escaño para escuchar parte del resto de intervenciones.

De la sesión de la Comisión General de las Comunidades Autónomas saldrá aprobado un dictamen promovido por el PP en el que se afirma que la ley de amnistía “deslegitima” y atenta contra la “supervivencia” del “Estado autonómico”. También incorpora los argumentos de los letrados de la Cámara alta, que tachan la norma de “reforma constitucional encubierta”.

En las elecciones catalanas, el Partido Popular encabezado por Alejandro Fernández, pretende concentrar el voto “constitucionalista” contrario a la amnistía en torno a su papeleta, con llamada a los electores de Ciudadanos, PSC y Vox. Y el micrófono del Senado supone otro escenario desde donde lanzar sus dardos contra la amnistía. Seis de los 11 presidentes autonómicos del PP acudirán este lunes al debate, entre los que se encuentran la dirigente madrileña, Isabel Díaz Ayuso, o el valenciano, Carlos Mazón.

El dictamen de la ponencia será defendido al inicio de la sesión por el senador popular Antonio Silván durante 10 minutos. Hay partidos que han registrado votos particulares en contra del texto, por lo que intervendrá después de Silván otros cinco minutos, respectivamente. Ahí empezará el combate entre las fuerzas en liza en las elecciones catalanas.

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Tanto el PSOE como ERC y Junts —los tres partidos con mejores opciones en las elecciones catalanas, según las encuestas— contrarrestan en sus votos particulares, en cuya defensa alzarán la voz este lunes, los argumentos jurídicos de inconstitucionalidad aducidos por el PP contra la amnistía. Pero, además, ensalzarán el rol que sus respectivas formaciones han desempeñado con su acción política en Cataluña.

Tramitación de la ley de amnistía. El PP reformó el Reglamento del Senado para que la ley de amnistía permanezca en esta Cámara durante dos meses, en lugar de 20 días, antes de ser devuelta al Congreso. Los tiempos parlamentarios y el adelanto electoral en Cataluña han querido que el camino de la norma en el Senado se cruce con el de la campaña catalana: la ponencia de la ley empezará a reunirse el día 6 de mayo en el seno de la Comisión conjunta de Constitucional y Justicia, formada ad hoc para elaborar el dictamen final. Esa fecha supone que desde el lunes anterior a la cita en las urnas todos los partidos tendrán la posibilidad de intervenir en las sesiones de la Comisión y confrontar su modelo para Cataluña a escasos días de que los ciudadanos decidan su voto. Previamente, desde el 16 de abril, el PP pretende solicitar la comparecencia de expertos jurídicos para opinar en contra de la medida de gracia.

Los populares no tienen claro si agotarán el plazo máximo que la norma puede estar en el Senado, el día 16 de mayo, para celebrar el pleno final, o si lo adelantarán a la semana anterior. En ese caso, el rechazo a la ley en la Cámara alta tendría lugar justo antes del 12M en un pleno que se espera de alto voltaje. Y en lo que supone una circunstancia anómala, pues las Cortes suelen suspender los plenos en las semanas previas a jornadas electorales como medida de cortesía parlamentaria.

Conflicto institucional. El pleno solicitado por el grupo parlamentario popular para plantear un conflicto de competencias entre la Cámara alta y el Congreso por la tramitación de la ley de amnistía se celebrará el próximo miércoles. Está previsto que la iniciativa salga adelante gracias a la mayoría absoluta del PP en medio de otro enfrentamiento por la medida de gracia y de nuevo con Cataluña como telón de fondo. La petición de los populares llegará a la Cámara baja el día 11 de abril, por lo que la Mesa del Congreso tendrá de plazo hasta el 11 de mayo para contestar, justo un día antes de las elecciones catalanas. Aunque puede no hacerlo: su silencio se interpretará como un no.

Comisión de investigación. Los partidos tiene hasta este lunes a las 14.00 para registrar en el Senado la lista de comparecientes que pretenden citar en la comisión de investigación sobre el caso Koldo promovida por el PP, aunque podrán inscribirse más nombres a posteriori si la Mesa así lo acepta.

Fuentes parlamentarias del PP prevén que las primeras comparecencias arrancarán a final de mes. El calendario volverá a cruzarse así con el de la antesala de las elecciones catalanas. Los populares no han descartado de momento ningún dirigente del Partido Socialista como objeto de esa comisión, por lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o el ministro de Sanidad durante la pandemia y candidato a las elecciones del PSC, Salvador Illa, podrían estar entre los designados. El principal ariete de la formación de Alberto Núñez Feijóo contra el PSOE en estos momentos es la presunta red de compra de mascarillas durante la crisis de la covid-19. Desde Génova consideran que podrán rascar votos a Illa por su apoyo a la amnistía, por lo que la eventual comparecencia del exministro facilitaría al PP el enfrentamiento directo con el líder del PSC.

Pero no solo los populares tienen a Illa en el punto de mira. Dentro de los cálculos de ERC para decidir adelantar las elecciones también pesó el escándalo sobre las irregularidades en la compra de material sanitario. Los republicanos no señalan directamente al entonces ministro de Sanidad, pero dan por hecho que tendrá que dar muchas explicaciones, generando así cierto desgaste en a quien todas las encuestas dan como ganador el 12-M.

Junts, por su parte, tiene un incentivo adicional para lanzarse a intentar que Illa salga afectado, pues dan por hecho que ya están en el segundo lugar de las encuestas, tras relegar a ERC. Si de por sí ya querían plantear la carrera electoral en un Illa-Puigdemont, la supuesta trama permite disparar contra un PSC que busca enarbolar la buena gestión como su principal baza en campaña.

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